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Por qué deberías aburrirte (solo hasta cierto punto)

Autora: Ana Hidalgo

Aunque el aburrimiento es una emoción poco estudiada, es más importante de lo que a priori pensamos. Además, es una de las emociones más frecuentes.

Como cualquier otra emoción, es importante saber de dónde procede y qué quiere enseñarnos a fin de entenderla y manejarla. Y es que, lo veamos o no, el aburrimiento tiene su lado bueno y su lado malo.

Conocer ambas caras te permitirá sacarle partido al aburrimiento o bien, prevenir sus peligros.

Qué es el aburrimiento

El aburrimiento es una de las emociones más comunes que existe y que aparece con frecuencia y facilidad. Como seguro que en ocasiones tú también la has sentido, puede que ya hayas notado que se relaciona con la tristeza y el fastidio.

También te habrás percatado de un efecto muy curioso que produce el aburrimiento: cambia nuestra percepción del tiempo, lo eterniza.

Cuando estamos aburridos solemos sentirnos molestos y desganados y, precisamente por eso, a veces se la considera una emoción negativa. Sin embargo, como tantas veces insisto, no hay emociones negativas (aunque sí molestas), pues todas nos enseñan algo.

El aburrimiento surge cuando lo que hacemos o tenemos que hacer no nos atrae ni satisface.

Podemos sentirnos aburridos cuando la tarea que realizamos es monótona, nos asusta o da pereza iniciarla, y también cuando no sabemos cómo invertir nuestro tiempo y tenemos la sensación de estar perdiéndolo.

En una era en la que en un click Google nos facilita el conocimiento universal, hemos aprendido a ser impacientes. ¡Lo queremos todo ya! Es por eso precisamente que muchas personas ven el aburrimiento como algo molesto y una pérdida de tiempo.

Pese a ello, y como ya te adelanté, el aburrimiento tiene dos caras, te lo explico a continuación.

Las dos caras del aburrimiento

Aburrirse puede ser bueno o malo, en función de cada situación o caso, te lo explico a continuación.

Por qué es bueno aburrirse:

Pese a que con mucha frecuencia solemos evitar el aburrimiento y asumimos que lo mejor es ser productivos en todo momento, lo cierto es que necesitamos aburrirnos, nuestro cuerpo y nuestra mente lo necesita.

Si llenamos nuestra vida con momentos de actividad constante, no tenemos tiempo para reflexionar ni relajarnos.

Como ya expliqué en otro artículo, estar siempre ocupado, no es bueno. De hecho, algunas personas han muerto por exceso de trabajo. De vez en cuando debemos liberar la mente, darle un respiro y eso precisamente, nos lo permite el aburrimiento.

Cuando te sientas aburrido/a disfruta tu parón, te llevará a ver la realidad desde otra perspectiva y aumentará tu creatividad. Al fin y al cabo, cuando nos aburrimos buscamos estímulos nuevos que nos animen, ya sea a través de fantasías, o a través de explorar la realidad.

Otra ventaja importante del aburrimiento es que nos permite acercarnos a nosotros mismos. Es decir, nos aísla del ruido externo para darnos tiempo a recapacitar sobre nuestra vida, pensamientos, emociones…

Por tanto, entre sus ventajas, está el impulsarnos hacia la curiosidad, la creatividad y la aventura, además de ayudarnos a vivir en el momento presente.

Es por eso que buscar una huida rápida contra el aburrimiento, a través del móvil, por ejemplo, puede ser contraproducente. Actuar así, de forma impulsiva para no sentirse aburrido/a te alejará de todos sus beneficios. Familiarízate con tu aburrimiento, dialoga con él y déjate llevar, permite que tu imaginación y pensamientos vuelen libres.

Peligros del aburrimiento:

Algunos piensan que huir del aburrimiento es algo así como tratar de escapar de un caniche. Quizás sus ladridos puedan ser incómodos, pero es poco probable que muerda.Sin embargo, esta emoción puede entrañar peligros que van más allá de la molestia temporal. De hecho, algunos estudios relacionan el aburrimiento con una tendencia a comer, beber o fumar en exceso, incluso al consumo e iniciación en drogas.

Es más, algunas investigaciones relacionan el aburrimiento con una disminución de la esperanza de vida. 😱 ¿Es esto posible? Lo cierto es que sí.

Como hemos visto, las personas que se aburren con frecuencia suelen llevar una forma de vida menos saludable. De ahí, que su esperanza de vida disminuya.

Además, dado que el aburrimiento se relaciona con la tristeza, los periodos de aburrimiento prolongado pueden arrastrarnos a la depresión. El aburrimiento crónico puede llevar a la pérdida de sentido de la vida y la ideación suicida.

Es decir, sentirse frecuentemente aburrido puede ser un síntoma de un malestar más profundo. Por eso precisamente, es importante revisarlo, esto ayudará a prevenir o actuar sobre males mayores.

