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¿Casarse o terminar la relación de pareja?

Autora: Ana Hidalgo

Si en tu relación ha surgido el tema boda, es posible que alguno de los dos tenga dudas sobre casarse. Que no cunda el pánico, es algo totalmente normal.

Igual que existen muchos motivos tanto para casarse como para no casarse, también los hay para tener dudas.

Hoy quiero compartirte los principales con los que me encuentro en consulta, así como el qué se puede hacer al respecto.

¿Por qué hay dudas sobre casarse?

Seamos honestos, si tenemos dudas antes de comprarnos un móvil o unos zapatos, a pesar de que, con un poco de suerte, compartiremos un breve periodo de nuestra vida, ¿cómo no tener dudas sobre una propuesta que supone un compromiso, en teoría, de por vida?

Como mínimo, una propuesta de boda requiere al menos de una reflexión importante.

Algunas personas la aceptan o la rechazan con rapidez pues, probablemente ya lo habían reflexionado con anterioridad.

Sin embargo, es bastante común que la dichosa pregunta nos produzca cierto respingo la primera vez que sale el tema. Lo curioso es que muchas veces llega antes de fuera, que de dentro de la pareja, me explico:

En consulta suelo preguntar a mis clientes sobre cómo surgió la idea de casarse, quién planteó el tema boda, qué motivos le llevó a ello…

Con frecuencia escucho cosas como:

  • Fue a partir de la boda de un amigo, todos nos preguntaron que para cuándo la nuestra.
  • Nuestras familias no paran de insistir y lanzar indirectas para que nos casemos.

No digo que siempre sea así, hay personas que desean casarse desde la infancia. Recuerdo a un amigo que a pocos minutos de conocer a una chica les preguntaba si creía en el matrimonio. Para él la idea de matrimonio quedaba sobre la mesa desde el minuto uno, aunque no suele ser lo habitual. Generalmente nos damos un tiempo para conocer a quien tenemos delante antes de hacer esta pregunta personal.

Por eso, especialmente si la pregunta llega de improviso, es normal tener dudas sobre qué responder. De hecho, es una pregunta que puede llevarnos a reflexionar sobre muchos aspectos importantes.

¿Dudas sobre casarse o miedos sin resolver?

Si bien cada persona puede tener sus propios miedos o argumentos, estas son las principales luchas internas con las que suele lidiar la persona que tienen dudas ante una propuesta de boda.

  • ¿Si todo va bien entre nosotros, por qué hacer cambios?
  • ¿Estoy realmente con la persona adecuada?
  • ¿Es el momento propicio?
  • ¿Y si falla?
  • ¿Qué ocurrirá si no nos casamos, terminará la relación?
  • ¿Cambiará algo entre nosotros si nos casamos?
  • ¿Estoy preparado/a?
  • ¿Perderé libertad?, ¿supone que tendré que aguantar más a su familia?
  • ¿Realmente mi pareja quiere casarse o me lo pide por la presión social?

Si te fijas, detrás de estas preguntas hay miedos ocultos. Algunas de ellas muestran claramente que te asusta el cambio, el fracaso, la pérdida de libertad, la coacción social

¿Qué puedes hacer si tienes dudas antes de casarte?

Básicamente hay dos acciones que tendrás que emprender:

  • Reflexionar sincera y profundamente sobre ti, tu pareja y vuestra relación.
  • Hablar con tu pareja.

Cómo reflexionar contigo mismo/a para disipar miedos:

Escribe en un papel todas tus dudas y temores en relación al hecho de casarte. Al hacerlo, probablemente descubras que muchos son infundados o se deben a tu propia inseguridad, y otros son reales y deben abordarse.

Anota todos tus miedos, sin juzgarlos, aunque a primera vista ya veas que alguno es irracional. Es importante poner palabras a nuestros pensamientos y emociones para ir aclarándolas y hacerles frente.

Una vez los tengas escritos, analízalos. Por ejemplo, puedes plantearte de dónde vienen esos miedos, a qué se deben, si los modelos de familia o amigos cercanos han sufrido debido a ellos…

En consulta encuentro a personas que asumen que su matrimonio irá mal porque los matrimonios de sus padres y hermanos han ido mal. Olvidan que son personas diferentes en momentos y con circunstancias diferentes.

Otras, por ejemplo, dan por hecho que el casarse precipitará el tener hijos y con ellos se verá afectada su vida laboral. Sin embargo, olvidan que son ellas y sus parejas quienes marcan el ritmo de su vida, no el hecho de estar casados. Aquí se están adelantando a los convencionalismos sociales en lugar de valorar sus necesidades, deseos y recursos.

En otros casos, simplemente hay un gran miedo al compromiso. Ya hablé de ello en otro artículo, puedes pinchar aquí para leerlo.

A continuación, una vez analizados tus miedos y desechados los irracionales, traza un plan para hacer frente a esta situación. Tanto si finalmente decidís casaros como si no, aprovecha para sacar tus miedos de tu vida.

¿Qué puedes hacer para que estos miedos no decidan por ti ni limiten tu vida?

