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cómo manejar la depresión persistente o distimia

Autora: Ana Hidalgo

Todos hemos oído hablar de depresión, pero ¿sabes qué hacer si tienes depresión persistente?, ¿has oído hablar de distimia?

De distimia, o depresión persistente se habla poco, pese a afectar entorno al 5-6% de la población. Es decir, sólo en España hay en torno a dos millones de personas que la padecen. Lo curioso de este trastorno es que muchas personas no son conscientes de su existencia. Hablamos sobre ello en el programa de Radio Marca “cuídate” (minuto 18:58).

¿Qué es la distimia o trastorno depresivo persistente?

Dentro de los trastornos depresivos, existe uno que ha pasado desapercibido para la sociedad pese a su importancia. Me refiero al antes conocido como distimia, actualmente denominado trastorno depresivo persistente.

La distimia es una forma de depresión persistente. Sus síntomas deben estar presente como mínimo dos años para su diagnóstico.

A veces la persona que la padecen, o sus allegados, no son consciente de su existencia. De hecho, estas personas suelen pensar que la vida es así, triste y gris o que ellos son muy pesimistas.

Este trastorno depresivo persistente tiene una sintomatología depresiva menos severa en comparación con la de un trastorno depresivo mayor. De hecho, pese a la fatiga y falta de energía y ánimo, por lo general las tareas se hacen, aunque cueste horrores hacerlas.

Sin embargo, esto no quiere decir que la distimia no sea grave, de hecho, lo es.

Imagina una langosta que meten en agua caliente y poco a poco van calentando esa agua. El animal no es consciente de que lo que le está pasando no está bien, pero a largo plazo tiene sus consecuencias, queda cocida.

Muchas personas que tienen distimia no saben qué les ocurre. Suelen verse a sí mismas, o ser etiquetadas por otros, como quejicas, malhumorados, negativas, aisladas… Y es que con frecuencia se confunde esta depresión leve pero prologada, como una característica de su personalidad.

Qué síntomas tiene la distimia o depresión persistente

Como ya hemos comentado en otros artículos, los trastornos depresivos van más allá que los meros síntomas anímicos. De hecho, influye en los pensamientos, el comportamiento, la salud física, las interacciones sociales…

Explicado de forma sencilla, podemos decir que las personas con depresión persistente se caracterizan por:

  • Sentir una tristeza constante pero llevadera (al menos durante cierto tiempo).
  • Tener dificultades para disfrutar, ilusionarse o motivarse, incluso con cosas que antes sí lo hacían.
  • Sentirse más sensibles ante los problemas cotidianos, cualquier cosa es todo un mundo dado el esfuerzo tremendo que les supone.
  • Dan muchas vueltas a lo que les sucede, les cuesta concentrarse y tomar decisiones.
  • Todos los días, y la mayor parte del día, se sienten cansados, sin energía.
  • Padecen de dolores musculares, digestivos, de cabeza…
  • Suelen experimentar una pérdida o aumento del apetito.
  • Generalmente tienen problemas relacionados con el sueño, bien por exceso (hipersomnia) bien por defecto (insomnio).
  • Muestran una visión negativa de sí mismos, el mundo y el futuro.
  • Presentan baja autoestima y sentimientos de desesperanza.

 

Para el diagnóstico de distimia o depresión persistente, se requiere, además, que los síntomas llevan presente un mínimo de dos años, sin que halla habido periodos largos sin ellos (menos de dos meses).

Qué diferencia la distimia de un trastorno depresivo mayor

La distimia, como hemos dicho, muestra una sintomatología aparente menos severa, aunque puede llegar a ser igualmente incapacitante. Al fin y al cavo sostener una carga durante mucho tiempo puede lastimarte gravemente.

Imagina que extiendes el brazo y sostienes una botella de agua, si es por un rato corto no te pasaría nada, pero si llevases dos años con el brazo estirado en esa postura tan incómoda de seguro tus músculos se romperían y atrofiarían. Algo así es lo que ocurre con esta depresión persistente.

La distimia, además, tiene un inicio paulatino, va poco a poco, es como la langosta de la que hablábamos antes. Las personas que la padecen se van acostumbrando a vivir con esa tristeza y pesadumbre poco a poco y no se dan cuenta de su gravedad.

