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Cómo llegar a un acuerdo cuando tu pareja no quiere hijos

Tener hijos, ¿es cosa de dos?

Autora: Ana Hidalgo

¿Qué puedo hacer si mi pareja no quiere hijos?

Hoy en día no hay un formato estándar para una relación de pareja ni tampoco para ser padre o madre.

Es por eso que hay más posibilidades de las que podemos creer a priori.

Quizás en un primer momento hablasteis o no sobre el deseo de tener hijos, pero lo cierto es que las preferencias pueden cambiar con el tiempo.

  • Ana, cuando nos conocimos ninguno quería, pero ahora esto ha cambiado, yo sí quiero tener hijos.
  • Mi pareja me dijo desde el primer momento que no quería hijos, pero siempre pensé que cambiaría de opinión.
  • Siempre hemos querido tener hijos, pero ahora mi pareja no quiere hijos y me va dando largas.
  • Mi pareja ahora me dice que sí quiere hijos, pero prefiere adoptar y para mí eso no es lo mismo.

Vamos paso a paso antes de tomar esta importante decisión:

No importa que sientas que tienes razón o no, que es justo o injusto cambiar de opinión pues, aunque te quejes y te enfades por esta situación, existe una nueva realidad te guste o no:

La situación ha cambiado y ahora uno de los dos no quiere hijos.

¿Eso significa que debo renunciar a mi sueño de ser padre/madre?, ¿eso nos obliga a terminar con la relación?

Pues…depende.

Ante todo, vais a necesitar 3 aspectos muy importantes antes de tomar ninguna decisión: averiguar vuestros valores y anhelos más profundos, valor y habilidad para ser capaz de sincerarse con la pareja y encontrar alternativas.

1.- Averiguar vuestros anhelos, valores y deseos vitales.

Puede parecer algo muy obvio pero mi experiencia me ha demostrado que no lo es.

Muchas veces en terapia de pareja descubrimos de dónde nacen estos anhelos de tener hijos o de dónde surge este rechazo y, en muchos casos, son por motivos desconocidos incluso por la propia persona.

Plantéate para qué quieres o no quieres tener hijos.

Sin pensar mucho sobre ello te animo a que escribas unos diez finales distintos para la frase:

Tener hijos me servirá para…

En ocasiones las respuestas pueden ser muy esclarecedoras:

  • Para sentir que soy importante para alguien.
  • No sentirme solo/a.
  • Cumplir con las presiones sociales.
  • Hacer felices a mis padres…

Fíjate que aquí estás anhelando cosas que quizás puedas conseguir de otra forma distinta a la paternidad/maternidad.

Ahora realiza el mismo ejercicio, pero para la frase:

No tener hijos me servirá para…

En este caso sucede lo mismo, tus respuestas te ayudarán a entender mejor tu punto de vista.

  • No tener tanta responsabilidad.
  • Poder dedicar más tiempo a mi carrera profesional.
  • Tener toda la atención de mi pareja sin tener que compartirla.
  • Realizar otras metas importantes para mí (viajar, salir más…).
  • Asegurarme que no “la cago como padre/madre”.

Como ves, en algunas de estas respuestas se ve claramente cómo el miedo frena la decisión de tener hijos.

Recuerda, deja volar tu imaginación, sin censuras, escribe tantos finales como se te ocurran sin analizarlos a priori.

Lo bueno de este ejercicio es que puedes realizarlo en tu intimidad, sin dar explicaciones a nadie, simplemente viendo tu realidad al desnudo.

De este modo, podrás identificar más fácilmente tus anhelos vitales de vida y aclararte sobre qué quieres hacer realmente.

2.- Valor y habilidades para sincerarme con la pareja

No basta con saber tu punto de vista, hay que hablarlo de forma sincera y directa con tu pareja.

  • “Tendremos hijos en otro momento”

Este es un tipo de oración que no nos aportaría nada en este contexto, habría que concretar un poco más.

