¿Tienes miedo al cambio, a lo desconocido?
¿Te asusta lo que pueda llegar?
Autora: Ana M. Hidalgo
Tener miedo al cambio es algo bastante habitual.
SIn embargo, los cambios son algo necesarios en nuestras vidas. Algunos los decidimos voluntariamente, y otros nos llegan impuestos por las circunstancias.
En cualquier caso, ya sean por nuestra elección o no, tendemos a sentir ansiedad ante lo desconocido, tenemos miedo al cambio.
¿Qué puede sucedernos si tenemos miedo al cambio?
Es frecuente encontrar personas que quedan paralizadas por sus miedos.
Es más, posponen la toma de decisiones o la ejecución de sus acciones debido al miedo a lo desconocido.
Incluso el refranero español dice: “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer” pero… ¿es esto siempre cierto?
El problema de demorar la toma de acción y de enfrentarnos al miedo es bastante evidente: hace que nuestro miedo crezca, aumenta nuestra ansiedad e inventamos mil escusas para apegarnos a lo conocido (aunque sepamos que no es lo que más nos conviene o que tarde o temprano tendremos que dar el paso hacia lo desconocido).
Si tu temor te paraliza, tu miedo CRECE.
¿Qué se esconde tras este miedo?, ¿cómo podemos vencer el miedo al cambio?, ¿cómo aprender a superarlo?
Mi experiencia me muestra que detrás de este gran monstruo de lo desconocido se esconden otros miedos más pequeños (miedo al fracaso o al éxito, miedo a dejar de ser uno mismo, miedo a la soledad y no aceptación, miedo a ser responsables de nuestras propias decisiones…).
Debemos hacernos preguntas a fin de averiguar qué es lo que realmente nos tienen paralizados:
Por ejemplo: ¿Qué es lo que ocurre?, ¿qué nos asusta realmente?, ¿a qué se debe mi miedo?, ¿qué es lo peor que podría pasar?…
De este modo podremos ir desmontando nuestro gigante en pequeños miedos más manejables que podremos afrontar poco a poco.
Para enfrentarnos a cada uno de estos pequeños mini-monstruos nos será muy útil tener en mente lo siguientes aspectos:
A tener en cuenta:
- Nos gusten o no, los cambios son necesarios, forman parte de la vida (por ejemplo, envejecemos a diario y no podemos cambiarlo, pero de nosotros depende la forma en la que lo haremos.
No es lo mismo exponer nuestros cuerpos a excesos de forma continuada que cuidarlo y respetarlo).
- Debemos encontrar motivos que nos animen a enfrentarnos a ellos:
- ¿Qué beneficios podría obtener si consigo vencer mis miedos?
- ¿En qué me puede beneficiar?
- ¿Qué me pierdo si mantengo mis temores?
- ¿Cuál es el precio que estoy pagando al tolerarlos?
- ¿Qué me puede enseñar?…
- Nos será de gran ayuda el comenzar a ver los miedos como retos y ocasiones para poner a prueba nuestras herramientas, nuestras capacidades y aptitudes y así afianzar la confianza en nosotros mismos.
- Es necesario entender que incluso el “fracaso” nos fortalecerá aportándonos experiencia para próximas situaciones, y por tanto, forma parte de nuestro aprendizaje.
- Asume la estrategia de divide y vencerás.
Si divides las acciones para enfrentarte a tus mini-miedos en acciones pequeñas podrás manejarlas mejor y exponte a ellas con más facilidad.
- Al enfrentarte a tus miedos, felicítate por tus logros, por pequeños que te parezcan, cada pequeño paso te acerca a tu meta.
- Si no puedes enfrentarlos tú sólo, pide ayuda.
La historia está llena de grandes logros que han necesitado de la colaboración o el apoyo de otras personas.
Siguiendo estos pautas verás que, cuando te atrevas a reconocer tu miedo, estarás más cerca de poder hacerle frente y contarás con estrategias que son de gran utilidad para aprender a superar el miedo al cambio, a lo desconocido.
Es tu turno…
Atrévete a contarnos cuál es o ha sido tu miedo y cómo has conseguido desmontar tu gran monstruo.
Si deseas recibir mi ayuda profesional, puedes contactar conmigo a través de este enlace, estaré encantada de ayudarte.
Ana M. Hidalgo
Sobre la autora:
Ana M. Hidalgo, psicóloga magister en intervención en la ansiedad y el estrés, experta en terapia de pareja.
