¿Cómo saber si tu estrés es bueno o malo?
Descubre si el estrés te impulsa o te está bloqueando
Autora: Ana Hidalgo
Si alguna vez has oído hablar de estrés bueno y malo puede que te preguntes, ¿realmente existe el estrés bueno?
Nos han vendido que el estrés es el enemigo… pero sin él, no habrías superado ni la adolescencia. De hecho, el estrés salvó la vida de nuestros ancestros, pero ahora podría estar arruinando la tuya. ¿Cómo distinguir cuándo te empuja o cuándo te destruye?
A todos nos ha pasado alguna vez… Te despiertas con el corazón acelerado. No ha pasado nada… pero tú ya estás en modo alerta. Es como si tu cuerpo se adelantara a lo que tu mente todavía no ha procesado. Yo también lo he sentido: ese nudo en el pecho que no sabes de dónde viene. Es importante entender de dónde procede y qué tiene que decirte.
🌱 Andrea y el nudo
Andrea se despertaba con un nudo en el pecho. No sabía de dónde venía, pero ahí estaba, cada mañana, antes incluso de abrir los ojos.
Durante semanas lo ignoró: café, sonrisa puesta, seguir como si nada. Hasta que un día, frente al espejo, no pudo respirar. Solo entonces entendió que su cuerpo no la estaba fallando. La estaba avisando.
No fue fácil parar. Pero fue valiente. Y en ese silencio que tanto temía, escuchó algo claro: “No puedes seguir así”. Desde ahí, empezó otra forma de vivir. Más lenta. Más suya.
Tanto a nivel popular como en los diccionarios, la palabra estrés lleva unas connotaciones negativas y poco deseables.
De hecho, la Real Academia Española de la lengua (RAE), lo define como: “Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”.
Visto así, yo al menos no veo el lado bueno por ningún lado, sin embargo, lo tiene.
En psicología la palabra estrés puede entenderse de dos formas muy distintas:
Una positiva, que empuja a lograr lo mejor de nosotros mismos y que se conoce como eustrés o estrés positivo.
Y otra negativa, que puede generar alteraciones físicas y mentales disfuncionales. Es lo que se conoce como estrés negativo o distrés.
Veamos por qué esta diferencia.
¿Qué el estrés bueno y el estrés malo?
Si el estrés es una reacción de nuestro organismo ante los cambios, nos está avisando que debemos prepararnos para los mismos.
Esto es ya en sí mismo algo positivo, porque nos ayuda a adaptarnos al medio.
Sin embargo, no quiere decir que sea agradable, al menos siempre.
Por ejemplo, a nadie le gusta que le echen la bronca, pero si esto sirve para motivarte a tomar conciencia de una realidad y a motivarte, puede ser algo bastante adaptativo
Ahora bien, esta reacción puede sobrepasar ciertos rangos de funcionalidad y convertirse en algo dañino para nuestro organismo.
Imagina ahora que en lugar de esta bronca puntual recibes más de una con cierta frecuencia y esto comienza a agobiarte, te cuesta quitarte esta presión de un día para otro y tu angustia comienza a cronificarse.
Si no se maneja con cuidado esta situación, te tomas por ejemplo un descanso o unas vacaciones, es posible que este estrés se convierta en ansiedad y que puedas incluso generar algún trastorno de ansiedad, alguna fobia, experimentar ataques de pánico…
Entonces, ¿cómo saber si mi estrés es bueno o malo?
¿Cómo distinguir si tu estrés es bueno o malo?
El estrés es bueno para ti si: ✅
- Lo ves como un desafío que te empuja a dar lo mejor.
- Te ayuda a concentrarte y actuar con más eficacia en lugar de paralizarte.
- Lo usas como estímulo para salir de tu zona de confort.
- Surge en momentos puntuales y desaparece después.
- Sientes que te acerca a tus objetivos o valores.
👉 Por ejemplo: muchos actores, músicos o deportistas sienten nervios antes de salir al escenario. Pueden tener años de experiencia en ello, pero la mayoría dicen que siempre sienten esa reacción corporal.
Su corazón late más rápido, sus manos sudan, y la adrenalina sube. Pero en vez de paralizarlos, ese estrés los prepara para dar lo mejor de sí.
