google-site-verification: google7dcda757e565a307.html

Qué hacer para no pensar tanto las cosas

Si le das muchas vueltas a las cosas, tal vez te hayas planteado qué puedes hacer para no pensar demasiado.

En consulta me encuentro con personas que le dan muchas vueltas tanto a lo bueno como a lo malo. Pese a lo que pueda parecer, ambas opciones pueden complicarte la vida.

Por ejemplo, pensar demasiado sobre lo bueno que te va a suceder te puede decepcionar si no se cumple. Además, te puede llevar a pensar como en el cuento de la lechera, exagerando y distorsionando la realidad. Es más, puedes quedar paralizado por el posible éxito que todavía no has tenido y llevarte a procrastinar.

  • Si escuchan mi maqueta y les gusta, voy a tener que ir a la radio a presentarla. Entonces no tendré tiempo de atender a otras responsabilidades que tengo ahora. Tal vez lo mejor sea que espere un tiempo a enviarla.

Pensar demasiado puede llevarte a la melancolía, la obsesión, e incluso la desidia. Por eso, saber qué puedes hacer para no pensar demasiado puede convertirse en tu gran aliado ante estas situaciones.

La sensación de no parar mentalmente

Quizás alguna vez has tenido la sensación de que tu mente no para, es como una radio encendida que no puedes apagar.

Le das vueltas a todo lo que has dicho, hecho, a lo que puede pasar, a lo que te ha sucedido… y sólo te gustaría gritar un enorme ¡basta ya!

Cuando esto sucede, con frecuencia cuesta mantener la atención, dormir o incluso ver más allá de lo que te preocupa.

En el caso más extremo, el exceso de información y la gran velocidad que alcanza la mente, puede llegar al fenómeno conocido como taquipsiquia (algo así como una taquicardia psíquica, donde abundan pensamientos a gran velocidad).

Sin embargo, sin necesidad de llegar a ese extremo, es posible que hayas notado que en ocasiones piensas demasiado.

Yo te reconozco que a mí me sucede a veces, especialmente si voy a iniciar un nuevo proyecto me emociono. De hecho, tengo que pararme y realizar alguna de las estrategias que te comparto a continuación para parar mi mente y que el entusiasmo no me quite el sueño.

Pensamientos frecuentes sobre los que solemos pensar demasiado

Si bien cada persona es distinta, en consulta muchas me muestran que les cuesta no pensar demasiado en alguno de estos tres tipos de pensamiento:

pensamientos en bucleLos pensamientos Ikea

Como diría mi hermano, en esta categoría están los pensamientos Ikea, es decir, los que te montas tú mismo/a.

En estos casos, no existe ningún problema presente, pero se anticipan futuros problemas. De hecho, algunos temen su posible existencia y otros aseguran su certeza. Me explico:

A algunas personas les cuesta centrarse en el presente y anticipan constantemente. Piensan demasiado sobre temas que empiezan por el famoso “y si…”.

  • Y si no encuentro trabajo.
  • Qué pasa si le pido una cita y me rechaza.
  • Y si enfermo…

En esta misma categoría estarían las personas que confunden su intuición con su poder de leer el futuro. Me refiero a aquellos que anticipan los acontecimientos futuros y sus rumiaciones van en torno a “seguro que…”.

  • Seguro que cree que soy idiota.
  • No va a salir bien, lo sé seguro.
  • Seguro que tengo algo grave…

Si lo tuyo es esta tendencia, mucho cuidado, puedes caer en problemas obsesivos.

Pensamientos Zoombies

Son aquellos que resucitas de tu pasado para tratar de entenderlo mejor o culpabilizarte constantemente. Suelen ser del tipo:

  • “Fui un idiota”
  • “No debí permitir que pasara”
  • “Cómo se llegó a esa situación”

Generalmente son pensamientos circulares que terminan por no llevarte a ningún sitio.

Los pensamientos monsters

Todos tenemos pensamientos monstruosos, de esos que nos repiten nuestro temor presente. Sería algo así como “esta noche sí o sí está el monstruo bajo la cama”.

Estos pensamientos se presentan cuando no conseguimos dar con una solución satisfactoria ante un problema que creemos real y actual.

Cuando esto pasa, nuestra mente intenta buscar soluciones a aquello que nos preocupa. Si lo piensas bien, esto en realidad es bastante bueno, sin embargo, llevado al extremo puede ser agotador.

Si nos enfocamos y ponemos toda nuestra energía solamente en aquello que va mal en nuestra vida, nuestro monstruo crecerá. Hablo precisamente sobre ello en otro artículo dedicado a los miedos.

La mente se queda enganchada en una subrutina que trata de encontrar la respuesta a aquello que nos preocupa, incluso aunque sea algo que no dependa de nosotros.

Parar y coger perspectiva te será de mucha ayuda.

  • Ya Ana, pero ¿cómo lo hago?, ¿qué puedo hacer para no pensar demasiado?

No te preocupes, un poco más abajo, en este mismo artículo te dejo unos consejos muy útiles.

Qué puedes hacer para no pensar demasiado cuando entras en bucle

Entender tus pensamientos

Antes que nada, te animo a entender tu propio pensamiento.

Tus pensamientos no son ni buenos ni malos, simplemente son más o menos útiles en un contexto determinado.

