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Rompiendo el Espejo: Comprendiendo la Dismorfia Corporal

Autoras: Esther Coronel y Ana Hidalgo

Dismorfia corporal, ¡vaya palabreja fea! Pese a que quizás no hayas oído hablar de ella con ese nombre, es casi seguro que has oído algunos de los síntomas y quejas que la dismorfia corporal puede generar. Seguro que has escuchado frases del tipo “odio mi cuerpo”, “mi nariz es horrible”, “me falta músculo”…

La dismorfia corporal no es otra cosa que la creencia firme de tener una imperfección física que se percibe como poco atractiva. Ahora bien, un trastorno dirmórfico corporal supone además un elevado malestar debido a esta situación, así como otros síntomas que iremos revisando en este artículo.

Si quieres saber más sobre la dismorfia corporal y qué puedes hacer para ponerle fin, presta atención porque en este artículo Esther y yo te lo contamos.

Qué es y qué no es un trastorno dismórfico corporal

Tener complejos sobre tu cuerpo no lo convierte en un trastorno, para que esto suceda tienen que darse además otros factores.

El manual diagnóstico DSM-5 nos menciona algunas como:

  • Una preocupación excesiva y debida a uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico.
  • Realización de comportamientos repetitivos.
  • La preocupación por este supuesto defecto causa un malestar clínicamente significativo o un deterioro importante.
  • No se puede atribuir a otra condición médica y no se explica mejor por la inquietud acerca del tejido adiposo o el peso corporal.

Este último apartado que te comparto es importante para no confundirlo con otros trastornos donde la imagen corporal también se ve afectada, como la anorexia o la bulimia.

De hecho, aunque algunos estudios relacionan anorexia y la dismorfia en un 25% de casos son dolencias distintas. El DSM clasifica tanto a la anorexia como a la bulimia dentro de los trastornos alimentarios, mientras que la dismorfia estaría dentro de los trastornos obsesivos compulsivos y otros relacionados.

También es muy importante resaltar el hecho de que, para que sea un trastorno, tiene que causar un malestar o deterioro significativo. Si tienes un complejo simplemente lo sobrellevas, si tienes un trastorno lo vives con muchísimo malestar.

¿Existen diferentes tipos de Dismorfia corporal?

Como seguramente ya intuías, sí, la dismorfia puede ser de varios tipos. Antes de verlos queremos aclararte que la dismorfia puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Además, suele ser más común en la adolescencia, ya que es una etapa en la que se desarrolla la identidad.

Ahora bien, como te contábamos, sí, existen varios tipos de dismorfia, que incluyen:

·         Dismorfia facial:

Implica preocupaciones en aspectos como: cabello, ojos, piel, labios, mandíbula. Y una necesidad de modificar su forma, color o textura debido a la percepción de imperfecciones. De hecho, habrás escuchado frases como: “no me gusta como se ve mi piel” o “mi cabello es fosco, seco y lo odio”.

Ahora bien, dentro de la Dismorfia facial, se encuentra además la dismorfia dental y septal. Es decir, excesiva preocupación por los dientes o la nariz.

·         Dismorfia muscular o vigorexia

Se relaciona con la preocupación por la musculatura en brazos, piernas, cintura y glúteos. En este caso, se da más en hombres debido a la falacia social que asocia músculos con masculinidad/virilidad.

En estos tipos de dismorfia corporal es frecuente oír expresiones como: “Estoy plana”, “el gimnasio no me hace efecto”, “Me veo muy delgado/blando”.

·         Dimorfismo sexual:

Como en el caso anterior, este tipo es muy frecuente en hombres. Parece que está muy extendida la preocupación por el tamaño grosor del pene. Aunque eso sí, también hay mujeres que se preocupan en exceso por la forma o el color de su vulva.

Factores que pueden llevar a desarrollar un trastorno dismórfico:

Hay muchos factores de riesgo que pueden contribuir a este trastorno, entre ellos, todas las malas experiencias sociales que nos llevan a cuestionar nuestra propia valía. Entre ellos cabe destacar:

  • El acoso escolar.
  • La baja autoestima.
  • El impacto de las redes sociales en la percepción de la imagen corporal.
  • La influencia de la familia imponiendo cánones de belleza.
  • El perfeccionismo, impulsado por las marcas de ropa o de cosmética.
  • La violencia psicológica en las relaciones.
  • El momento evolutivo o de desarrollo físico de cada uno (especialmente en la adolescencia y al inicio de la vejez o edad madura
  • La presión del gimnasio para lograr ciertos estándares corporales…

Cómo afecta emocional o psicológicamente la dismorfia corporal

Antes de que te demos la solución en este apartado, quiero que trates de ponerte en la piel de estas personas que sufren dismorfia corporal.