Por tanto, en estos casos, es estrés positivo y adaptativo.
El estrés es malo para ti si: ❌
- Te hace sentir agotado, enfermo o irritable constantemente.
- Afecta a tu productividad y a tu forma de tomar decisiones. Empeora tu rendimiento.
- Se mantiene en el tiempo sin una causa clara.
- Provoca síntomas físicos como insomnio, dolores, hipertensión o ataques de pánico.
- Se repite con bastante frecuencia e intensidad.
👉 Por ejemplo: si recibes críticas constantes en tu trabajo y esto te deja sin energía, con el estómago cerrado o con la sensación de estar al borde de un colapso, es probable que ese estrés haya cruzado la línea. Y necesitas atenderlo.
Mucho cuidado en estos casos pues puede degenerar en enfermedades importantes.
Para saber cómo puedes manejar mejor tu estrés diario pincha aquí, te llevo al artículo correspondiente.
Si a pesar de todo sientes que la situación comienza a escaparse de tus manos, quizás sea momento de pedir ayuda.
Mitos sobre el estrés que es hora de dejar atrás
A veces, el mayor obstáculo no es el estrés en sí… sino lo que creemos sobre él. Ideas que escuchamos desde pequeños, que repetimos sin cuestionar, y que terminan haciéndonos más daño del que pensamos. Aquí desmonto algunos de los mitos más comunes que pueden estar interfiriendo con tu bienestar.
“Si estás estresado, es porque no sabes gestionar bien tu vida” ❌
Esta creencia es injusta y dañina. Sentir estrés no significa que estés haciendo algo mal. Significa que algo te importa, que estás en un momento de cambio, reto o pérdida. Nadie está exento de pasar por ello, ni siquiera los expertos en salud mental.
💬 Estás haciendo lo mejor que puedes con lo que tienes. Y eso merece compasión, no culpa.
“El estrés es señal de debilidad” ❌
¿Sabes qué se necesita para reconocer que estás al límite y pedir ayuda? Mucha fuerza. Mucho coraje. Las personas emocionalmente fuertes no son las que nunca se tambalean, sino las que se permiten sentir y buscar apoyo cuando lo necesitan.
💬 Sentir no es fallar. Es vivir.
“Hay que eliminar el estrés cuanto antes” ❌
No todo lo que incomoda debe desaparecer. El estrés puede ser una señal de que estás creciendo, de que algo está fuera de equilibrio, de que necesitas cambiar el ritmo. En vez de pelear contra él, puedes aprender a escucharlo.
💬 No se trata de suprimir el estrés, sino de transformar tu relación con él.
“Solo se estresan los débiles, los sensibles o los inexpertos” ❌
Esta es una de las ideas más crueles que se han instalado en nuestro imaginario. Se estresan los médicos, los bomberos, las madres, los empresarios, los estudiantes brillantes. Todos. Porque el estrés no distingue, pero sí muestra lo humano en nosotros.
💬 Tu sensibilidad no es tu defecto, es tu brújula.
“Con vacaciones se pasa todo” ❌
El descanso ayuda, claro. Pero no basta con desconectar unos días si el problema está dentro de ti, o en cómo estás enfrentando tu vida. El estrés no es solo cuestión de tiempo libre. A veces, es una invitación a mirar más profundo.
💬 Escuchar lo que el cuerpo y la mente susurran puede evitar que un día te griten.
Entonces… ¿qué podemos hacer?
Cuestionar estos mitos es el primer paso para recuperar tu poder personal. El siguiente puede ser hablar de ello, buscar recursos, o pedir ayuda sin culpa. Si algo de esto ha resonado contigo, ya estás avanzando.
Revisa las estructuras que refuerzan el estrés: la cultura del rendimiento, la hiperexigencia, la idea de que “descansar es perder el tiempo”. La sociedad nos empuja a sentir estrés constantemente. No se trata de eliminarlo, sino de entenderlo.
¿Qué habilidad personal has descubierto en ti cuando las cosas se ponen difíciles?
¿Por qué no deberías ignorar tu estrés?
