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Sincérate contigo mismo, descubre cómo saber si has pasado página de tu pasado.

Autora: Ana M. Hidalgo

Dejar atrás el pasado y pasar página no siempre es fácil.

En ocasiones creemos que hemos superado algo y podemos continuar con nuestra vida porque lo vemos muy lejano pero, de repente, volvemos a tropezar con los mismos problemas no resueltos.

Nuestro pasado nos acompaña y los temas pendientes nos persiguen hasta que se zanjen y consigamos pasar página.

Pero, ¿cómo saber si ha sanado ya la herida, si está ya solucionado y hemos logrado pasar página?

3 claves para saber si estás avanzando y no sigues atado a tu pasado

  • Si quieres pasar página, revisa tus pensamientos:

Con frecuencia las cosas que dejamos sin terminar permanecen en nuestra cabeza como una especie de subrutina que se despierta cuando menos te lo esperas y eso puedo impedirte pasar página.

Seguro que en alguna ocasión no recordabas el nombre de tu actor favorito o el título de una canción y, cuando dejas de preocuparte por ello y crees que lo has olvidado… zas, recuerdas sin problema su nombre mientras preparas la cena.

Cuando sientas que tus pensamientos todavía viajan por esa persona o esa situación del pasado con cierta frecuencia, probablemente tu mente te esté advirtiendo de que olvidaste hacer algo.

Tu mente te advierte así de que quedó algo pendiente y por tanto, el tema queda abierto.

  • Revisa tus comportamientos:

Si no logras pasar página sobre algún tema de tu pasado, es probable que, consciente o inconscientemente, te encuentres con frecuencia hablando a tus amigos y familiares de esa persona o acontecimiento pasado.

De igual modo, también es probable que dejes de frecuentar ciertos sitios por temor a los recuerdos, o evites hacer ciertas cosas por miedo a que se repita la misma historia del pasado.

Como supones, esto indica que la herida sigue abierta, que tu pasado te duele y por tanto, no está superado.

  • Revisa tus emociones:

Quizás creas que todo está bien porque no evitas situaciones relacionadas con tu pasado, ni hablas o piensas con frecuencia de aquello que te afectó, sin embargo, otro indicativo de que todavía no has terminado de asumirlo y de pasar página se refleja en el dolor que sientes cuando alguien te lo recuerda.

Es decir, no es indiferente para ti.

Cuando se vive una mala experiencia, no basta con olvidarla, sino que hay que perdonar.

Debes perdonar a la persona que te originó ese dolor y debes también perdonarte a ti mismo para poder ser libre.

No tienes que esperar a oír una disculpa para poder perdonar, debes liberarte de la carga de ser víctima.

De igual modo, tienes que aprender a perdonarte a ti mismo: por las decisiones tomadas, por los actos realizados…

Revisa tu pasado y se honesto contigo mismo.

Si te ves reflejado en alguna de estas 3 situaciones es probable que no cicatrice bien la herida y que se abra en el momento menos oportuno.

Si deseas recibir mi ayuda profesional, puedes contactar conmigo a través de este enlace, estaré encantada de ayudarte.

Ana M. Hidalgo

www.terapiaconAna.com

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Sobre la autora:

“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional.

Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.

Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com”

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