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El duelo de los «Casi Algo»: Un dolor de los que pocos hablan

Autor invidato: Esther Coronel

Es posible que estés más relacionado con los “casi algo” de lo que tú te crees. Si alguna vez has estado en una situación en la que te sentías como si estuvieras en una relación sin serlo oficialmente…¡Entonces has vivido un «Casi Algo»!

En este artículo, hablaremos sobre qué son los casi algo, esta etapa emocionante y a menudo confusa antes de entrar en una relación formal. Además, te ayudaremos a comprender por qué algunas de estas conexiones no llegan a buen puerto y cómo superarlas. ¡Vamos a sumergirnos en el mundo de los «Casi Algo»!

Qué son los “casi algo”

Antes de entrar en una relación oficial, hay una fase de conocimiento mutuo que puede ser emocionante y gratificante. Este limbo emocional en el que no terminas de tener claro si estás o no en una relación, es un casi algo. Por eso este término se acuña cuando una relación está iniciando, pero no se llega a formalizar todavía.

Durante esta etapa, te concentras en descubrir lo especial de la otra persona de muchas maneras:

– Se preocupa por tu bienestar.

– Te invita a cenar o a eventos.

– Comparte sus experiencias y recuerdos contigo.

– Mantiene conversaciones significativas y te escucha atentamente.

– Te llama o escribe por la noche para saber cómo fue tu día.

– Toma en cuenta tu opinión en decisiones importantes…

Esta etapa puede llenarte emocionalmente y, en ocasiones, llevarte a idealizar a esa persona y la relación que están construyendo. Sin embargo, a veces, esta conexión no evoluciona hacia una relación formal y puede terminar en una situación confusa, a menudo con el temido «ghosting» por parte de la otra persona.

¿Por qué fracasan estos casi algo?

Hay muchos factores que pueden hacer que una relación falle, sea del tipo que sea. Entre ellos, quiero destacarte 3 que se nos olvidan fácilmente cuando nuestra relación de casi algo ha fallado.

  • Una relación es de dos y no solo de una persona. Con esto me refiero a que no sólo una persona tiene que estar dispuesta a formar y mantener el vínculo. En cuanto uno de los dos no quiera estar dentro de la relación, lo mejor es finalizarla. Duele aceptar que no quieran estar en una relación con nosotros, pero puede pasar.
  • La comunicación es escasa, o defectuosa. Muchas personas no saben expresarse de forma asertiva, usan gritos, insultos, o simplemente salen corriendo ante conversaciones incomodas. Una relación donde no hay comunicación tiende a extinguirse.
  • Hay faltas de respeto y se sobrepasan los límites. Aquí no sólo me refiero a que el trato sea correcto en cuanto al tono al hablar o las formas, sino que, entre ambos se respeten espacios y tiempos, formas de pensar, sentir, costumbres…Si uno quiere siempre quedar por encima del otro, lo hace de menos, no hay admiración mutua… la relación se hará tóxica y disfuncional si se mantiene en el tiempo.

Diferencia entre este tipo de pérdida y otros tipos de duelos

Si bien todo duelo supone recorrer distintas fases comunes (negación, ira, negociación, depresión y aceptación), el duelo de un casi algo tiene algo que otros tipos de duelo no tienen: no es bien entendido socialmente, y esto conlleva un sentimiento de soledad añadido.

Generalmente, cuando se atraviesa un duelo de otra categoría, como una muerte o un divorcio, los demás asumen que vas a estar mal una temporada. Sin embargo, cuando todavía la relación no tiene etiqueta, no suele entenderse el dolor.

Es por eso que es frecuente escuchar frases como:

  • No es para tanto, si a penas os conocíais.
  • Pero si llevabas poco tiempo, ya deberías haberlo superado.
  • Eso en dos días se te ha pasado.
  • Chica, no entiendo cómo te has enganchado tanto por dos besos que os habéis dado.

Estas frases en lugar de ayudar alimentan el dolor. Hacen que te sientas tristes y con pocos apoyos pese a tu pérdida.

Superar un «casi algo» puede ser un proceso desafiante precisamente por esta falta de apoyo. Por eso mismo, si sabes de alguien que esté pasando por un duelo de un casi algo, empatiza. Es duro ver como tus sueños e ilusiones se van por el retrete.

Qué se puede hacer ante un duelo de un casi algo

Si estás en duelo por tu casi algo, debes tener presente que todas estas etapas no las vas a atravesar en un abrir y cerrar de ojos. Pese a ello, es importante que las recorras para no quedarte atrapado/a en tu pérdida.

Además, tienes que tener en cuenta que estas fases no son lineales, puedes saltar de una a otra y pasar por alguna de las fases varias veces. De hecho, aunque la relación haya sido muy fugaz, puede llevarte tiempo superarla por haberla idealizado mucho.

Es más, también hay otras fases que pueden entrar en juego, como los celos. Si bien los celos no suelen estar muy reconocidos dentro de las fases de duelo, lo cierto es que suelen aparecer.

Es posible que envidies relaciones que sí han salido adelante y sientas celos al compararlo con tu situación. También que te enteres que tu casi algo está con otra persona, ha empezado otra relación, y estos celos acentúen tu pesar.

No te martirices pensando por qué la otra persona sí ha sido la elegida y tú no, piensa que es mejor descubrir a tiempo que lo vuestro no tenía aquello que idealizabas, sino que sólo eran castillos en el aire. Será doloroso un tiempo, eso no podemos evitarlo, pero pasará.

Ahora bien, sí puedes hacer algo para sobrellevarlo mejor. Hablar de tus sentimientos con amigos y familiares, dedicarte tiempo a ti mismo, mantener el contacto con amigos, hacer ejercicio y explorar nuevos pasatiempos son formas efectivas de sanar. Si aún así, ves que se te hace muy cuesta arriba sobrellevar esta situación o se mantiene mucho en el tiempo, te recuerdo que acudir a terapia puede ser una muy buena opción al respecto.

Es importante que recuerdes estos tres aspectos

Un «casi algo» no marca el fin de tu historia amorosa. Puede ser una oportunidad para soltar algo poco apropiado para ti, y buscar una relación más sólida en el futuro.

A veces los casi algo porque nos precipitamos al elegir. Invierte tiempo en ti, trabaja en tus proyectos y comprende tus necesidades. De esta forma no te conformarás con migajas en una relación ni idealizarás más de la cuenta.

Recuerda que aprender de estas experiencias es parte del crecimiento personal y te llevarán a relaciones futuras más satisfactorias. Tienes derecho a llorar por la pérdida de lo que no fue, pero pudo haber sido. No te asustes de lo que estás sintiendo, aunque otros no lo entiendan, es normal sentir dolor ante una pérdida. Emancipa tus emociones, comienza a entenderlas y expresarlas. Siente y escucha lo que de ellas puedes aprender. Esto también forma parte de tu crecimiento y madurez emocional.

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