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Qué relación hay entre depresión e inflamación

Teoría inflamatoria de la depresión. Una nueva perspectiva.

Autora: Ana Hidalgo

Si hay un problema de salud que preocupe a nivel mundial por encima de otros es la depresión.

De hecho, la OMS ha señalado que afecta a más de 350 Millones de personas en todo el mundo.

Es más, se prevé que esta cifra siga creciendo.

¿Qué se hace al respecto?, ¿cómo promover la salud?

Si partimos de la definición que hace la OMS del término salud, encontramos que es un “estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades”.

Hasta el momento, las teorías que teníamos para explicar trastornos tan graves como la depresión, se centraban en modelos más reduccionista centrados en los procesos biológicos que se ven afectados.

Sin embargo, las últimas tendencias apuntan hacia un modelo más integrador. Ya comenté este aspecto en otro artículo, al hablar del TOC desde el Modelo de Poder, Amenaza y Significado. Puedes pinchar aquí para leerlo.

Ahora bien, ¿cómo se aplica esto a la depresión?, ¿qué dicen las distintas teorías al respecto?

Seguimos en busca de una teoría unificadora que explique los trastornos depresivos dentro de un marco integrador y no reduccionista.

No obstante, los nuevos estudios y descubrimientos científicos, parecen apuntar hacia una visión más amplia que relaciona depresión e inflamación.

Esta teoría, pretende explicar este trastorno desde una perspectiva más amplia, considerando aspectos tan relevantes como nuestro estilo de vida.

Antes de sumergirnos en ella, creo que hay que plantearse una cuestión importante:

¿Cómo funciona la depresión?

No siempre es fácil entender y explicar un proceso depresivo.

La mayoría de nosotros podemos reconocer síntomas depresivos de forma sencilla.

Así, por ejemplo, el desinterés por casi todas las actividades, la pérdida de peso, la fatiga o el insomnio, son síntomas fácilmente reconocibles.

Sin embargo, a veces confundimos el estar decaídos por algún acontecimiento natural de la vida con estar deprimidos. Ya hablé de ello en otro artículo, pincha aquí para leerlo.

Ahora bien, la historia se complica si lo que queremos saber es su origen y no sólo sus síntomas.

No es nada sencillo saber qué factores son los que generan esta enfermedad. Es más, probablemente nunca se llegue a conocer al 100% su origen.

Y es que, por un lado, hay distintos tipos de trastornos depresivos y, por otro lado, influyen muy diversos factores (entre ellos las vivencias particulares de cada persona).

Como has de suponer, esto hace que cada caso sea particular y único y encontrar un único origen sea dificilísimo.

De hecho, hoy en día se asume que la depresión es una enfermedad sistémica, en la que influyen factores ambientales, emocionales y físicos.

Teoría monoaminérgica de la depresión

Las investigaciones surgidas en esta área durante el siglo XX llevaron a comprobar cierta relación entre depresión y déficits químicos. Concretamente, encontraron déficit de estas aminas: serotonina, noradrenalina y dopamina.

De esta evidencia surgió la teoría monoaminérgica de la depresión.

sinapsisEsta teoría señala que la depresión se debe a alteraciones neuroquímicas. Es decir, nuestro cerebro “funciona mal” y nuestra química cerebral se ve alterada haciendo que se pierda el equilibrio químico.

Así, el tratamiento farmacológico busca elevar los niveles de estas aminas dentro del espacio intersináptico (esto es, el espacio entre neuronas).

Esto llevó a elaborar medicamentos denominados antidepresivos que venían a paliar dichos déficits.

Entre los más populares están: anafranil, escitalopran, fluoxetina, paroxetina…, entre muchos otros.

Por otro lado, otra línea de investigación que está ganando cada vez más popularidad, ha señalado la relación entre depresión e inflamación.

Así, bajo esta visión, ha surgido la teoría inflamatoria de la depresión que te comparto a continuación.

Personalmente la considero más integradora que la anterior, pero hay que recordar que, por el momento, es tan solo una teoría que va ganando fuerza gracias a las evidencias científicas.

