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Qué hacer para que mi vida cambie

Autora: Ana Hidalgo

Saber cómo cambiar de vida a los 30, 40, 50… o cualquiera que se tu edad, puede ser clave para empezar a disfrutar de tu vida.

En algunas ocasiones, llegan a mi consulta personas insatisfechas con su vida. Piensan que, a su edad, ya su forma de vida o su forma de ser está determinada y creen que no pueden aspirar a grandes cambios. Sin embargo, tenemos derecho a intentar cambiar nuestra vida a cualquier edad.

Cuando se acerca julio, que es cuando decidí abrir mi propio centro de psicología, siempre pienso en lo importante que fue para mí tomar esa decisión.

En mi caso, tuve que esperar a tener 38 años hasta conseguir dar un giro importante a mi vida.

Pasé de tener una jornada laboral que consumía cerca de 12 horas entre transporte y horas de trabajo, a poder decidir cuántas horas trabajo al día.

Cambié el que otros decidieran mi salario, mis vacaciones, y me responsabilizaran de errores ajenos, a ser mi propia jefa.

Comencé a disponer de tiempo para mí y para mi familia y, me liberé de muchos de mis miedos.

Por eso, sé de primera mano que cambiar de vida sí es posible.

Cómo cambiar de vida a los 30, 40, 50 …

Antes que nada, quiero que sepas que los cambios no suelen resultar fáciles. No quiero que te pienses que todo es un camino de rosas porque no lo es.

En primer lugar, tendrás que pasar por una etapa de incomodidad con tu situación actual. Esa que te lleve a pensar en algo mejor, en otro estilo de vida.

Cuando estés en ella, la necesidad de prosperar en algún área y el miedo a lo desconocido lucharán.

No habrá una única batalla. Unas veces ganará la resignación y el miedo y otras tus ansias de cambiar de vida. Sin embargo, como diría algún general: “no importan tanto las batallas sino el conseguir la paz tras la guerra”.

Esta paz, en muchísimas ocasiones, llega simplemente por haberlo intentado, por haber luchado por lo que uno quiere.

Por lo general, somos un tanto “yonkis” de lo que conocemos. Buscamos la seguridad como si de una droga se tratase. Es por eso que, a veces, queremos dejar atrás algo de nuestra vida que no nos gusta, pero nos da seguridad, pero tras las primeras magulladuras del salto, se hace duro.

Si te ha pasado esto alguna vez no te preocupes, forma parte del proceso. Tan sólo es parte del proceso madurativo de tu capacidad de cambio.

Al igual que un atleta requiere de mucho entrenamiento para mejorar su marca, practicar, ensayar y no perder de vista el objetivo, será importante.

Por eso, cómo cambiar de vida a los 30, o a la edad que sea, implica plantearse distintas cuestiones.

Qué debes plantearte para que tu vida cambie

  1. Cuál es mi objetivo

Por ejemplo, no es lo mismo querer cambiar de oficio, que querer terminar relación con una alguien con quien convives desde hace 30 años. Tu forma de actuar tendrá vendrá marcada por muchas variables en ambos casos. Una de las más comunes es a quién afecta el cambio.

Es curioso, pero muchas personas que te quieren te frenarán en el cambio.

Algunas lo harán para protegerte, otras por sus propios miedos y otras, simplemente, porque tú te preocuparás por el efecto del cambio sobre ellas.

Es por eso que, además de tu impulso de querer cambiar, debes tener en cuenta otros aspectos.

Por eso, precisamente, es importante que aclares y definas bien tu objetivo.

Identifica qué es lo que está generando el malestar en tu situación actual y plantéate que factores influyen en ella.

A veces, no se necesita un cambio radical, sino simplemente un cambio pequeño que desencadene mover ficha.

Ten en cuenta que, si no defines bien tu objetivo tu vida comenzará a ir dando tumbos. Es más, puede que desperdicies algunas de las herramientas que tienes a tu favor.

Por eso, contar con la ayuda de un psicólogo te puede ser muy útil para conocerte y definir objetivos.