Por ejemplo, puedes tener pensamientos repetitivos y en bucle sobre el daño que puedes causar a alguien. Fíjate que sólo estás pensando, no estás ejecutando ninguna acción dañina. Quizás este pensamiento te incomode y se te presente más veces de la cuenta hasta el punto de no parar de pensar en ello y obsesionarte.

¿Quiere decir que ese es un pensamiento malo? No necesariamente. Por ejemplo, te puede ser muy útil si eres escritor y estás escribiendo una novela de terror. Sin embargo, ha llegado en un mal momento.

Si aprendes a ver tu pensamiento sin juzgarlo, te será más sencillo dejarlo pasar de largo. La meditación para este paso suele ir muy bien.

Realiza un registro de pensamientos

Con frecuencia oigo eso de me preocupo demasiado por todo y a todas horas. Sin embargo, el incluir esos “todos” hace que la premisa sea incierta.

Lo que puedes hacer para no pensar demasiado es ordenar tus ideas. Realizar un autoregistro te permitirá conocer en qué momentos le das más vueltas a las cosas, así como a qué cosas le das vueltas. Es muy probable que muchos de tus pensamientos sean exagerados, al hacer tu autoregistro lo verás más fácilmente. Ojo con los sesgos cognitivos, suelen estar muy presentes en las rumiaciones mentales.

Precisamente por eso son importantes los autoregistros. Cuando escribes tomas el control de la situación, la acotas, ordenas las ideas y puedes tomar perspectiva. De esta forma, puede descubrir qué es lo que realmente te preocupa, asusta o te agita. Una vez conocidos esos datos te será más sencillo tomar decisiones y actuar en consecuencia.

Ten en cuenta que cuando tu mente encuentra “la solución al problema que te agita” deja de seguir buscando respuestas.

Tantea la utilidad de tus pensamientos

Como hemos visto, no hay pensamientos buenos y malos, sino útiles o inútiles para un contexto determinado.

Si tu bucle de pensamientos te aporta algo, es útil, genial, exprímelo y sácale provecho. A veces el pensar demasiado sobre algo que te está aportando te puede llevar a conseguir un momento eureka.

Ahora bien, si aquello en lo que estás pensando no te aporta nada, búscale un cierre, salúdale y déjalo pasar. Ya hablé sobre qué hacer con los pensamientos molestos en otro artículo, te animo a echarle un vistazo.

Por ejemplo, a mis clientes los animo a buscar frases absurdas para sus cierres.

Ante los “y si” los animo a decir cosas como: tocaré la pandereta. Te pongo unos ejemplos:

  • “y si me atropella un coche, tocaré la pandereta”.
  • “lo que pasará si a mi jefe no le gusta mi proyecto, es que tocaré la pandereta”.
  • “si rechaza salir conmigo, tocaré la pandereta”.

Lo mismo para aquellas ocasiones en las que creemos adivinar el futuro:

  • “Seguro que no apruebo el examen y tocaré la pandereta para celebrarlo”.
  • “No encontraré pareja nunca y tocaré la pandereta”.
  • “Marisa es más guapa que yo y por eso tocaré la pandereta”.
  • “Tengo cita con el médico el jueves y no sé qué pasará, mientras espero que llegue, tocaré la pandereta”.

Ponte plazos para tomar acción

Con frecuencia le damos muchas vueltas a eso que no queremos o nos asusta hacer. Para no pensar demasiado sobre ello y evitar gastar recursos mentales, te propongo ponerte fechas para tomar acción.

  • “Pronto tengo que entregar mi proyecto, no sé cómo hacerlo, creo que no llegaré a tiempo, me va a salir mal, seré un desgraciado…”

Fíjate que aquí hay un hecho concreto y después un montón de miedos en forma de ideas que acechan. Investiga sobre el hecho concreto y ve concretando tu realidad en pequeños objetivos manejables:

  • Hoy me enteraré de cuando acaba el plazo; mañana haré una lista de las personas que pueden ayudarme y contactaré con ellas; el día 3 escribiré la primera página…

Qué puedes hacer para no pensar demasiado en el pasado

En estos casos te animo a recurrir a la técnica del consejo de un amigo.

Escribe en una carta todo aquello que se repite en tu mente. Habla sobre lo que te aflige, aquello de lo que te arrepientes, lo que te echas en cara, te perturba…

Cuando lo hayas hecho, sal a pasear, distráete o, si fuese necesario, deja pasar unos días.

Después lee la carta que has escrito e imagina que el remitente es una persona a la que quieres mucho. ¿Qué le dirías a tu amigo si pensara eso y te contase esas cosas?, ¿qué consejos le darías?

Escríbele una carta a tu ser querido con esos consejos que le dirías tras recibir su carta. De esta manera, tu mente estará dando respuesta a tus pensamientos y emociones.

En cualquier caso, puedes echarle un vistazo a otro de mis artículos en el que hablo sobre cómo tu pasado no marca tu destino.

Tres estrategias rápidas para no pensar demasiado

  1. Distráete, busca cualquier otra actividad que requiera tu atención.
  2. Practica meditación o Mindfulness
  3. Exprésalo en voz alta y juega con tus pensamientos. Por ejemplo, si no tienes a un amigo cerca con el que desahogarte, ponle melodía y cántalo.

En cualquier caso, si sientes que te preocupas demasiado y te cuesta manejar la situación, recuerda que puedes pedir ayuda. Ya sabes que me tienes a tu disposición. Puedes reservar tu cita conmigo aquí mismo.

Cargando ...

Autora: Ana Hidalgo.

 

Compártelo con tus amigos