¿Qué es la teoría inflamatoria de la depresión?

Hasta hace poco, cuando oía hablar de inflamación, generalmente me imaginaba algún músculo hinchado tras un golpe.

Sin embargo, y aunque no podamos verlo a simple vista, nuestras neuronas también se inflaman.

Es más, el estudio de este proceso inflamatorio en nuestro SNC es el que ha llevado a crear una nueva teoría, a mi modo de ver, bastante interesante: la teoría inflamatoria de la depresión.

Esta teoría postula que, tanto ciertas enfermedades como un estilo de vida poco saludable pueden producir procesos inflamatorios internos.

Estas inflamaciones, podrían llegar a dañar nuestro cuerpo y, sino se tratan, afectar a nuestro estado mental.

De hecho, pueden provocar estados de ánimo deprimidos como así se ha observado.

¿Por qué se produce la inflamación y qué relación hay entre depresión e inflamación?

La inflamación es una respuesta normal de nuestro sistema inmune. Sirve para combatir una lesión o infección en nuestro cuerpo y, por tanto, es generalmente adaptativa.

Así, cuando nuestro sistema inmunológico detecta un cuerpo extraño, da la voz de alarma para combatirlo.

Si el cuerpo extraño es combatido con éxito, la inflamación bajará y nuestro cuerpo volverá a la normalidad.

Ahora bien, para que se produzca este “apagado inflamatorio” nuestro organismo alerta a nuestro sistema inmunológico segregando cortisol que, curiosamente es la hormona que se relaciona con el estrés.

Precisamente, ya hablé en otro artículo sobre que existen distintos tipos de estrés (“el bueno” y “el malo”, puedes leerlo aquí).

Sin embargo, la continua exposición al cortisol, característica de los estados de estrés, hace que nuestro organismo se desensibilice, alterando el control del sistema inmunológico e impidiendo el “apagado inflamatorio”.

Esta continua inflamación termina por afectar a otros órganos de forma silenciosa, y puede también acarrear trastornos mentales.

De hecho, se ha observado un elevado número de marcadores inflamatorios en una amplia gama de trastornos mentales, desde la esquizofrenia como la depresión.

Algunas evidencias que muestran relación entre depresión e inflamación son:

En las dos últimas décadas, aproximadamente, diversos estudios están señalando la existencia de una relación entre depresión e inflamación. Algunos de los más populares hallazgos son:

  • Un estudio en Canadá mostró que “la cantidad de inflamación cerebral en personas que estaban experimentando depresión clínica se incrementó en un 30%”.
  • Personas con depresión tienen hasta casi un 50% más de marcadores de inflamación que el resto.
  • La depresión con frecuencia acompaña a muchas enfermedades inflamatorias.
  • Los antidepresivos pueden disminuir la respuesta inflamatoria.
  • La inhibición de las vías inflamatorias puede mejorar el estado de ánimo.

¿Cómo afectan estos hallazgos al tratamiento de la depresión?

La relación entre depresión e inflamación abre nuevas vías de estudio y tratamiento.

Por un lado, nos muestra que la prevención y manejo del estrés puede contribuir a “desatascar el botón de apagado” de los procesos inflamatorios, consiguiendo con esto mejorar el estado de ánimo.

Así, acciones tan nombradas popularmente como realizar ejercicio, una dieta sana o un hábito de sueño apropiado parecen encontrar una vez más, una evidencia como acciones que previenen la depresión al contribuir a manejar mejor nuestro estrés.

De igual modo, el introducir en la dieta alimentos anti-inflamatorios como los frutos rojos, los vegetales de hojas verdes, el pescado azul o las legumbres, entre otros alimentos, ayudarán a prevenir episodios depresivos.

Al mismo tiempo, se abre el campo al estudio de nuevos recursos médicos (ya sean o no farmacológicos) capaces de reducir la inflamación neuronal y, por tanto, aliviar la sintomatología depresiva.

Ahora bien, el tiempo será quien mantenga o deseche lo que por el momento sólo es una teoría en estudios.


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Sobre la autora:

psicóloga Ana Hidalgo“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional.

Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.

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