  1. Qué información tengo sobre el cambio de vida que quiero

Si me estoy planteando cómo cambiar de vida a los 30, quizás sea porque imagino otra vida mejor.

¿Te has planteado alguna de estas cuestiones?:

  • ¿Qué detalles concretos definirían la vida que quieres?
  • Especifica qué tendría de bueno y qué de malo ese nuevo estilo de vida.
  • ¿Qué es lo peor que podría pasarme si realizo o no el cambio?
  • ¿Tendría solución en caso de que llegara a ocurrir eso que temo?
  • En caso de que lo peor sucediera, ¿a quién acudiría, qué opciones tendría?…

Cuantas más preguntas vayas haciéndote y respondiéndote, más fácil te será allanar el camino incluso en tiempos difíciles.

En concreto, te animo a tener en cuenta algunas preguntas que suelo emplear en terapia:

  • ¿Qué pasaría si no das el paso?, ¿cómo te sentirías?, ¿cómo te sentirás una vez des el paso?
  1. De qué soy capaz de responsabilizarme

Cambiar de vida no es un juego. Como sabes, puede tener consecuencias. Esto lo sabes bien pues es lo que más suele asustar.

Es por eso que debes plantearte hasta dónde eres capaz de responsabilizarte.

A este respecto debo decirte que, por lo general, si trabajases para otro y te pidiera que te responsabilizaras de ciertas cosas, te esforzarías para hacerte cargo de ellas. Pues, ahora bien, te toca asumir ese rol de jefe/a de tu vida y responsabilizarte.

Ten en cuenta que no tendrás que ocuparte tú solo/a de todo, puedes contar con apoyo y ayuda de otros. Aunque eso sí, tú serás la persona responsable de decidir en quién te apoyas, cuándo y cómo.

Ya sabes que si deseas recibir mi ayuda profesional, me tienes a tu disposición. En cualquier caso, te animo a seguir reflexionando sobre 5 ideas importantes.

Qué ideas debes tener claras para conseguir el cambio que buscas

Aunque lo que te digo a continuación puede sonarte a topicazo, es importante mantener claras algunas ideas:

  • Aunque los busques, no hay atajos para el cambio y nadie puede hacerlo por ti.

El cómo cambiar de vida a los 30 y más, lleva implícito tu esfuerzo y valor para hacerlo. Aunque la suerte puede ayudar, de ti dependerá, en gran parte, el conseguir tus objetivos.

  • Tu edad biológica no es un lastre a la hora de hacer cambios, tu edad mental sí puede serlo.

Si tienes objetivos realistas, no importa tu edad biológica, sino las ganas que tengas de luchar por ello. Obviamente esto no garantizará que lo consigas, pero al menos sabrás que lo has intentado.

  • Recordar que todos tenemos fecha de caducidad te ayudará a darle más urgencia a tu cambio de vida.

Saber que aquí no hay un game over e inicio inmediato de partida, puede llevarte a pensar sobre si estás jugando la partida que realmente quieres. Arriesga más, con cabeza evidentemente, pero arriesga en aquello que te mueve las entrañas.

  • Tu autoestima y tu paciencia serán grandes aliadas en tu cambio de vida.

Si una semilla tarda un tiempo en germinar, no esperes cambios milagrosos en dos días. Creer en ti, en lo que vales y haces, te ayudará a no desesperar mientras logras la transformación que buscas.

  • Ningún plan es perfecto.

Antes de lanzarte a la piscina, debes saber que no existen planes perfectos. En esta vida, todo tiene, como poco, dos caras.

Es decir, tu cambio de vida tendrá pros y contras, y tendrás que estar preparado/a para asumirlos.

Ten en cuenta que no es lo mismo ver un proyecto de vida como una opción, que realizar ese cambio.

Ahora bien, si estás dispuesto a asumir el reto, adelante, no te preocupes por tu edad. La resignación envejece el alma. Si todavía tienes inquietudes que cumplir, mantén joven tu espíritu.

Si ya lo has hecho, y has conseguido cambiar de vida, me encantará leer en los comentarios tu experiencia.

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