google-site-verification: google7dcda757e565a307.html

cómo saber si contar una infidelidad

¿Se debe o no confesar una infidelidad?

Autora: Ana Hidalgo

¿Sabes cuándo se debe contar una infidelidad?

El amor, el desamor, los celos y las infidelidades son de los temas más populares que encontramos en la red. Tus propias experiencias, o las de personas cercanas a ti, pueden que te hayan llevado a plantearte si realmente se debe o no confesar una infidelidad.

Es por eso que antes que nada te animo a ponerte en la tesitura de ser tú quien des la respuesta a esta pregunta. Imagina que has sido infiel a tu pareja, ¿se lo contarías?

Ahora ponte en el lado contrario, en el que te han sido infiel, ¿realmente te gustaría saberlo?

Tras una infidelidad pueden pasar varias cosas:

Una de ellas es que descubras que quieres a tu pareja más de lo que pensabas y quieras retenerla. Por el contrario, puede que te sirva para darte cuenta que vuestra relación no tiene futuro.

De igual modo, tu pareja al descubrir tu infidelidad puede que se de cuenta que no quiere perderte y “se ponga las pilas en la relación” o, por el contrario, que descubra que no quiere continuar con la relación, que no le compense.

Como sabes, infidelidades hay de muchos tipos, algunas las consideramos como tales y otras no. ¿Crees que se debe actuar por igual en todos los casos?, ¿cómo saber si contar una infidelidad?

¿Todos los tipos de infidelidad tienen el mismo peso?

Si te has parado un momento a reflexionar sobre cómo te sentirías si descubres una infidelidad de tu pareja, puede que hayas llegado a la misma conclusión que algunos estudios. Lo cierto es que no damos el mismo valor a todos los tipos de infidelidades.

De hecho, lo que para unos puede ser infidelidad para otros puede no serlo. Es más, muchas parejas no son monógamas y no consideran las relaciones con terceros como infidelidad, aunque sí otros actos.

Algunos tipos de infidelidad comunes son:

  • Cibernética: chatear, tontear, practicar cibersexo, consumir pornografía…
  • Emocional: buscar el contacto físico (aunque no necesariamente carnal) en busca de cariño, atención, admiración, cuidado, seguridad…
  • Sexual: compartir relaciones carnales con terceros con independencia de si hay sentimientos románticos de por medio.

 

¿Has experimentado alguno de estos tipos de infidelidades?, ¿crees que son todas igual de graves?

Además del origen de la infidelidad, otro factor a tener en cuenta es la frecuencia. No todas las personas valoran por igual una infidelidad puntual que una recurrente.

Aquí hay quienes entienden mejor que sea puntual, y hay quienes ven mejor el enamoramiento y no un calentón.

Como ves, hay una gran variedad de posibilidades. La infidelidad, para algunos puede traducirse como una forma de deslealtad y ruptura de confianza; mientras que para otros puede ser un mero desliz.

Lo cierto es que quizás a ojos de tu pareja, no todas las infidelidades sean iguales (o sí).

Por ejemplo, algunas personas intentan excusar su comportamiento alegando embriaguez. Lo curioso, es que no suelen medir con el mismo rasero si es uno/a quien comete la infidelidad o si es su pareja.

¿Crees que entenderías igual una infidelidad si eres tú quien la comete que si eres quien la sufre?

Si hay discrepancias entre un lado de la balanza y otro, ¿cómo saber si contar una infidelidad o no? Es más, ¿cuándo se debe contar una infidelidad?

Una aclaración previa

Es importante que conozcas cuál es tu propia visión al respecto pues gustos y opiniones hay para todos los gustos.

Algunas personas piensan que el hecho de confesar una infidelidad es de idiotas:

  • Si no te han pillado, ¿para qué remover la mierda?

Otros en cambio lo ven como un acto de valentía:

  • La cagué, pero debe asumir mis actos y enfrentarme a sus consecuencias, debo ser valiente y confesar, aunque quizás mi pareja no me perdone .

También están aquellas personas que asumen el confesar una infidelidad como un acto de amor:

  • Quiero que nuestra relación se base en la sinceridad y sea mi pareja quien asuma si puede o no perdonarme.

Antes que nada, quiero que sepas que hay parejas que superan una infidelidad y otras que no. Hay veces en las que contarlo puede ayudar a unir la relación y otras en las que provoca una ruptura.

Es más, el mero hecho de perdonar una infidelidad, o cualquier otro agravio sentido, no significa que la relación continúe. El perdón hacia uno mismo por haber sido infiel y el perdón de la pareja hacia ese acto son importantes, pero no aseguran la continuidad de la relación.

A veces, se puede perdonar y no olvidar; otras incluso se pueden agradecer por ayudar a abrir los ojos ante la realidad de una relación que era deficitaria.

  • No sólo perdono tu infidelidad, sino que la agradezco, gracias a ella me he parado a reflexionar sobre nuestra relación y descubrir que no es como yo anhelaba.

Por eso, debes saber que perdonar y querer continuar con la relación no tienen por qué ir de la mano.

Factores a tener en cuenta antes de decidir si contar o no una infidelidad

Dado que cada persona es única, y cada momento en la vida de cada uno también lo es, te animo a reflexionar sobre varios factores.