Te ayudo a superar situaciones difíciles y salir fortalecido de ellas.
Si crees que necesitas mejorar algunos aspectos de tu vida y disfrutar más, suscríbete a mi boletín gratuito.
Excelente enfoque sobre los miedos. Me va a ayudar. Gracias ana
Gracias a ti por el feedback Susana, me alegra saber que te sirvió de ayuda. Un saludo.
🙂
me encanto, gracias por los consejos.
Muchas gracias, me alegra saber que te fue útil. Un saludo.
Llevo cinco años con mi pareja, y estoy pensando que quizás lo mejor es dejarlo. Tengo 22 años y siento que ya no hay esa pasión que antes había, que hemos caído en la rutina, que las pequeñas cosas nos hacen enfadarnos… Nos dimos dos tiempos en los que yo me los pasé llorando y el con los amigos evitando la realidad. Hace tres meses lo dejé pero me vine a bajo pensando en lo que lo echaría de menos y que no me imaginaba una vida sin él, volvimos con la condición de cambiar la rutina, y tres meses después volvimos a faltas de respeto leves, a discutir por tonterías y a hacer cada día lo mismo.
Hola Anónima, gracias por compartir tu experiencia.
En muchas ocasiones vemos un problema pero tratamos de arreglarlo con las herramientas que no son adecuadas. Permíteme que te pregunte ¿teníais algún plan concreto para cambiar esa rutina o bastaba con la intención de hacerlo?
Te pongo un ejemplo: imagina que los dos os apuntáis a clases de baile, y uno siempre pisa al otro.
Ok, sabéis que este es el problema, pero si sólo acordáis el tener cuidado de no pisaros y no habláis de qué va a hacer cada uno, es muy fácil que los dos volváis a pisaros dado que no sabéis hacia dónde tiene que mover el pie cada uno en cada ocasión.
Para evitar que esto pase, es importante hablar las cosas y concretar, y por eso siempre animo a acudir a terapia de pareja.
Ahora bien, si los motivos de mantenerse en la relación tienen una base poco sólida, hay dependencia, asusta el miedo al proceso de duelo hasta adaptarse a la nueva situación sin el otro… esto ya es otra cosa.
En este caso, te aconsejaría que te sincerases primero contigo y después con tu pareja. En este caso, una terapia individual puede ayudarte a ver tu realidad desde distintos ángulos para tomar decisiones al respecto.
En cualquiera de los dos casos, ya sabes que me tienes a tu disposición para iniciar una terapia.
Mucho ánimo.
Llevo dos años de relación a distancia con mi novio, nos llevamos super bien, nos queremos y nos vemos cada tres semanas aproximadamente. Él es militar y está acostumbrado al cambio, toda la vida (porque el papá también es militar) ha vivido en diversos lugares del país y yo estoy acostumbrada a la vida estable, siempre he vivido en la misma casa, llevo desde que nací en la misma ciudad, tuve una relación anterior de 7 años… Hace unos días nos confesamos que ninguno de los dos se proyecta con el otro porque él no se va a establecer en una misma ciudad por su trabajo y yo por mi carrera no me puedo desarrollar al nivel que quiero en las ciudades en las que él puede trabajar, pero al mismo tiempo nos admiramos profundamente y según él me ama, según yo, también lo amo.. Pero ¿Cómo es posible amarse y no proyectarse? ¿En esta situación será mejor terminar? (ambos tenemos 25 años) ¿Será mi miedo al cambio que me está evitando la proyección de vivir cada 2 o 3 años en un lugar distinto? Ambos estamos en un punto en el que no sabemos qué hacer porque el cariño que nos tenemos es muy grande.
Hola Stephanie, gracias por comentar tu experiencia.
En muchas ocasiones los proyectos de vida van por caminos distintos y de ahí que surja nuestra duda sobre cuáles son nuestras prioridades.
Si ambos tenéis claro vuestro proyecto de vida y como dices, en ninguno de los casos os proyectáis el uno con el otro, parece que la relación ha llegado a un fin.
Es como conocer a alguien apasionante en el autobús, si cada uno va a un destino o parada distinta llegará un momento en el que tendréis que despediros.
Te animo a reflexionar sobre lo que realmente quieres, dónde te gustaría estar de aquí a unos años, qué te ves haciendo…pero también piensa en qué te hace feliz ahora, en este preciso momento pues no solemos ser demasiado buenas prediciendo nuestro futuro.
Mucho ánimo Stephabie. Un saludo.