Es por eso que continúan haciendo sus tareas con mucho esfuerzo, sin pararse a pensar en lo que les está sucediendo, hasta que llega un momento en que no pueden más.

De hecho, a la distimia se puede añadir un trastorno depresivo mayor, lo que complica aún más las cosas. De esta forma quedan doblemente deprimidos.

La depresión mayor, por el contrario, aparece de forma más repentina, dura meses y es perecedera. Además, su sintomatología es más contundente, no te queda energía para seguir con el día a día, por lo que se hace patente antes.

Por qué se produce la depresión persistente

Son muchos los factores que pueden verse implicados en la aparición de este trastorno, desde predisposición genética, factores biológicos como el mal funcionamiento de neurotransmisores, hasta estresores ambientales o rasgos de la personalidad como una tendencia obsesiva.

Generalmente se da más en mujeres que en hombres y el estilo de vida que se lleve puede ayudar a perpetuarla. Por ejemplo, una mala alimentación, aislamiento social, falta de luz, abuso de sustancias…

Qué hacer si tienes depresión persistente o distimia

Como es lógico, si tienes un trastorno depresivo, la mejor opción es pedir ayuda y tomar conciencia de lo que te esté pasando.

Es probable que otros o tú mismo pienses que lo que te ocurre es normal, que el mundo es una mierda sin sentido, que eres un flojo… Sin embargo, puede que lo que te esté pasando sea que sí existe otra realidad, tan sólo es que tú no puedes apreciarla en estos momentos debido a tu distimia.

Dado que en la depresión persistente se ven afectado distintas áreas vitales como la anímica, cognitiva, conductual, física e interpersonal, es necesario un abordaje por varias vías.

Por eso, el tratamiento de la distimia pasa por un tratamiento farmacológico con antidepresivos y un tratamiento psicológico.

Ten en cuenta que la depresión persistente tiende a cronificarse y, por tanto, el tratamiento irá sobre todo encaminado a mejorar síntomas, evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.

Sobre el tratamiento farmacológico

Si finalmente has sido diagnosticado con depresión persistente o distimia, será tu médico de cabecera o psiquiatra quien se encargue de recetarte lo que mejor se ajuste a ti.

Sé que a veces asusta el hecho de tener que tomar medicación, pero puedes confiar en el criterio y experiencia de tu médico, estos fármacos son bastante seguros y efectivos. Igual que otras personas toman medicación para su hipertensión o su diabetes, es importante que asumas que tú tendrás que medicarte para tu distimia. Al fin y al cabo, suele implicar desregularizaciones en la química de tu cuerpo. Entre los fármacos más empleados están la sertralina, fluoxetina, paroxetina, escitalopram…

Sobre el tratamiento psicológico para la depresión persistente

Como te comentaba, el tratamiento para la distimia va a ir encaminado, sobre todo, a mejorar la calidad de vida, especialmente en los que la depresión está muy arraigada y cronificada.

Trabajaremos para mejorar el control emocional corrigiendo las estrategias de afrontamiento desadaptativas que puedas tener. Por ejemplo, moviendo el foco de tu atención haciendo que quede más equilibrado entre situaciones negativas y positivas.

Revisaremos los errores de pensamiento que te anclan a tus emociones negativas, creencias y sesgos atribucionales dañinos; emplearemos técnicas para reducir la activación fisiológica, los síntomas de ansiedad, mejorar la autoestima. Si fuese necesario fortaleceremos las habilidades sociales para que puedas contar con una red de apoyo, puedas afrontar el dolor, mejorar tu toma de decisiones…

Obviamente, cada caso es distinto, cada persona tiene sus propias fortalezas y debilidades, por eso precisamente, es importante hacer una buena evaluación, no sólo de los síntomas y factores que mantienen o agravan esa depresión persistente, sino también de los bastones o recursos que ya tienes y que colaborarán en el tratamiento.

Te comparto a continuación varios artículos para que puedas ver con más detalle algunos de estos pasos a dar en terapia con ejercicios más concretos.

 

En cualquier caso, si necesitas ayuda, ya sabes que me tienes a tu disposición. Puedes reservar tu cita justo aquí 👇🏼👇🏼👇🏼

 

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