google-site-verification: google7dcda757e565a307.html

¿Te sientes solo? Tips para superar la soledad

Autora: Ana M. Hidalgo

La soledad no tiene nada de malo, de hecho, en muchas ocasiones la buscamos para aislarnos de tanto ruido exterior. Sin embargo, sentirse solo, puede experimentarse como algo horrible pues estar solo no es lo mismo que sentirse solo. Es decir, no es lo mismo la soledad buscada, que la soledad sentida o impuesta.

El genial Robin Willians dijo:

“Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo”.

Pero… ¿qué es el sentimiento de soledad?

La soledad es una emoción vinculada a los sentimientos de incomprensión, tristeza e inseguridad que puede resultar muy incómoda. De hecho, el miedo a la soledad es uno de los miedos más generalizados de hoy en día.

Esta emoción podría definirse como la pena y melancolía que se siente por la ausencia, real o percibida, de alguien o algo.

Debemos tener en cuenta, además, que esta emoción suele ir ligada a otras como la ansiedad, el miedo, la depresión…

¿Es grave sentirse solo ?

peligros de la soledadComo ocurre con todas las emociones, la soledad tiene su lado bueno y su lado malo.

Como veremos, esta emoción llega a nosotros para aportarnos un conocimiento que se nos podría pasar por alto. De ahí que tenga su utilidad.

Sin embargo, su lado malo no debe pasar desapercibido pues puede tener graves consecuencias. De hecho, diversos estudios han señalado que la soledad puede conllevar el desarrollo de problemas físicos y psicológicos como insomnio, afecciones del sistema inmunológico, ansiedad, depresión, abuso de sustanciaspudiendo incluso precipitar la muerte de las personas que la padecen.

Es por eso que es una emoción a consumir en pequeñas dosis y que no conviene abrazar por mucho tiempo.

¿Qué provoca el sentimiento de soledad?

qué causa soledadSi bien, las causas para experimentar soledad emocional pueden ser muchas, entre las más comunes están:

·         Existencia de una situación física real de soledad.

Es frecuente encontrarse con personas mayores que han perdido a sus seres queridos por el paso de los años (la viudedad, falta de familia y de relaciones sociales son muchas veces causa de ello).

Otros ejemplos de situaciones que pueden ser precipitante del sentimiento de soledad son la emigración, y el alejamiento físico de la familia y amigos por largos periodos de tiempo.

Si estás en esta situación o conoces a alguien que lo esté, procura que esta emoción no se cronifique.

·         Un cambio brusco en el estado social que se tenía.

La jubilación, el paro, la emancipación de los hijos, el divorcio o la separación sentimental de una pareja, son ejemplos de situaciones estresantes que pueden alimentar el sentimiento de soledad.

Si alguna vez te han dejado, es posible que recuerdes esa falta de incomprensión, tristeza e inseguridad en esos momentos. Cuando atravesamos un duelo es bastante normal que esto suceda. Sin embargo, si se prolonga mucho en el tiempo, es mejor pedir ayuda profesional.

·         Desarrollo de una vida virtual.

El pasar demasiadas horas viviendo a través del contacto cibernético, bien a través de videojuegos o bien, a través de redes sociales, puede destruir el contacto real (cara a cara) con otras personas, e interferir con las relaciones sociales, lo que puede generar un sentimiento de soledad.

También el compararse con otros perfiles de las redes sociales como Facebook o Instagram, puede provocar un sentimiento de inferioridad y soledad.

Mucho cuidado en no caer en la adicción o consumo excesivo de esta vida virtual. Al principio no le damos importancia, pero poco a poco va minando nuestras relaciones y nuestra autoestima.

·         Malas experiencias e inseguridades.

Las malas experiencias o desilusiones anteriores pueden ser uno de los motivos de inseguridad a la hora de acercarse a otras personas, lo que se traduce poco a poco en desconfianza y en el establecimiento de barreras hacia los demás. Obviamente, si pones siempre impedimentos para relacionarte con otros es muy probable que, en algún momento, sientas soledad.

Ojo, también los complejos e inseguridades hacen que las personas se cierren emocionalmente y vean reducido su círculo de amistades. En estos casos, te animo a cuidar tu autoestima y aprender a mandar al carajo algunas presiones externas.

·         Falta de habilidades sociales.

El no saber comunicarse abiertamente, hacer nuevas amistades, o no saber hacerse escuchar, pueden crear la sensación de ser invisible ante los demás y ser incomprendido, alimentando, por tanto, el sentimiento de soledad.

No necesitas convertirte en rey/reina de la fiesta, sin embargo, mejorar tus habilidades sociales te abrirá muchas puertas.

Para qué sirve la soledad

Si todas las emociones están ahí para enseñarnos algo, la soledad no iba a ser menos.

Las personas somos seres sociales desde que nacemos y ya desde los primeros momentos nos enfrentamos a la soledad. Si te fijas, un bebé no podría sobrevivir en soledad, necesita de otros, entre otras cosas, para alimentarse y resguardarse. Pese a ello, siente la soledad en cuanto su figura de apego se aleja y sale de su campo de visión. Gracias a ello, consigue aprender a autoregularse.

Como sabes, es importante pasar un tiempo a solas para ordenar nuestras ideas, recargar nuestras pilas, conectar con nosotros mismos, sentirnos más autónomos…

Ahora bien, no es lo mismo estar a solas, o tener una soledad buscada, que sentirse solo, y sentirla como impuesta. Sin embargo, incluso en este segundo caso, la soledad está ahí para indicarnos algo.

·         Cuando sientes soledad al poco tiempo de estar a solas

Si a poco que te das espacio y tiempo a solas sientes soledad, es posible que esta soledad oculte un miedo.

