Cómo actuar ante una mentira
Autora: Ana Hidalgo
Descubrir una mentira de tu pareja no es agradable, sin embargo, es algo muy común. De hecho, es altamente probable que tu pareja te mienta.
Lo sé, suena fatal, pero trataré de explicarlo mejor a lo largo de este artículo. Por eso, antes de decidir qué hacer ante una mentira de tu pareja, tengamos en cuenta varios aspectos. Después, te propongo echarles un vistazo a las pautas sobre cómo actuar ante una mentira.
Empecemos aclarando qué son las mentiras.
Definición de mentira
La RAE nos define la mentira como: “expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.”
Sí, creo que esa parte la sabemos todos, pero yo quiero ir un poco más allá.
Mentir a tu pareja, por ejemplo, no es sólo decirle algo falso. Las verdades a medias, decir frases ambiguas con varias interpretaciones, manipular la información exagerando, minimizando u ocultando información… Todos ellas, también son mentiras., ¿o no?, ¿tú qué opinas?
Lo cierto es que no todos tenemos el mismo concepto de mentira. Algunos clientes me dicen que saben que mienten cuando sienten remordimientos. Sin embargo, creo que a veces se dicen mentiras muy a la ligera y las vemos como lo correcto.
Por ejemplo, cuando tu pareja te pregunta qué tal le queda la ropa que lleva y le dices que está fenomenal para que no se entretenga y llegar a tiempo al cine.
En muchas ocasiones simplemente buscamos una respuesta rápida, nos refugiamos en una mentira sin plantearnos si lo es o no.
¿Por qué mentimos?
Lo reconozcamos o no, mentir, mentimos. Y esto es algo que todos hacemos (incluso de forma inconsciente). Tenemos respuestas automatizadas y muchas veces ni nos fijamos en lo que nos preguntan.
De hecho, hay estudios con simios que aprendieron en lenguaje de signos que demuestran que incluso ellos también mienten.
Mentir es más natural de lo que pensamos. Los estudios apuntan a que, de media, colamos alguna mentirijilla cada 10 minutos de conversación.
Usamos la mentira para conseguir un beneficio, o bien, para evitar algún tipo de daño hacia nosotros o hacia otros.
Solemos mentir cuando:
- Nos sentimos inseguros y queremos ocultar esa inseguridad.
- Creemos que no podrán entendernos a nosotros o a nuestros motivos para actuar de un modo concreto.
- No tenemos confianza con la otra persona.
- Nos faltan habilidades y nos cuesta expresarnos y comunicarnos.
- Queremos no dañar o no ser dañados
- Pretendemos lograr algo que no conseguiríamos por otras vías…
Estamos programados para poder mentir, pues puede tener sus ventajas, e incluso puede ser una forma de expresar cariño.
Por ejemplo, es probable que no te importe que tu pareja te haya mentido en decir que has hecho los mejores macarrones del mundo. Sabes que tras esa mentirijilla hay tan sólo amabilidad.
Ahora bien, la clave está en la temática que encierre la mentira, en su forma, contenido y la frecuencia con la que miente.
Si te escuece decir o descubrir una mentira es por el trasfondo que esta implica. De ahí que no todas las mentiras las valoremos igual.
Ventajas e inconvenientes de una mentira
¿Cuántas veces te ha preguntado algún conocido por la calle cómo estás y has respondido que bien, pese a no ser del todo cierto?
Esta respuesta automatizada, por ejemplo, te ha ayudado a no preocupar a otros, ganar tiempo y preservar tu intimidad.
La mentira tiene ciertas ventajas, especialmente a corto plazo. Por ejemplo:
- Te lleva a sentir alivio por haber salido del paso.
- Tienes sensación de control y superioridad ante los demás.
- Puede ayudarte a adaptarte socialmente…
Entre sus desventajas más comunes, y que suelen darse más a largo plazo están:
- Inseguridad por miedo a ser descubierto generando incluso insomnio o reacciones somáticas, además de estrés y ansiedad.
- Sentimiento de culpa y remordimiento ante la mentira.
- Ruptura de la confianza con otras personas.
- Con frecuencia, una mentira exige otra para cubrirla, y otra, y otra…
Ahora bien, pese a que todas las mentiras tienen ventajas y desventajas, las mentiras no están bien vistas socialmente. De hecho, salvo excepciones, no nos gusta tener que mentir ni que nos mientan.
A mí, personalmente, no me gusta la mentira porque daña tanto a quien la dice como a quien la recibe. Pese a ello, asumo que hay mentiras tolerables y otras que no.
Tipos de engaños y mentiras
Básicamente encontramos las mentiras que buscan beneficiar sólo a quién miente, y aquellas que buscan el beneficio de otros.
Un ejemplo del primer caso podría ser una infidelidad. Por ejemplo, no cuentas que tienes un amante para poder seguir disfrutando de la seguridad que te da tener pareja/familia y la novedad y diversión que supone tener un amante.
Este tipo de mentiras, de ser descubiertas, pueden romper por completo la confianza. Además, a largo plazo, este tipo de mentira suelen dañar a quien las emite y a quien las sufre.