¿Eres el tipo de persona capaz de guardar secretos a tu pareja?

Algunas personas llevan muy mal manejar el sentimiento de culpa, mientras que otros consideran el callar como un acto de amor hacia sus parejas (“no quiero que sufra por algo que ya no se puede evitar”).

¿Te conoces bien?, ¿sabes manejarte con tus emociones incluso aunque sean desagradables? Quizás aquí esté tu primer paso a dar.

Revisa tus valores y ponlos en una balanza mental, ¿qué es para ti más importante?

¿Qué te lleva a querer confesar u ocultar tu infidelidad?

Aunque existen muchos motivos para querer confesar una infidelidad, estos son algunos de los clásicos:

–          Sanear la propia conciencia.

Algunas personas quieren confesar su infidelidad simplemente para limpiar su conciencia, sin tener en cuenta los sentimientos de su pareja. ¡Cuidado con esto!

Si sólo buscas desahogarte para calmarte, lo que estás haciendo es pasar tu problema a tu pareja.

Contárselo no te convertirá en menos infiel. Quizás tan sólo sea un indicador más de que has vuelto a pensar en ti antes que en tu pareja.  ¿Has pensado en cómo puede afectarle este bombazo?

Trabaja sobre tu emoción de culpa, asume tu responsabilidad y acéptala antes de meter a tu pareja en este embrollo.

–          Fortalecer la relación

Como quizás sepas, las infidelidades no suelen aparecer así sin más. Generalmente suelen señalar alguna carencia a nivel de pareja o personal.

En estos casos, confesar una infidelidad puede ser una forma de sacar a la luz los puntos débiles de la relación para poder reforzarlos.

Sincérate contigo y plantéate el para qué de tu confesión o silencio, ¿cómo podría beneficiaros o perjudicaros como pareja?

–          Limpiar su imagen

Algunas personas confiesan cuando ya se sienten acorraladas. Por ejemplo, si otra persona amenaza con contar su adulterio, prefieren confesar antes. De este modo creen que podrán suavizar el golpe o contar su versión.

Creen que así podrán dar una mejor imagen ante su pareja y “el castigo” será menos severo.

–          Finalizar la relación

En muchos casos me encuentro con personas que quieren finalizar su relación de pareja y no saben cómo hacerlo.

Piensan que tener una relación ilícita puede ser la gota que colme el vaso para que su pareja les deje y, si no la descubren, terminan confesándola.

–          Venganza

Algunas personas tienen relaciones ilícitas como forma de vengarse de su pareja. Es por eso que deciden confesarla a fin de herir a quien les agravió de algún modo.

¿Has pensado qué significó para ti y si quieres o no continuar con la infidelidad?

Si vas a continuar con tu infidelidad, quizás debas plantearte si merece la pena continuar o no con tu pareja. A lo mejor te estás complicando la vida cuando ya tienes claro lo que quieres.

En cualquier caso, tanto si quieres continuar con tu amante como si no, reflexiona sobre qué significó para ti.

Saber qué ganaste con dicha infidelidad o te empujó a ella te ayudará a poder entender tu realidad. Quizás buscabas nuevas experiencias, mejorar tus relaciones sexuales, evadirte de problemas…

Entender los motivos que te han llevado a la situación en la que estás te permitirá tomar mejores decisiones.

¿Crees que tu pareja es de las personas que querrían saberlo?

A este respecto he oído de todo, desde:

  • “hubiera preferido no saberlo, ha dañado nuestra confianza para siempre”.

Hasta:

  • “Al confesarlo ha demostrado que confía en mí lo suficiente como para que podamos abordar este problema juntos”.

Si tu pareja te ha insistido hasta la saciedad en la importancia de la honestidad y sinceridad, probablemente quiera saberlo. En este caso, la sinceridad será más valorada que la ocultación.

Por el contrario, hay parejas que prefieren no hablar de temas delicados y vivir en la tiniebla. Si tu pareja se ajusta mejor a este perfil, quizás callarse pueda ser una buena opción.

Como ves, no existe una norma fija que sirva para todo el mundo. Cada persona deberá sopesar estos factores antes de decidir si confesar o no su infidelidad es lo más apropiado.

Cuándo se debe contar una infidelidad

Aunque te falte valor para reconocerlo, considero que hay situaciones en las que es importante confesar una infidelidad. Te doy varios ejemplos:

  • Si hay embarazo de por medio con la tercera persona.
  • En caso de riesgos de transmisión de enfermedades (ej. Sífilis, vih, papiloma…).
  • Si el bienestar emocional de tu pareja puede dañarse ante sus obsesiones por conocer la realidad.
  • Cuando tu pareja te ha pillado o está a punto de hacerlo…

Estos son sólo algunas directrices que espero te ayuden a reflexionar antes de decidir si contar o no una infidelidad. Ahora bien, me encantará leer tu opinión en los comentarios: ¿perdonarías una infidelidad?, ¿preferirías que te la confesaran?, ¿has ocultado o confesado alguna?

En cualquier caso, recuerda que si estás en esta delicada situación y deseas recibir mi ayuda profesional, me tienes a tu disposición.

Cargando ...
Compártelo con tus amigos