¿Cuándo es más adelante?, ¿qué factores tendrían que ocurrir?, ¿qué pasaría si estos factores no se dieran?…

Por eso antes de “la conversación”, os recomiendo que los dos hagáis primero por separado el paso uno de aclarar ideas para después ponerlas en común.

Para ello, os animo a dejarlo por escrito y preparar un pequeño guion previo antes de hablarlo.

Ten en cuenta que con frecuencia cuando tenemos que abordar una conversación importante tendemos a precipitarnos y no dejar hablar al otro o bien a olvidar ideas importantes en nuestro discurso.

Para evitarlo, prepáralo con anticipación, revisa que estén todos los puntos que quieres nombrar y antes de abrir la boca…para.

Sí, como lo oyes, antes de decir nada párate y deja a tu pareja hablar.

Escucha con atención sus argumentos, averigua sus motivos y puntos de vista y trata de ponerte en su lugar.

Ojo ponerte en el lugar de tu pareja no significa tener que estar de acuerdo, sino entender lo que quiere transmitirte más allá de sus palabras, comprender sus emociones.

En estos artículos te hablo precisamente sobre la escucha, echarles un vistazo te vendrán muy bien llegados a este punto:

Cómo puedo aprender a escuchar a los demás

Escuchas de verdad o solo oyes

Ahora sí, tras haber escuchado a tu pareja, toca exponer tus argumentos y aclarar aquellos puntos que no estén claros.

Algunos puntos que podéis abordar son:

– Posibilidad de tener hijos en acogida, adopción, inseminación, madres de alquiler…

– Cómo organizarse para no perder libertades personales ni de pareja en caso de tener hijos.

– Qué otros objetivos vitales podríais perseguir en caso de decidir no tener hijos…

Una vez hechos estos dos primeros pasos, toca buscar soluciones.

3.- Buscar soluciones

A priori casi siempre tendemos a ver las cosas o blancas o negras.

Por ejemplo, pensamos que o uno de los dos cede o cambia de opinión o hay que dar por finalizada la relación.

Sin embargo, existen más alternativas.

Por ejemplo, algunas parejas optan por la maternidad/paternidad dentro de la “soltería” y continúan su relación con su misma pareja.

Esto ocurre, por ejemplo, con parejas que no conviven juntas y, aunque no es la opción más usual, tampoco tu solución tiene por qué serlo.

Ten en cuenta que cada relación es única y eso os abre las posibilidades.

Vuestra decisión tan sólo tiene que ajustarse a vosotros.

Y es que, como decía al principio, a día de hoy hay muchos tipos de relaciones y por eso hay que adoptar medidas que se ajuste a cada caso concreto.

Pero… ¿Qué pasa si nuestros argumentos siguen chocando y no llegamos a ningún acuerdo?

Pues que tendréis que volver a reflexionar y dialogar.

Ahora bien, si tras darle muchas vueltas no llegáis a ningún acuerdo, toca reflexionar no sobre si tener hijos o no, sino sobre si alguno quiere ceder a las peticiones de su pareja y continuar la relación o no y bajo qué condiciones.

Ten en cuenta que, cuando hay amor en la relación no es fácil decidir romperla.

Sin embargo, recuerda que el amor no es el único ingrediente que necesita una relación para seguir adelante.

Para que te resulte un poquito más sencillo, realiza el ejercicio anterior dando múltiples finales a estas dos nuevas oraciones:

Pienso que si finalmente yo tuviera hijos sentiría…

Creo que si finalmente yo no tuviera hijos sentiría…

Tras las nuevas conclusiones, toca volver a dialogar y exponer la situación y decidir en una u otra dirección.

Ahora bien, si este proceso os resulta complicado o excesivamente duro para abórdalo con claridad, acudir a terapia de pareja os puede ser de gran ayuda.

A este respecto, si deseáis contar con mi ayuda profesional, ya sabes que me tenéis a vuestra disposición.

La terapia de pareja puede ayudaros a afrontar y clarificar este tipo de situaciones.

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Sobre la autora:

“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional.

Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas.

Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com”

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