De hecho, a muchas personas les asusta bajar su ritmo y no sentirse tan productivos. La presión social a este respecto tiene mucho que decir al respecto. Por eso mismo, muchas temen la soledad, pese a necesitarla, por el miedo a no dar la talla o ser juzgados. En tal caso, la soledad es una señal de alarma que te permitirá revisar tus miedos internos.

·         Cuando sientes soledad tras mucho tiempo a solas

Si llevas mucho tiempo aislado/a del mundo, tu sentimiento de soledad te está recordando que debes socializar más.

Es posible que esta emoción te esté indicando que estás abusando del aislamiento, que necesitas relacionarte más o mejor. Quiero hacerte hincapié en esto.

Necesitas relacionarte más si te mantienes aislado/a, esto te ayuda a cubrir tu necesidad de pertenencia. Sin embargo, no necesitas relacionarte con cualquiera o a cualquier precio. Hay personas con las que es mejor no relacionarse.

Como sabes, uno se puede sentir muy solo estando rodeado de gente, incluso de familiares o amigos. En estos casos, esta emoción te ayuda a plantearte si estás rodeado de las personas adecuadas para ti.

Quizás necesites aprender a poner límites y distancia con algunos allegados, o tal vez necesites sencillamente sentirlos más cerca. Es decir, puede que necesites modificar tu forma de relacionarte con ellos.

Antes de expulsarlos de tu reino, te animo a hablar con ellos sobre cómo te sientes o, incluso, pedir ayuda profesional para que te ayude a revisar tu situación con mayor perspectiva.

Algunas claves para afrontar la soledad y superarla:

Aunque ya sabemos que la soledad no es un enemigo a combatir, pues puede ser una gran aliada, si sientes que se cronifica y te está impidiendo avanzar, te animo a dar los siguientes pasos.

·         Empieza por el principio: admite que te sientes solo/a.

La soledad es una emoción universal, todos la sentimos en algún momento de nuestra vida, pues nos aporta algo. Por eso mismo, no hay por qué avergonzarse de sentirse solo/a en un momento dado.

Algunas personas creen que el estar a solas es como una maldición. De hecho, generalizan, por ejemplo, el hecho de no tener pareja con estar condenados a la soledad eterna. De alguna manera, se avergüenzan de estar solos, creen que son bichos raros por ello, pese a que está idea está lejos de la realidad.

Otras, en cambio, se rodean de todo aquel que encuentran para no parecer antisociales, y fingen no sentir soledad, pese a respirarla en cada poro cuando están con otros. En estos casos, no admiten su soledad por miedo a no encajar, y sentirse etiquetado como antisocial.

Pese a estos miedos que oculta la soledad, el primer paso para afrontar la soledad es admitirla y no ocultarla. Para solucionar cualquier problema el primer paso es percibirlo y reconocerlo.

A veces tenemos personas cerca que nos pueden servir de gran ayuda. De hecho, quizás su mano ya esté tendida. Sin embargo, si no somos conscientes de que necesitamos ayuda, difícilmente nos atreveremos a agarrar esa mano amiga.

·         Analiza la situación

Ya hemos visto que hay distintos tipos de soledad y que el sentirla de una forma u otra puede indicarnos diferentes aspectos. Pregúntate qué es lo que te hace sentir solo/a, cuál puede ser la causa.

Reflexiona sobre qué es lo que te está sucediendo en realidad, qué crees que puedes hacer para cambiar esta situación, dónde podrías conocer gente o sentirte parte del grupo en el que estás… Estas son cuestiones que te ayudarán a avanzar.

·         Asume tu parte de responsabilidad y motívate a cambiarla.

El sentimiento de soledad puede ser incómodo, pero te está indicando que algo funciona mal. Puedes quedar lamentándote y mirar para otro lado, o puedes hacer algo al respecto.

Si no sabes por dónde empezar, pide ayuda profesional, no esperes a que esta soledad se cronifique y te deprima.

Quizás no puedas cambiar tu situación (por ejemplo, alguien que se siente solo tras enviudar), pero sí puedes cambiar el cómo te enfrentas a ella. No será lo mismo recluirse indefinidamente en casa, que pedir apoyo a otros.

Plantéate, ¿qué aspectos podrías modificar para que tu situación mejore?, ¿qué tendría que pasar?, ¿cómo crees que te sentirás si consigues tus objetivos?, ¿merece la pena intentarlo?… Recuerda que las emociones pueden evocarse y, por tanto, modificarse. No es necesario quedarse anclado en una, ni tampoco beneficioso. Motívate a cambiar tu perspectiva y da el paso.

·         Busca estrategias para cambiar tu situación, y ponlas en marcha.

Piensa en alternativas saludables con la que superar esta situación. Por ejemplo, inicia algún curso que te motive. Allí encontrarás personas con las que al menos compartes una afición.

Busca apoyo o ayuda emocional, retoma antiguas amistades, apúntate a un curso de habilidades sociales si te hiciera falta, planea diferentes formas de conocer gente, apúntate a un foro, aprende a escuchar a los demás, a sonreír más, mantén tu mente abierta, sal a caminar, lee, comienza a dar sentido a tu vida, fortalece tu autoestima y aprende a ser feliz contigo mismo.

Gracias a tu esfuerzo, antes de lo que te imaginas te darás cuenta de que no estás solo/a, nadie lo está.

Sobre la autora:

“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional.

Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.

Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com

También, si así lo deseas, podemos trabajar juntos en el contexto de una terapia profesional. En este caso, puedes reservar tu cita más abajo”.

Cargando ...
Compártelo con tus amigos