Hablar con tu pareja para que sea tu aliado/a ante tus miedos

Todavía no has dado una respuesta a tu pareja sobre la boda, por lo que ya sabe que estás reflexionando. Ahora que ya tienes localizados tus miedos, es momento de unir fuerzas para tomar mejores decisiones. Al fin y al cabo, las dudas sobre casarse, y las decisiones que se tomen, os afectarán a los dos.

Algunas cuestiones que debéis poner sobre la mesa son:

  • ¿Qué significa para cada uno de vosotros casarse?, ¿implica algún tipo de deber o derecho diferente a los que ya teníais como pareja?
  • ¿Amas y respetas a tu pareja y tu pareja a ti?
  • ¿Compartís valores, intereses y planes de futuro?
  • ¿Cómo imagináis que será vuestro día a día como matrimonio?, ¿cómo os visualizáis dentro de 2 años?, ¿y de 7?
  • ¿Qué podéis hacer para que vuestra relación no desencadene los miedos que están en tu lista?
    • Por ejemplo, buscad soluciones para evitar la rutina sexual, hablad sobre cómo será la relación con las familias políticas, el reparto de tareas, la economía, las salidas con amigos, aclarad el concepto de fidelidad que tenéis, el tema de tener o no hijos, el momento para ello, el tipo de educación que recibirían…

Qué evitar si hay dudas sobre casarse

Si eres tú quien tienes dudas:

Si todavía no has dado una respuesta a tu pareja sobre si aceptarás casarte o no, es probable que sienta nervios y miedo ante el posible rechazo.

Hablar claro con tu pareja sobre que tomarás un tiempo para la reflexión ayudará a que esté más en calma. Por eso mismo, no esquives el tema, simplemente marcad un tiempo para la toma de decisión. De hecho, escuchad sus reflexiones sobre por qué quiere casarse puede ayudarte a esclarecer tus ideas.

De igual modo, no cambies tu actitud hacia tu pareja. Tanto si os casáis como si no, a día de hoy sigue siendo tu pareja. Continuad hablando de vosotros, de vuestros proyectos, no pongáis en pausa vuestra relación, eso sólo la enfriará.

Si es tu pareja quien tiene dudas sobre casarse:

Asume que tu pareja no quiere tomarse la decisión a la ligera y por eso le llevará un tiempo decidir.

No la agobies preguntando constantemente por el tema, respeta sus tiempos de reflexión.

Esto no quiere decir que el tema matrimonio se convierta en un tema tabú, puedes dar tu punto de vista y tratar de aclarar sus dudas, pero sin agobiar o ser monotemático/a.

Cuando hables del tema, hazlo desde el respeto y la calma, entendiendo que puede tener sus motivos para las dudas. Al fin y al cabo, quieres que tu pareja se case contigo porque tenga convicción de ello, no por cohesión.

Ten presente que la demora en su respuesta, o incluso una negativa a tu propuesta, no significa que la relación deba terminar, sino que deben renegociarse ciertos términos.

Por ejemplo, igual que para ti el matrimonio puede ser un valor importante, quizás para tu pareja no lo sea. Es más, puede que vaya contra sus principios. Una propuesta intermedia podría ser convivir juntos sin más o haceros pareja de hecho.

De igual modo, tal vez quiera aplazar la boda hasta cumplir ciertas metas en su vida, le asuste el compromiso o haya tenido malas experiencias que le bloquean. En estos casos, tampoco se hace incompatible la relación, tan sólo habría que demorar la propuesta matrimonial un tiempo.

Cómo enfrentarse a las dudas sobre casarse. Algunas soluciones rápidas.

La clave para afrontar esta situación tan delicada está en tener diálogo, paciencia y respeto hacia las opiniones del otro.

A veces no se necesita una boda para cumplir con las expectativas que se desean con ella. Te pongo varios ejemplos:

  • Que quieres formalizarlo legalmente, tienes otras opciones, la “pareja de hecho”. No tiene exactamente las mismas ventajas legales, pero sí muchas.
  • Si en tu caso lo que te hace ilusión es hacer una gran fiesta y celebrar vuestro amor con la familia, puedes hacerlo igualmente. Elegid una fecha, reservad un restaurante y mandad las invitaciones. Si dejáis claro que para vosotros es importante que asistan, es muy probable que la “no boda” sea un éxito.
  • En el caso contrario, si tienes dudas porque no quieres ser el centro de atención, podéis celebrar una ceremonia íntima y más tarde comunicárselo al mundo. Lo mismo si te preocupan los gastos que genera o te agobian los preparativos.
  • Que te preocupa vuestro futuro, firmad un convenio o escribid vuestros votos, aunque no os caséis. Ya sabes que el futuro no está escrito, y el tener un documento legal no garantiza nada. Lo que sí aumenta las probabilidades de tener una relación sana y duradera es el cuidado que dediquéis a la relación y a vosotros mismos.

En cualquier caso, si las dudas sobre casaros os están incomodando más de la cuenta, ya sabéis que no tenéis por qué hacerlo solos. La terapia de pareja puede ayudaros a aclarar vuestra relación y disipar dudas al respecto. Por eso, si lo necesitáis, estoy a vuestra disposición. Podéis reservar una cita conmigo desde aquí mismo. 👇🏽👇🏽👇🏽

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