Qué hacer ante el aburrimiento

Dado que aburrirse tiene ventajas y desventajas, es importante saber cómo entender el aburrimiento. Debemos aprender a ser tolerantes con esta emoción, acostumbrarnos a ella y escucharla. ¿Qué nos quiere comunicar?

Como hemos visto, el aburrimiento esporádico es totalmente normal y beneficioso. Su mensaje suele indicarnos que ha llegado el momento de hacer cambios.

Plantéate en qué situaciones tiendes a aburrirte, analízalas, pues esas serán las áreas en las que necesitarás ser más creativo.

Por ejemplo, si con frecuencia te aburres en tu trabajo, quizás sea el momento de plantearte si estás haciendo lo que te gusta. Ten en cuenta que no siempre nos divierten o apasionan las mismas cosas (de hecho, ya no juegas a las canicas o las muñecas). Perdemos aficiones y encontramos otras nuevas por el camino, aunque muchas veces basta con transformarlas y hacer algún pequeño cambio.

Sentir que te aburres con lo que haces te está mostrando que estás disconforme con ello. Puedes aprovechar ese bajón energía que da el aburrimiento para tomarte un tiempo y reflexionar sobre ello.

Utiliza tu aburrimiento como un sensor que te ayude a enfocar tu objetivo y mejorar tu vida. Úsalo para descansar, impulsar tu curiosidad y creatividad, y explorar en ti y en el exterior nuevas pasiones.

Por otro lado, si sueles aburrirte mortalmente y con frecuencia, quizás sea el momento de pedir ayuda. Muchas veces no somos conscientes de que estamos entrando en una depresión hasta que no estamos hasta el cuello. La desgana, el abatimiento, el cansancio prolongado y, por supuesto, el aburrimiento crónico, son síntomas depresivos. Desatenderlos puede llevarte a caer en un trastorno depresivo.

A este respecto, ya sabes que, si necesitas un poco de ayuda extra, me tienes a tu disposición.

Un ejercicio práctico

Algo que suelo decirles a mis clientes es que no hay que huir ante el primer signo de aburrimiento.

Permítete estar aburrido/a un rato, deja que tu imaginación viaje y tus pensamientos vuelen a donde te quieran llevar. Como hemos visto, aburrirse es necesario y beneficioso.

Ahora bien, si pasado un tiempito sigues igual, puedes recurrir a la técnica del tarro.

Técnica del tarro para el aburrimiento

Es una técnica muy sencilla, consiste en llenar un tarro con tareas que te motiven para que las tengas a mano el día que sientas aburrimiento.

Escribe una tarea diferente por cada papel que introduzcas en el tarro. Te animo a que no te limites a tareas ya trilladas y que te gustan, como tus hobbies, sino a introducir además pequeñas “chorradillas” o retos.

¿Recuerdas cómo te sentías cuando eras pequeño/a y hacías alguna travesura o gamberradilla como llamar al timbre de un vecino y salir corriendo?

Muchas veces los adultos se aburren porque han dejado de jugar y soñar despiertos. Por favor, que no sea tu caso, anímate a despertar la diversión en tu vida.

No hablo de poner maldades, sino de añadir pequeñas travesuras u ocurrencias a tu tarro. Obviamente ni es obligatorio, ni todas tus tareas tienen que ser de este estilo.

También puedes usar tus tareas para potenciar tu imaginación. Por ejemplo, en tu tarro puedes incluir actividades como: elige 3 objetos al azar y encuéntrales 5 utilidades nuevas. Aunque sencillo, es más entretenido de lo que a priori parece.

En cualquier caso, sal de tu zona de confort y alimenta tu tarro con ideas divertidas, que te motiven e ilusionen.

 Algunas de las actividades que yo suelo realizar son:
  1. Poner música y cantarla a pleno pulmón tipo karaoke. Cuanto más rara o difícil sea la letra, más me divierte berrear cantando. 🙏🏽Lo siento por mis vecinos. 🙏🏽
  2. Bailar o andar de forma extravagante por toda la casa (o donde me pille). Dejo la vergüenza fuera.
  3. Dibujar alternando la mano o con los ojos cerrados.
  4. Llamar a un amigo y ponernos al día o recordar anécdotas pasadas.
  5. Hacer limpieza (lo sé, suena raro, pero a mí me gusta la limpieza de zafarrancho, de esa que mueves muebles y los cambias de sitio).
  6. Darme una sesión de cuidados y mimos (un baño relajante, limpieza de cutis, pintarse las uñas…lo que te apetezca).
  7. Leer un buen libro o escribirlo 😉.
  8. Pasar un rato cuidando mis plantas.
  9. Hablar imitando acentos.
  10. Hacer manualidades…

Y tú, ¿qué haces ante el aburrimiento? Me encantará leer tus comentarios.

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