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Mi pareja dice que no me quiere

Qué hacer ante el desamor de la pareja

Autora: Ana Hidalgo

Mi pareja dice que no me quiere y no sé qué hacer porque yo sí le quiero.

Probablemente, esta sea una de las frases que más leo entre las personas que me consultan por email.

A veces la vida nos tapa los ojos y nos impide ver lo que desde fuera parece sencillo. Como si en una película fuera, los protagonistas no son capaces de ver su realidad desde distintos ángulos, aunque el espectador puede adivinar la trama en poco tiempo.

Mi pareja dice que no me quiere, ¿qué hago?

Como decía, a simple vista puede parecer una respuesta muy sencilla: si tu pareja no te ama, la relación termina.

Ahora bien, en la práctica esto no es tan sencillo de afrontar.

Uno de los motivos principales es que los árboles no nos dejan ver el bosque. Estamos tan metidos en la relación que nos cuesta creer o asumir lo que sus palabras nos dicen.

  • Ana, mi pareja dice que no me quiere, pero no me lo creo. ¿Por qué sino me sigue llamando o tratando tan bien?

Otro de los motivos es el exceso de apego o dependencia que sentimos hacia esa persona. Vemos su ausencia como un peligro para nuestra vida o existencia.

  • Sin él/ella me muero, esto no puede terminarse.

De igual modo, creemos en la falacia de que nuestro amor será suficiente para ambos y podremos retenerlo.

  • Cuando se dé cuenta de lo mucho que le quiero cambiará de opinión. Mi amor puede con todo.

Ahora bien, si tu pareja te ha dicho que no te quiere, agárrate fuerte, se aproximan cambios en tu vida.

¿Cómo ha pasado, cuándo me ha dejado de querer?

Por lo general, nadie deja de querer a nadie de un día para otro, es un proceso.

Sin embargo, a veces nos pilla despistados y no lo vemos venir.

No sé si a ti también te habrá pasado alguna vez. Especialmente cuando era niña, en algunas ocasiones estaba tan metida en el juego que, aunque tropezara y cayera, seguía adelante.

No me paraba ni a ver si me había lastimado. Lo importante era coger al contrario o quitarle el balón para ganar el juego.

Sin embargo, en algunas ocasiones, alguien me avisaba de que mi pierna sangraba o estaba hinchada.

¿Cómo podía ser si ni siquiera recordaba ya la caída, si creía que no había sido tan importante el golpe?

Sencillo, porque la adrenalina de la situación bloqueaba el dolor y yo no le prestaba atención.

En consulta me encuentro a muchas personas que les ha sucedido lo mismo. Un día su pareja les dice que no los quieren, y no saben cómo ha sucedido.

Vivimos tan deprisa que no nos damos cuenta de que nuestra relación sangra o está inflamada. Lo malo de esto es que, a veces, cuando otro nos lo hace ver, ya es tarde.

Quizás hayáis discutido más de la cuenta últimamente, o habéis olvidado compartir momentos importantes. En cualquier caso, y sin daros cuenta, habéis andado con el tobillo torcido, hasta que el ligamento ha terminado rompiéndose. Es decir, lo vuestro se ha roto.

Qué hacer ante el desamor de la pareja

Si tu pareja te ha dicho que no te quiere, no hay mucho que hacer, hay que aceptar la pérdida de ese amor y transitar el duelo.

Como sabes esto conllevará varias fases.

Negación y negociación

  • Ana, es que mi pareja dice que no me quiere y no sé qué hacer.

Para empezar, te pido que seas sincero/a contigo mismo/a.

Sí sabes lo que hay que hacer, otra cosa es que no sepas cómo hacerlo o no quieras hacerlo.

En realidad, esa es la segunda fase del duelo, y es normal que te ocurra.

La primera ya vimos que era la negación, el no ver o aceptar la realidad de lo que está pasando.

Ahora lo que te ocurre es que quieres negociar esa realidad.

  • Ana, yo amo mucho a mi pareja y creo que, si insisto, cambiará de opinión.

Esto es un poco como querer tomar leche cuando acabas de descubrir que tienes intolerancia a la lactosa. Te apetece muchísimo poder tomarla, pero sabes que te hará mal.

Puede que quieras mucho a tu pareja, pero tu pareja a ti no y continuar con alguien que no te quiere sólo te va a lastimar. Aquí el amor propio es donde se pone a prueba.

