google-site-verification: google7dcda757e565a307.html

Mucho más allá de la falta de apetito sexual

Autora: Ana Hidalgo


¿Sabes cuáles son los principales problemas sexuales en mujeres?, ¿te reconoces en alguno de ellos?

Cuando hablamos de disfunciones sexuales generalmente se nos viene a la mente la disfunción eréctil o la eyaculación precoz. Sin embargo, las mujeres también pueden padecer distintos tipos de disfunciones sexuales que pueden acabar afectando tanto a sus relaciones de pareja como a su propia autoestima.

Pero antes de hablar de ellas, vayamos paso a paso para que no nos queden dudas.

Qué es una disfunción sexual

La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la salud sexual como “un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad”. Señala además que “requiere de la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia”.

Es decir, se entiende la sexualidad bajo un enfoque bio-psico-social, lo que hace que tenga muchos matices a veces olvidados. Entre ellos, el hecho de que lo que es “normal” para uno, puede no serlo para otro. Es decir, dependerá de su valoración subjetiva y/o la de su pareja.

Además, dado que la sexualidad es algo bio-psico-social, cuando hablamos de problemas sexuales debemos tener en cuenta estos 3 factores.

El factor biológico, por ejemplo, puede afectarte a través de lesiones, enfermedades de transmisión sexual, problemas hormonales…

El factor psicológico puede influir en tu deseo, sentimiento de capacidad o incapacidad, tu ansiedad… Por eso, un problema sexual puede acabar dañando tu confianza y autoestima.

Así mismo, el factor social puede, por ejemplo, llevarte a sentir una gran presión social, adentrarte en conductas para las que no estás preparado, e incluso a conductas de riesgo.

Con todo esto en mente, es necesario tener una definición amplia sobre qué es o no un problema sexual.

En general, decimos que una disfunción sexual es una alteración en al menos una fase de la respuesta sexual teniendo en cuenta la satisfacción subjetiva.

Ahora bien, ¿cuáles son las distintas fases de la respuesta sexual de las que hablamos?

La respuesta sexual se divide en distintas fases o periodos. Las dificultades de cada etapa generarán distintos problemas sexuales que deben ser valorados y tratados para prevenir el “contagio” a otras etapas.

Estas fases son: deseo, excitación y meseta, orgasmo y resolución.

Si bien los principales problemas sexuales en mujeres que acuden a consulta suelen relacionarse con las fases de deseo, pueden aparecer disfunciones en cualquiera de las fases.

También hay que señalar que, los sistemas de clasificación diagnóstica incluyen además un apartado para las disfunciones por dolor. De hecho, la dispareunia o el vaginismo, están entre los principales problemas sexuales en mujeres.

Cuáles son los principales problemas sexuales en mujeres que vemos en consulta

A groso modo, podemos decir que, entre los principales problemas sexuales en mujeres encontramos el deseo sexual inhibido, el hipoactivo, la falta de excitación, la anorgasmia, así como los problemas relacionados con el dolor.

Problemas relacionados con el deseo sexual femenino:

Suelen manifestarse a través de la inapetencia sexual o falta de interés. Esto es, te costará encontrar fantasías o iniciar o responder a la iniciativa sexual de tu pareja.

Como decimos coloquialmente, sólo tener que pensar en el sexo te hará sentir pereza o malestar.

Entre las causas más frecuentes de este tipo de problemas están:

– Los problemas de pareja (falta intimidad, comunicación, afecto…).

– Los problemas psicológicos (relacionados con ansiedad, depresión, experiencias traumáticas).

– La falta de información o mala información sobre sexualidad (prejuicios, mitos, dudas…).

– Otros problemas sexuales propios o de la pareja (dolor, eyaculación precoz…).

Dificultades por falta de excitación:

Notarás que te cuesta excitarte. Esto es, lograr o mantener tu respuesta de excitación ante un estímulo adecuado en intensidad, duración y tipo.

  • ¿qué es esto de la respuesta de excitación, Ana?

Sencillo, al igual que los hombres cuando se excitan tienen una serie de cambios físicos, como la erección del pene, las mujeres también tenemos ciertos cambios físicos que preparan al cuerpo para la penetración.

Entre ellos, la lubricación, la erección del clítoris, hinchazón de los labios… En este caso, la sequedad vaginal puede ser un síntoma de ello.

Entre las causas más comunes para estos problemas están:

  • Problemas orgánicos (ej. sequedad por problemas hormonales o medicación).
  • Problemas psicológicos (desinterés de la pareja, miedos, creencias erróneas sobre sexualidad…).

Anorgasmia:

Antes que nada, recordarte que no todos los orgasmos tienen la misma intensidad, ésta puede variar incluso en cada relación.

Ahora bien, en consulta podemos encontrar distintos tipos de anorgasmias:

La anorgasmia primaria, si nunca has logrado un orgasmo; o la secundaria, si antes sí podías y ahora no.

De igual modo, puede ser generalizada (te ocurre siempre, en cualquier situación y con cualquier relación), o específica (sólo te sucede en determinadas ocasiones).

En cualquier caso, este tipo de disfunción puede deberse a distintos factores.

Desde causas orgánicas debidas a enfermedades, problemas físicos o consumo de fármacos, a causas psicológicas. Estas últimas son las más comunes.

En estos casos por lo general se relacionan con desconocimiento del propio cuerpo, falsas creencias, ansiedad …

Dificultades sexuales por dolor:

Entre los principales problemas sexuales en mujeres relacionados con el dolor, encontramos la dispareunia y el vaginismo.

Dispareunia:

La dispareunia se asocia con el dolor que se siente durante el coito.

Hay que aclarar que el que alguna vez hayas tenido dolor coital de forma puntual, no significa que tengas dispareunia. Sólo sería disfunción si es algo que persiste a pesar de que el coito se produzca en condiciones favorables.

En estos casos, aunque puede tener un origen psicológico, en la mayoría de los casos suele tener un origen físico. De hecho, entre sus causas más comunes están las infecciones vaginales o la falta de lubricación.

Es por eso que, ante el dolor coital, se recomienda primero descartar algún tipo de problema orgánico.

Vaginismo:

Respecto al vaginismo, es una contracción involuntaria de la musculatura vaginal que impide la penetración.

En algunos casos, puede producirse incluso más allá del coito, impidiendo la penetración de objetos o un dedo.  Debido a ello, se dificulta incluso la exploración ginecológica.

Entre las causas más frecuentes están una mala o deficiente educación sexual, el miedo al dolor, al embarazo, así como traumas relacionados con el sexo. Es por ello que, para esta dolencia, sea especialmente efectiva la terapia sexual psicológica.


Si bien estas son los principales problemas sexuales en mujeres, no te quedes con dudas.

Puedes reservar una primera consulta gratuita en la que te orientaremos sobre tu dolencia y su tratamiento.

Reserva aquí tu consulta
Sobre la autora:

“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional. Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas. Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com”

Compártelo con tus amigos