Factores que influyen en la resolución y pasos a dar
Autora: Ana M. Hidalgo
De niños no nos enseñaron cómo solucionar problemas. Sin embargo, la vida nos expone a ellos constantemente. Quizás, por eso precisamente, alguna vez te hayas planteado si existe una técnica sencilla para solucionar problemas.
Lo cierto es que sí la hay y ha sido muy estudiada en psicología. Tan solo tienes que seguir 7 pasos.
Ojo, esta técnica no es mágica ni es la panacea a todos tus problemas. Esta técnica tan sólo te ayudará a que los problemas no se te hagan bola y sepas cómo afrontarlos. A mí, personalmente, me parece que no es poco.
Antes de remangarnos y ponernos manos a la obra, creo que es importante aclarar algo.
¿Sabes cuándo estás realmente ante un problema?
Quizás te parezca una pregunta un tanto estúpida, pero no lo es. Con frecuencia tendemos a confundir los problemas con desgracias o catástrofes. Me explico con un ejemplo:
Una desgracia o catástrofe es que tu casa salga ardiendo. En este caso, no puedes hacer ya nada para remediarlo. Ahora bien, este hecho o desgracia, te plantea una serie de problemas como: dónde vivirás a partir de ahora o; cómo tramitar el siniestro con tu seguro…
La RAE define problema como “conjunto de hechos o circunstancias que dificultan la consecución de algún fin”. La clave está en DIFICULTAN. Los problemas nos dificultan el conseguir algo, pero no nos lo impide.
Es decir, a priori, los problemas, a diferencia de las desgracias o las catástrofes, sí tienen solución.
Ahora bien, para enfrentarte a un problema necesitarás conocerlo y conocerte, así como saber de qué herramientas dispones.
Por ejemplo, cuando estamos parados en una cuesta y notamos que el coche cae para atrás, en seguida tomamos acción. O bien pisamos el embrague y el acelerador para continuar nuestro camino, o tiramos del freno de mano para evitar que siga cayendo.
Esto podemos hacerlo porque sabemos que existen esas posibilidades, cómo se usan, y nos enseñaron a hacerlo.
Sin embargo, en nuestro día a día nos cuesta más emprender acción y poner freno a aquello que nos hace caer porque no conocemos la técnica a emplear.
Afortunadamente, el cómo solucionar problemas puede aprenderse, entrenando técnicas bastante sencillas.
¿Todos los problemas se solucionan igual?
No. Creo que esto es una obviedad que sin duda alguna ya has experimentado en tu vida.
Ni todos los problemas son iguales, ni todos se solucionan igual.
Por ejemplo, no es lo mismo resolver un problema matemático, que uno que implique habilidad motriz. Igual que no es lo mismo solucionar un problema por primera vez, que enfrentarte a una situación conocida en el que has sabido resolver el problema con anterioridad y sabes cómo hacerlo.
Es por eso que no todos los problemas se solucionan igual. Sin embargo, el cómo solucionar problemas, sí se ve afectado por dos factores: la autoestima y el autocontrol.
Cómo la autoestima influye en cómo solucionar problemas
La forma en que te enfrentes a tu problema dependerá de varios factores. Entre ellos, de lo capacitado que te sientas de afrontarlo, del punto de vista con que lo mires (oportunidad o carga) …
Es decir, en función de cómo tengas tu autoestima y autoconfianza te será más o menos difícil resolverlo. Por eso precisamente, el cómo solucionar problemas con soltura pasa por cultivar la propia autoestima.
Lo sé, los psicólogos solemos sacar la autoestima para todo y, aunque tener una buena autoestima no te va a garantizar que tus problemas se solucionen, sí te va a dar una gran ventaja. Te va a permitir enfrentarte a ellos con el empoderamiento que necesitas para arrancar.
Importancia del autocontrol en la solución de problemas
Otro factor importante a la hora de solucionar problemas es el grado de autocontrol que tengas.
Algunas personas obtienen malos resultados a la hora de solucionar sus problemas porque pecan de exceso o déficit de autocontrol. Me explico:
Si eres de esas personas que le da vueltas y vueltas al problema, es probable que no quieras asumir ningún riesgo y que te cueste lanzarte a la acción. Es decir, te quedas pensando en el problema en lugar de actuar para solucionarlo. Si esto ocurre con frecuencia, al final los problemas se acumulan y la sensación de incapacidad crece, por lo que vuelves a darle vueltas tratando de hacerlo mejor la siguiente vez. Paradójicamente, esto hace que vuelvas a quedar paralizado.
En el otro extremo están las personas en las que la impulsividad les arrastra. Tienen tanta prisa por resolver el problema que les preocupa que olvidan estudiarlo con detenimiento y analizar sus opciones. Con frecuencia, actúan sin pensar, lo que los llevará a muchos problemas mal resueltos. Esto a su vez puede generarles una mala experiencia y hacer que sientan un mayor malestar ante el siguiente problema, que tratarán de alejar de ellos lo más rápido posible, y los llevará a volver a actuar de forma impulsiva.
Por estos motivos, como paso previo, te animo a cultivar tu autoestima y tu autocontrol.
En cualquier caso, ahora que ya conoces estos factores, si estás dispuesto/a a buscar solución a los problemas que te sobrepasan, te aconsejo seguir 7 pasos.