Además, por si eso fuese poco, ya sabes que no puedes obligar a nadie a quererte.

  • Ana, pero sigue insistiendo en llamarme para asegurarse que estoy bien.

Ojo con esto, es posible que tu pareja se sienta culpable por dejarte. Pero sentirse culpable no es lo mismo que querer o amar a esa persona.

Además, puede que te quiera como amigo/a, o que solamente te tenga cariño. En cualquier caso, no te quiere como pareja y te lo ha dicho.

  • Algo podré hacer Ana, yo tengo amor para los dos.

Fíjate que si estás aquí es que sigues intentando negociar.

Si amas tanto a esa persona, no la retengas contra su voluntad, busca lo mejor para él/ella. Déjala libre. Si te ha dicho que no te quiere, es porque la magia se terminó.

Rabia

Cuando le hayas dado mil vueltas al asunto y no encuentres forma coherente de continuar, es normal enojarse.

Te enfadarás con tu pareja, que ya comenzarás a verla como ex. También lo harás con tus amigos, familiares o cualquiera que te pille a mano porque sientes que necesitas un culpable.

Es probable que sospeches de la existencia incluso de terceras personas, pero, sobre todo, te enfadarás contigo.

  • Soy tonto, mi pareja me dice que no me quiere y yo sigo amándola.
  • Tenía que haberlo visto venir.
  • No sé cómo no me di cuenta antes…

Desolación

Tras la rabia y la culpa llega un momento de desolación.

  • Qué voy a hacer si mi pareja dice que no me quiere, no sé vivir si él/ella.

En esta fase es común que sientas que ya lo has intentado todo y no puedes cambiarlo. Es por eso que la tristeza, la desolación y el desasosiego te acompañe.

Todo esto se hará una bola aún mayor si tienes idealizada a tu pareja o si tienes demasiada dependencia de ella.

Probablemente esa sea la fase más dolorosa, la fase por la que nos negábamos a ver la realidad. Al fin y al cabo, todos sabemos que el desamor duele.

Sin embargo, para superarlo, hay que transitarla, no hay atajos.

  • Entonces, ¿si mi pareja dice que no me quiere sí o sí tengo que sufrir?

Como suele decirse “el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional”.

Si alguien a quien tú crees que amas o aprecias deja de quererte es normal que te duela durante un tiempo. Es como la herida que sale tras la caída.

Ahora bien, si insistes en toquetearla una y otra vez, la costra de la herida cae antes de tiempo y la herida vuelve a sangrar. Es así como se inicia el sufrimiento.

Si te abandonas, dejas de relacionarte, insistes espiar a tu ex en las redes sociales… quedarás atrapado/a y sufrirás. Por ese motivo, suele decirse que, tras una ruptura, a tu ex ni mirarlo/a.

Al igual que cuanto más tiempo tardes en dejar tu pie en reposo tras un esguince, más empeorará. Cuanto más tiempo toquetees tu herida, más probable es que se cronifique o complique.

Aceptación

Cuando por fin te permitas a ti mismo aceptar las palabras de tu pareja, esas que duelen y te indican que toca un cambio entre vosotros, pasarás a la fase de aceptación.

Aquí podrás ver el bosque y no sólo los árboles. Serás capaz de ver tanto lo bueno como lo malo que hubo entre vosotros.

Es más, comienza a haber esperanza por pasar a una nueva y mejor situación. Transformar el dolor en una oportunidad de mejorar y avanzar.

Ahora bien, no se puede saltar directamente a esta fase, para llegar a ella hay que transitar todas las anteriores.

Superación

Finalmente, cuando la costra cae por sí sola, dejará una marca dentro de ti. Algo habrá cambiado, pero ya no dolerá, está interiorizado.

 

Como ves, hay un largo camino por delante. Por eso, cuando alguien me dice eso de: “mi pareja dice que no me quiere y no sé qué hacer”, yo les digo que lo que hay que hacer es simple: adaptarse a la nueva realidad.

Ahora bien, no hay por qué hacerlo sólo/a. Ya sabes que pongo mi ayuda profesional a tu disposición si la necesitas.

Trabajo el autorrespeto. Recuerda que todos/as merecemos ser amados y ser amados bien y si no te corresponden, a otra cosa mariposa.

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