El estrés no es el enemigo. El enemigo es no saber escucharlo. Es intentar callarlo con café, con pastillas o con distracciones mientras tu cuerpo y tu mente te están gritando que algo necesita cambiar.
Tratar de evitar el estrés puede llevarte a vivir a la defensiva, desconectado de lo que realmente importa. Cuando luchamos contra el malestar, solemos quedar atrapados en él.
¿Notas que el estrés está afectando tu salud o tus relaciones? No esperes más. Agenda ahora tu primera sesión conmigo, sin compromiso.
¿Qué valor importante hay detrás de ese estrés? ¿Qué parte de tu vida está pidiendo atención?
¿Y si pudieras usar tu estrés como brújula?
Esa presión que sientes podría estar señalándote lo que valoras. A veces el estrés es el precio de atreverse a crecer, de salir de la zona de confort, de apostar por algo que realmente te importa.
Como explica Martin Seligman, las personas con más bienestar no son las que evitan el malestar, sino las que le dan un sentido. Las que se apoyan en sus fortalezas para avanzar incluso en los momentos difíciles.
¿Qué puedes hacer si tu estrés te está superando?
Aquí tienes algunas señales de alarma:
- Llevas semanas con dolores de cabeza, insomnio o contracturas.
- Tu paciencia está por los suelos y discutes por todo.
- Te cuesta disfrutar de las cosas que antes te gustaban.
- Te sientes bloqueado, sin energía, sin ilusión.
Si te reconoces en estas líneas, no es debilidad. Es humanidad. Y es posible que haya llegado el momento de pedir ayuda profesional.
💬 “No estás fallando por sentirte así. Estás intentando sobrevivir con las herramientas que tienes.”
¿Por dónde empezar?
Puedes empezar por leer este otro artículo que he preparado con estrategias prácticas para regular tu estrés diario. Haz clic aquí para descubrirlo.
Y si sientes que la situación te está desbordando, estoy aquí para ayudarte. Puedes reservar tu primera sesión de psicoterapia conmigo
Recuerda:
Sí, existe el estrés bueno. Y no solo existe, sino que lo necesitas para avanzar, crecer y vivir con propósito.
En psicología diferenciamos entre dos formas de estrés:
- Eustrés (estrés positivo): es esa activación que sientes antes de una presentación importante, una cita que te ilusiona o una decisión que te reta. Te mantiene despierto, enfocado y creativo.
- Distrés (estrés negativo): es el que te desgasta, el que se vuelve crónico, el que no sabes cómo quitarte de encima. Te bloquea, te enferma y te hace dudar de ti.
La clave está en cómo lo experimentas… y cómo respondes a él.
Ahora mismo, de forma sencilla y sin compromiso.
El estrés, como el fuego, puede darte calor o quemarte. La diferencia está en cómo lo manejas.
No estás solo/a en esto. Si este artículo te ha resultado útil, compártelo con alguien que lo necesite o déjame un comentario. A veces, una palabra puede cambiar el rumbo de un día entero.
Agenda tu sesión y empecemos a reconstruir tu calma.
Sobre mí
Soy Ana Hidalgo, psicóloga de vocación y persona como tú. Acompaño a personas que, como tú, han vivido situaciones difíciles y buscan salir de ellas con más fuerza, claridad y amor propio. Dejando atrás sus máscaras y de forma libre. Al fin y al cabo, los emancipados emocionales son más libres.
Si quieres recibir cada semana artículos que hablen claro sobre emociones, amor, ansiedad y relaciones, suscríbete gratis a mi blog:
👉 www.terapiaconAna.com
Muy interesante
Muchas gracias
Muchas gracias Mercedes me alegra que te resulte interesante. Un saludo.
Jajajaja … Maldito estrés XD. Como en prácticamente todo en la vida, tiene sus pros y contras, solo necesitamos sacarle provecho aun en las contras. Buena información. 😀
Saludos y muy buena vibra!
Muchas gracias por comentar Helena.
Como tú dices, a sacarle provecho a la vida. Un saludo.
Me parecio muy bien redactactado el tema y su concepto
Muchas gracias Stalyn, me alegra saber que te gustó. Un saludo.