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Vuelve a disfrutar y a apasionarte con tu vida

Autora: Ana M. Hidalgo

Descubrir qué nos apasiona es el primer paso para poder disfrutarlo.

A veces caemos en la rutina, dejamos de esforzarnos, dejamos de probar cosas nuevas, de experimentar… y nos vamos conformando con el día a día tal cual nos llega, como suele decirse: “de casa al trabajo, y  del trabajo a casa”. Sin embargo, un día despertamos y vemos que esta situación no es sostenible, no somos felices. ¿Qué podemos hacer para cambiarlo?, ¿cómo encontar nuevas pasiones?

Dificultades comunes

Con frecuencia encuentro en consulta personas que han intentado reactivarse emocionalmente pero no lo han conseguido.

Con su buena fe han tratado ponerle remedio, especialmente en fechas señaladas, como el inicio de año, del curso, cumpleaños…. Así, se han planteado nuevos objetivos para lograr apasionarse más.

– “A partir de hoy empezaré a hacer cosas, cosas que me gusten de verdad”.

El problema es que la rutina nos ha enmohecido el cerebro, ya no sabemos qué cosas son las que nos apasionan, qué es lo que verdaderamente nos mueve. Es algo así como abrir la nevera sin saber qué quieres comer.

En este momento se despierta el trauma:

– “¿Por qué no me emociono ya con las cosas como antes?, ¿qué pasa conmigo?, ¿he perdido la ilusión por todo?”.

La rutina sólo te ha adormecido, como si de un gas tóxico se tratara, pero si ventilas bien tu cabeza podrás ponerte en marcha de nuevo.

Uno de los problemas más comunes es lo que se conoce como fatiga de decisión.

Ten en cuenta que tomar decisiones puede agotarte, y si vas dando tumbos puedes sufrir lo que llamamos “fatiga de decisión”. Es la sensación que tienes de darle vueltas y vueltas a un problema porque no sabes cómo salir de él. Sin embargo, encontrar aquello que nos apasiona no debería generarnos malestar.

En otras ocasiones, sí tenemos claro qué queremos probar para encontrar el qué nos apasiona. El problema está en que no damos el paso.

Si demoras dar el paso quizás hayas caído en la parálisis por análisis

Cuando ya sabes que quieres probar algo nuevo, pero sientes esos nervios en el estómago que te paralizan, y comienzas a postergar, es posible que estés en este otro conflicto que te impide avanzar.

La parálisis por análisis es un miedo que te retiene en la situación en la que te encuentes. Suele presentarse en forma de frases del tipo “y si…”, o también encontrando problemas mires donde mires en lugar de soluciones.

Para este tipo de casos recuerda ir paso a paso. Primero el uno y después el dos, y que es mejor hecho que perfecto.

En cualquier caso, si sigues estancado/a en una vida que no te convence y te sientes desilusionado, no te alarmes, tiene solución.

Cuando estamos ante estas situaciones el primer paso será redescubrirnos, volver a conocernos tal cual somos ahora mismo, así que manos a la obra.

Qué nos apasiona: Preguntas clave para descubrirlo

Practicar la observación propia, el autoconocimiento, será una forma esencial para descubir qué nos apasiona. Ten en cuenta que en cada etapa de nuestra vida nos mueven distintos propósitos y proyectos. Por eso, debes actualizar tu información.

Para ello, realízate las siguientes preguntas:

  1. ¿Cuáles son las cosas que consideras importantes para ti?
  2. ¿Tienes claro cuáles son tus valores?
  3. ¿Cuáles fueron los momentos más felices de tu vida?, ¿qué los hizo especiales?
  4. ¿Qué te hace reír o al menos te provoca una gran sonrisa?
  5. ¿Con qué actividades se te pasa el tiempo volando y les dedicarías todo el tiempo que pudieras?
  6. Si tus necesidades económicas estuvieran resueltas desde hace tiempo, ¿en qué emplearías tus días?
  7. ¿Qué cosas te hacen sentir en paz?
  8. ¿Sobre qué te encanta hablar o escuchar a otros hablar?
  9. ¿Qué te agradeceno por qué te felicitan los demás?
  10. Al final de tu vida, ¿qué te gustaría poder recordar?, ¿qué cosas te harían sentir orgulloso?

¿Y después qué?

Quizás las preguntas anteriores no hayan resuelto todas tus dudas, pero no necesitas que estén cristalinas. Si has contestado con sinceridad, es muy propbable que te hayan dado muchas pistas sobre qué puede apasionarte. Coge estas ideas y remágate, toca emprender acción, incluso anque tengas miedo de hacerlo.

Traza un plan para ir incorporando algunas de estas actividades en tu rutina, en tu día a día, y poco a poco ve ampliándolas. Ve regalándote momentos especiales.

Es muy probable que algunas de las actividades que venías realizando hasta ahora sean actividades que anteriormente te gustaban y apasionaban, si las encuentras, no las abandones, al menos no todavía. Ponte tus gafas de colores y empieza a mirarlas con otra perspectiva, realízalas viéndolas desde otro ángulo, quizás así redescubras los placeres que antes te brindaban y las retomes con más energía.

De igual modo, será importante que empieces a salir de tu zona de confort y pruebes cosas nuevas (si nunca has practicado escalada, por ejemplo, ¿cómo sabes que no te gusta? quizás descubras en esta actividad una de tus pasiones).

No sólo realices nuevas actividades, sino que además debes empezar a relacionarte con nuevas personas, no quiero decir con esto que abandones las que ya tienes en tu vida, sino que amplíes tu círculo social, de este modo,comenzarás a descubrir nuevos puntos de vista, nuevas actividades y nuevas ilusiones.

Pon en marcha estos consejos todos los días, al menos durante dos semanas seguidas, y verás cómo recuperas tu ánimo y empiezas a redescubrir tus pasiones.No tienes nada que perder, y sí mucho qué ganar, ¿a qué esperas? Ponte en marcha.

¿Y tú, has descubierto ya lo que te apasiona? Cuéntanoslo.

Si deseas recibir mi ayuda profesional, puedes contactar conmigo a través de este enlace, estaré encantada de ayudarte.

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Ana M. Hidalgo

www.terapiaconAna.com

Sobre la autora:

“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional.

Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.

Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor, psicología y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com”

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