Pongamos un ejemplo:

Imagina que cada mañana al mirarte al espejo lo primero que ves es una nariz que crees que no te pertenece, te desagrada y, a tu parecer, es objeto de miradas, burlas y críticas.

Buscas formas de hacer desaparecer u ocultar tu supuesto defecto. Decides comprarte gafas, aunque no las necesites, para esconder tu nariz. Te planteas incluso someterte a una operación.

Como te centras tanto en “este fallo”, llevas tu atención hacia ella constantemente. Te fijas en si al beber tu taza choca accidentalmente con tu nariz y piensas frases como: “cómo voy a encontrar pareja si mi nariz es horrible”, “cómo voy a salir bien en las fotos con esta nariz”, “mi nariz es un horror y habría que eliminarla, es el mayor de mis males y problemas”…

Sobra decir que, con cada pensamiento dañino que te lanzas, tu autoestima se hunde un poco más, hasta el punto que comienzas a creer las mentiras que tus pensamientos azarosos te han llegado.

Es muy posible que te compares con otros ya no sólo por tu nariz, sino en demás áreas de tu vida y, como es obvio dado que empiezas a estar inseguro de ti mismo, ante las comparaciones sales perdiendo.

Para colmo, esto que para ti es tan importante parece hacerles gracia a otros o no darle importancia, tratándote de exagerado o raro. Sin embargo, a ti te quita el hambre, el sueño e impide que te concentres en el trabajo o te relaciones con amigos por miedo a mostrar tu “espantosa nariz”.

Pues bien, con todo este panorama encima, ¿cómo crees que se siente una persona? Obviamente muy mal. Recuerda que para que sea un trastorno tiene que causar un deterioro significativo.

Cuáles son las consecuencias más frecuentes

Creo que con el ejemplo ya habrás podido deducir muchas de sus consecuencias. Te compartimos las más destacadas para que las tengas a mano:

  • El miedo por el qué dirán, “si mi cabello, no es como ellos lo quieren”.
  • La ansiedad, por si se ven bien “creo que este tono de labial dijo mi amiga que no me favorecía”.
  • Aislamiento, “prefiero no salir hoy con ellas, pues me salió un granito en la piel”.
  • Problemas de autoestima “No soy tan bonita, para que el guapo de la clase se fije en mí”.
  • Habilidades sociales “nadie querrá ser mi pareja si tengo esta nariz”
  • Depresión, por no sentirse apreciados, deseos de “ojalá hubiera nacido con otra cara”.

Y claro, emociones como la irá, frustración, tristeza, están presentes en todo esto pues se reacciona frente a cada estimulo.

Qué se puede hacer para tratar la dismorfia corporal

El primer paso es percibir que tienes un problema y admitirlo.

Puede parecerte un paso muy obvio, pero no todo el mundo que tiene este problema es capaz de reconocerlo abiertamente.

Ahora bien, si ya has dado ese primer paso, enhorabuena, ya estás un poco más cerca de la solución.

El siguiente paso sería hablar sobre ello. Infórmate adecuadamente con un especialista o coméntalo con personas de tu confianza que te quieran bien para que puedan ayudarte en el proceso.

Un paso importante seria asistir con un profesional que te pueda ayudar a gestionar tus pensamientos, emociones y conductas.

En mi blog tienes muchos artículos relacionados en los que hablamos sobre cómo gestionar emociones y pensamientos.

También es importante que vayas reconociendo los pasos que vayas dando. Por ejemplo, si tu dismorfia te estaba aislando socialmente, prémiate cada vez que logres interactuar con personas nuevas.

Por otro lado, recuerda la importancia de hablarte bien. Las palabras tienen un papel muy importante sobre cómo interpretas la realidad y cómo te sientes. Trata de darte mensajes bonitos hacia ti, para mejorar tu autoestima y motivarte en tu crecimiento personal.

Finalmente, recuerda que cada parte de tu cuerpo está ahí para cumplir una función que va mucho más allá de la pura estética. Agradece a tus músculos por sostenerte, a tu nariz por facilitarte el acceso a aromas formidables, a tus dientes por ayudarte a masticar y comer…

Recuerda que tu cuerpo no determina quién eres. Aléjate de tanto postureo y comienza a percibir el valor real de las personas que te rodean, empezando por ti.

Ya sabes que si necesitas ayuda en este proceso, nos tienes a tu disposición.

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