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Catedral de León, apuntalamiento y terapia

Autora: Ana Hidalgo

Es muy posible que conozcas una de las maravillas del arte gótico, la catedral de León. Quizás, lo que no sepas, es que su historia tiene importantes enseñanzas que puedes aplicar en tu vida.

De hecho, su historia es comparable con lo que les pasa a algunos de mis clientes antes de llegar a terapia. El paso de los años, las malas decisiones y las pésimas estrategias de solución, pueden hacer que tus cimientos se desmoronen.

Como sabes, el paso de los años no lo hace en valde. En ocasiones hace que no nos encontremos tan en forma como siempre, no sólo a nivel físico sino también anímico.

Sin darnos cuenta empezamos a soportar más cargas de las que deberíamos o para las que estamos preparados y eso puede suponer el inicio de nuestro derrumbe personal y emocional.

A la catedral de León le sucedió exactamente lo mismo y gracias a ella podemos aprender mucho sobre qué hacer y no hacer para recuperarnos de una situación así.

Breve historia de la catedral de León

La catedral de León comenzó a construirse a inicios del siglo XIII en una ciudad que, por aquellos entonces, contaba con poco más de 5.000 habitantes. Pese a ello, y en poco más de 50 años, se levantó la que todavía sigue siendo una de las mejores obras góticas de toda la historia.

Al igual que nos pasa a todos, el paso de los años acabó notándose. Algunos la vieron anticuada y hubo varios intentos de modernizarla, de cambiar su esencia. Sin embargo, estos cambios tan poco meditados casi acaban con la catedral.

Entre ellos, el error más memorable se dio durante el Renacimiento. En esta época se levantó una gran cúpula que resultó ser demasiado pesada. Esta necesidad de estar a la moda sin tener en cuenta la esencia de la catedral casi le supuso su derrumbe completo.

Intentos de solución

·         Linterna más ligera

Cuando nos damos cuenta que llevamos mucha carga, lo que solemos hacer es seguir manteniendo nuestro proyecto, pero aligerar las nuevas responsabilidades para no sobrecargarnos más.

Eso mismo es lo que intentaron algunos de los arquitectos de la catedral de León. Seguían empeñados en mantener la cúpula y pensaron en aligerar la linterna que la encumbraría. Sin embargo, esta solución no fue eficaz, seguía habiendo mucha sobrecarga.

·         Desarme de piezas

Al ver que la sobrecarga de la cúpula era realmente el problema, los arquitectos empezaron a retirarla sin más.

Eso mismo es lo que muchas amistades nos proponen para nuestros problemas. Es por eso que escuchamos frases como “si no estás bien con tu pareja o tu trabajo, sencillamente, déjalo”.

Sin embargo, como podemos aprender de la catedral de León, esto no es tan sencillo, hacerlo así, sin más, tampoco funciona. Es más, puede tener graves consecuencias.

De hecho, al ir retirando parte de la cúpula, los arquitectos vieron que la catedral comenzó a desmoronarse más rápido. Algunas de sus piedras estaban sosteniendo otras importantes y retirarlas así, sin más, facilitaba el derrumbe.

Aplicado a tu vida, podría decirse que, dejar algo sin más sólo te acarreará problemas, necesitas una estrategia.

Una solución inteligente que aporta la catedral

¿Qué se podía hacer entonces para salvar la catedral?

Mantener la cúpula hacía que se derrumbase rápidamente y quitarla, también.

El siguiente arquitecto probó una solución bastante inteligente.

Estudió a conciencia los planos originales de la catedral, e ideó un sistema de andamiajes específicamente diseñado para la catedral.

Apuntaló los puntos importantes que necesitaban apoyos y, hasta no asegurar sus pilares no comenzó a retirar aquello que la sobrecargaba y la estaba matando.

De esta forma, la catedral de León consiguió restaurarse y volver a servir para el culto después de varias décadas vacía.

Puntales de la vida

Como le pasó a la catedral, en nuestra vida ocurre lo mismo, hay partes de nuestra rutina de la que no podemos prescindir sin más, pues eliminarlas sin nada que nos sostenga nos haría caer fácilmente.

Por eso mismo, antes de decidir, es importante estudiar cada caso concreto, ver por dónde flaquea y buscar refuerzos o puntales para esas zonas que nos permitan, con precaución, avanzar en nuestra propia reconstrucción.

Eso es precisamente lo que hacemos en terapia. Construimos vías para el cambio específicamente diseñadas para cada caso, para cada cliente.

Vamos mucho más allá del mero consejo de un buen amigo bienintencionado, revisamos qué función cumple en tu vida eso que te produce malestar y te ayudamos a construir el andamiaje necesario que te ayude a retirarlo llegado el momento.

La catedral de León, sin saberlo, nos da una importante lección de vida, al mostrarnos que no debemos hacer cambios a lo loco y que el contar con la experiencia de un profesional puede sernos de gran ayuda.

Por eso, si tú necesitas ayuda para realizar algún cambio en tu vida, ya sabes que me tienes a tu disposición.

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