En cuanto a la mentira que se hace por beneficio/protección de otros, debes tener en cuenta que, lo que para unos es “ayudar”, para el que sufre la mentira puede no serlo. Es más, puede interpretar la mentira como un intento de control o burla.
Por ejemplo, algunos niños se sienten engañados y humillados al descubrir el pastel de los Reyes Magos, pese a que sus padres lo hayan hecho desde el cariño. Lo mismo ocurre en las relaciones de pareja.
En terapia encuentro personas que ocultan a su pareja que han arañado el coche o similar, para “evitarles un disgusto”. Sin embargo, si revisamos bien el trasfondo de la mentira, podemos interpretarla de muchas formas negativas. Te pongo dos ejemplos:
- No consideras a tu pareja capaz de afrontar un problema sencillo como el que ocultas. Es decir, tu mentira al ser descubierta puede expresar que le consideras inmaduro/a emocionalmente.
- No tienes la suficiente confianza con tu pareja como para sincerarte con ella, incluso en cosas pequeñas.
Como ves, la clave no está en si la mentira era muy gorda o no, sino cómo se interprete. Por eso, precisamente, te animo a ahorrarte mentiras siempre que te sea posible.
Qué hacer ante una mentira de tu pareja
Muéstrala
No trates de ocultar la mentira y vivirla en soledad. Las mentiras pueden ensañarnos mucho si nos atrevemos a mirarlas de frente.
No deberíamos acostumbrarnos a las mentiras. Las parejas son más fuertes cuando hay honestidad de por medio. De ahí la importancia de destaparlas.
Inicia un diálogo con tu pareja, no con la intención de juzgar, sino de entender y esclarecer. ¿Hay ocultas más mentiras?, ¿con qué frecuencia tienen lugar?, ¿conllevan consecuencias graves para alguien o para la relación en sí?, ¿hay arrepentimiento?, ¿se trata de una mitomanía o mentira patológica?
Mostrar no es juzgar, criticar ni tolerar la mentira ni a la persona que ha mentido. Tan sólo es comenzar a hacer patente la realidad que hay presente.
No te dejes arrastrar por el enfado
Descubrir una mentira duele, eso es así. Por eso no te sientas mal ante tu primera reacción de enfado, es comprensible.
Ahora bien, no te dejes arrastrar por el enfado ante una mentira de tu pareja. Con frecuencia reaccionamos en un primer momento de forma desmedida e impulsiva.
Antes de tomar ningún tipo de decisión al respecto, tómate un tiempo para pensar y reflexionar. No hace falta que sea un largo tiempo, simplemente da un paseo para calmarte antes, respira con pausa, todavía no conoces toda la realidad.
Ten en cuenta que perdonar una mentira puede llevar tiempo. Ahora bien, si tras meditarlo tienes claro que no estás dispuesto/a a perdonar ese tipo de ofensas, no te quedes ahí discutiendo sobre el agravio, reprochando y enfadándote, eso sólo echaría más leña al fuego. En lugar de eso, piensa en qué vas a hacer para continuar y salir adelante.
Ponte en sus zapatos
Entender los motivos que han llevado a tu pareja a mentir es un paso hacia la comunicación y el entendimiento. Ojo, entender sus motivos no significa estar de acuerdo con ellos.
Dicen que siempre hay alternativas a las mentiras, otra cosa distinta es que sepamos encontrar esas alternativas o queramos hacerlo.
Ten en cuenta que lo importante no es que tu pareja sea siempre honesta, pues la mentira puede ser adaptativa. Lo importante es que sea honesta en lo que realmente es significativo para vosotros.
Como dicen Fito&Fitipaldis en su canción: “No es porque digas la verdad, es porque nunca me has mentido”.
¿Sobre qué aspectos no toleraríais una mentira? Estos deben quedar muy claros dentro de una relación.
No busques venganza ni alardees de superioridad moral
Como hemos visto, lo reconozcamos o no, todos mentimos en cierto grado.
Aquí no hay superioridad moral que valga, al fin y al cabo, cada persona tiene sus propios valores y prioridades.
De hecho, las mentiras pueden ser simplemente un síntoma de que la relación de pareja ya estaba dañada de antes. Por ejemplo, te callas algo para no discutir con tu pareja cuando crees que la situación ya está delicada. Por eso, antes de juzgar tendrás que reflexionar sobre las distintas variables que han afectado.
Ponerte a su nivel y mentir, querer vengarte, sólo hará que comencéis una batalla campal y dañe más la relación.
Que una mentira de tu pareja no te convierta en quien no quieres ser.
Reflexiona sobre qué es lo que más te molesta de la mentira
Como veíamos, hay veces que la mentira de tu pareja te escuece no tanto por la mentira en sí, sino por lo que representa para ti.
Si crees que se están violando algunos de tus derechos o valores esenciales tendrás que hablarlo sí o sí.
Antes de hacerlo, pon en perspectiva el problema, fíjate en conductas concretas, no en las presuntas intenciones que crees estar descubriendo detrás de ellas.