Pasos para solucionar problemas
1. Detecta el problema
Difícilmente vas a solucionar un problema que no sabes que tienes. Por lo general podemos detectar un problema cuando notamos que algo nos afecta en algún área de nuestra vida (nuestra salud física, psicológica o emocional, nuestras relaciones sociales, familiares o de pareja, nuestra economía, nuestro ocio, nuestro trabajo…)
De hecho, solemos sospechar que hay un problema cuando nos sentimos mal física o emocionalmente, no logramos los resultados obtenidos, los demás nos insisten sobre ello, nuestras acciones nos llevan a consecuencias negativas…
2. Defínelo lo mejor posible
Una buena estrategia para lograr definirlo será hacerse preguntas sobre el mismo:
- ¿Qué sucede?
- ¿Cuál es el problema?
- ¿Cuándo sucede?
- ¿Cómo se manifiesta?
- ¿A quién afecta?
- ¿Cuándo comenzó?
- ¿A qué puede deberse?
- ¿Con qué frecuencia ocurre?
- ¿Hay alguien que ya pasó por este problema?, ¿cómo lo resolvió, qué herramientas uso, qué tal le fue el resultado, qué pudo mejorarse de su estrategia…?
3. Decide qué hacer, qué quieres lograr
Esto es, marcar un objetivo. Una vez más, puedes hacerte preguntas: ¿qué es lo que quiero conseguir?, ¿por qué motivo?, ¿para qué?
Por ejemplo, he visto que tengo un problema de sobrepeso, mi objetivo puede ser perder X kg para mejorar mi estado físico y sentirme mejor ante el espejo.
Ten en cuenta que es más sencillo subdividir un problema grande en objetivos más pequeños y manejables.
4. Realiza una lluvia de ideas
Busca todas las soluciones posibles que se te ocurran.
Haz una lluvia de ideas y anota todas las alternativas posibles, no importa que algunas de ellas sean muy locas, quizás más adelante te sirvan de idea para alguna otra.
Lo importante en esta etapa es formular alternativas, más tarde se verán cuáles son las que más nos interesan.
También puedes pedir consejo u opinión a otros a fin de generar más alternativas.
Siguiendo con el ejemplo anterior, para reducir peso, puedes decidir mejorar tu alimentación, hacer ejercicio, tomar una medicación especial, trucar la báscula en la que te pesas habitualmente… lo importante es inventar alternativas, todas las posibles, sin juzgarlas.
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Decide la opción u opciones más adecuadas
Para ello, puedes listar las ventajas y desventajas de cada una de las opciones encontradas y valorar cada una de ellas de 0 a 10 (0 muy mala opción y 10 idea muy acertada).
De este modo, sumando las ventajas y desventajas de cada alternativa, podrás ver más fácilmente cuál es la opción más conveniente.
Recuerda que, en muchas ocasiones, la unión o combinación de varias opciones puede dar lugar a una mejor opción.
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Elabora un plan de acción
Analiza qué recursos necesitarás para poner en práctica tu plan de acción.
Concreta cuándo lo iniciarás, durante cuánto tiempo, qué inversión de tiempo, esfuerzo y dinero requiere, concreta cada uno de los pasos y estructura todos los detalles posibles a fin de poder seguirlo con mayor facilidad.
Dado que todo cambio requiere esfuerzo y algún tipo de sacrificio, te será de gran ayuda anotar en un lugar visible tu plan indicando tu objetivo, explica también tu para qué quieres lograrlo, esto te permitirá tenerlo en mente y te ayudará a darte fuerzas en los momentos más duros.
Por ejemplo: Quiero mejorar mi estado de salud física para poder realizar más actividades sin cansarme (montar en bici, pasear…).
Para ello, he decidido bajar X kg en X meses.
Esto lo lograré estableciendo un menú diario elaborado con la ayuda de un nutricionista que comenzaré el día X, además vaciaré la despensa de productos con alto contenido calórico, cocinaré la cantidad justa para no repetir, limitaré al mínimo o eliminaré la comida precocinada, …
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Pon en marcha tu plan y revísalo periódicamente.
Esto te permitirá comprobar si te acercas al logro de tu objetivo o no y, en tal caso, poder reajustarlo si fuese necesario.
Al poner en marcha nuestro plan, es posible que nos encontremos con dificultades que no habíamos previsto.
Por ello, es conveniente contar con un plan estructurado pero abierto, que permita la revisión, la adaptación a la nueva realidad que se nos plantea y que nos permita volver a fases anteriores si fuese necesario (es probable que nuestro problema estuviese mal definido, o que nos hayamos saltado incluir un paso intermedio en el plan de acción).
Lo importante es mantener el objetivo claro, formularlo de forma adecuada, y perseverar.
Es tu turno…
A medida que practiques estos 7 pasos para solucionar tus problemas te será más fácil tomar decisiones y solucionar problemas que te vayan surgiendo.
Ten en cuenta que, por lo general, no existen soluciones perfectas a los problemas, por eso es importante saber discernir entre todas las opciones posibles y averiguar cuál es la más adecuada.
¿Necesitas ayuda con tus problemas? Recuerda que entre tus alternativas siempre estará el poder pedir la ayuda que necesites.
Si deseas recibir mi ayuda profesional, puedes contactar conmigo a través de este enlace, estaré encantada de ayudarte. Si lo prefieres, puedes reservar tu cita directamente aquí abajo👇🏼👇🏼
Indícanos cómo has resuelto alguno de tus problemas, tus estrategias y opciones de acción pueden servir de inspiración a otros.
Sobre la autora:
“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional.
Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.
Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com”
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