¿Podría esa conducta tener alguna otra interpretación?, ¿tal vez podría sustituirse por otra con la que te sientas menos violentado/a?
Expón el problema a tu pareja hablando sobre los hechos concretos y tus sentimientos, sin interpretación, y deja que aporte su punto de vista al respecto. Recuerda hacer tu propuesta de actuación para futuras ocasiones.
Quedaría algo así: Pepe, cuando me has dicho (o me has ocultado) X, yo me he sentido …, me gustaría saber qué te ha llevado a actuar así. De ahora en adelante preferiría …
Intenta no obsesionarte
Lo sé, no es algo que hagas a propósito, simplemente esa idea pasa por tu cabeza una y otra vez.
Pensar en la mentira de tu pareja de forma obsesiva no mejorará la situación, sólo hará que te encuentres peor.
En otro artículo hablé sobre qué hacer con los pensamientos molestos intrusivos, échale un vistazo para que tengas más claro cómo puedes hacerlo.
Asume que no es una cuestión dicotómica
El que tu pareja mienta no es una cuestión dicotómica de si perdonas o no.
Es un aviso de que hay algo en vuestra relación que está fallando y conviene revisar. De hecho, conviene revisar todas aquellas situaciones que suelen desencadenar una mentira de tu pareja o tuya.
Tanto si la mentira es grande como si es pequeña, tanto si perdonas como si no, la realidad te está señalando que habéis pasado algo por alto.
¿Habéis puesto en común vuestros valores y vuestra forma de entender la relación? Quizás sea el momento de poner las cartas sobre la mesa y concretar cómo os gustaría que vuestra pareja reaccionara ante determinadas situaciones o conflictos. Por ejemplo, ¿prefieres que os maquille la realidad con una mentira piadosa o que la aborde de frente?
Se trata de aprender de la experiencia y proponer soluciones. Ten en cuenta que cuando el tema esté hablado y zanjado, no habrá reproches que sacar más adelante.
Plantéate, ¿qué he aprendido de esta experiencia?, ¿qué variables entran en juego?, ¿qué decisión quiero tomar a raíz de toda esta información?
Acudid a terapia de pareja
Como sabes, no todas las mentiras se viven igual, algunas escuecen más que otras.
Si la situación así lo requiere u os cuesta enfrentaros a una mentira grave, no tenéis por qué hacerlo solos.
La terapia de pareja puede ser una muy buena opción para enfrentarse a este tipo de situaciones.
A este respecto, si quieres que os ayude con vuestro conflicto de pareja, ya sabes que estoy a tu disposición. Puedes reservar una cita de terapia de pareja justo aquí abajo.
Bueno en principio yo pienso que me planteas una cuestión que lo único que ha hecho es entristecerse
Hace tiempo que sospecho que el chico que me gusta no es del todo sincero pero sus mentiras no creo y espero que no sean muy graves.Es decir yo le conozco más o menos y sé que es una persona bromista y entiendo un poco su sentido del humor y no creo que lo haga para hacerme daño pues soy consciente de ello y espero que no sea en cosas más importantes.Las considero bromas por ejemplo que me diga que está trabajando cuando creo que no es la hora de trabajar o se haga pasar por otra persona a veces.Me doy cuenta no me parece ni mal.lo conozco
Desde luego no sé si se tratan de mentiras más graves pero a ver es que estamos empezando yo no soy ni el es mi pareja de momento y lo que haya hecho antes de mi tampoco debería molestarme tanto. Ahora ya me estoy enganchando y si ahora me dolería mucho alguna infidelidad y creo que no la perdonaría sinceramente .He esperado mucho que se iniciase esta relación que fue muy saboteada y espero que no haya a partir de ahora ninguno de estos problemas. Yo en este momento empiezo a confiar en el.Quizas estaba inseguro o teme dañarne pero para mí eso no.es contar mentiras es en todo caso ocultar la verdad para no dañar.Yo tampoco estaba segura la verdad me vinieron muy malos rollos a mis oídos y prefiero creerle a el que a gente envidiosa y mala .Eso sí es grave que por envidia te hablen mal de la persona que te gusta y a esas personas habría que tratar no te parece.En adelante espero que ambos seamos sinceros.Yo lo considero ya mi pareja antes no.Gracias y un saludo.
Hola Carmen, muchas gracias por comentar.
Como bien dices, no hay que confundir una mentira con una broma. Ahora bien, y no digo que sea tu caso, hay personas que cuentan una mentira y cuando se les pilla responden con eso de “era una broma” para excusarse.
Y es que, el humor, a veces puede ser la máscara de algunas personas un tanto liantas.
Personalmente creo que el sentido del humor es importante, y no está reñido con la sinceridad. Obviamente, un mismo comentario puedo ser interpretado de distintas maneras en función de su entonación, el contexto, o la intencionalidad del oyente y del hablante.
En cualquier caso, animo a la sinceridad, aunque no siempre sea fácil.
Que disfrutes mucho de tu nueva relación. Un saludo.