Cómo afecta tu imagen corporal a tu autoestima
Se desmontó la muñeca: cuando escondemos nuestra imagen corporal
Autora: Ana Hidalgo
¿Sabes cómo afecta tu imagen corporal a tu autoestima?, ¿eres de las personas que esconde su imagen?
Hace tiempo escuché a dos chicos hablar sobre el chasco que se había llevado uno de ellos con la chica con la que había ligado la noche anterior. Era algo así:
- “Cuando llegamos a su casa pufff… se desmontó la muñeca. Primero se quitó el postizo del pelo, luego el relleno del escote y así comenzó su transformación: maquillaje, pestañas postizas, culotes con relleno… por un momento pensé que había entrado una persona distinta en la habitación”.
Escuchar esto me llevó a pensar en los motivos que a veces nos llevan a esconder parte de nuestra identidad.
Y es que, cuando nos desagrada nuestra imagen corporal, buscamos todo tipo de soluciones: desde postizos hasta cirugías.
Sin embargo, en muchos casos, lo que nos duele no es nuestro aspecto físico, sino algo más interno de nosotros.
Qué es la imagen corporal
De una forma sencilla, podemos decir que la imagen corporal es el concepto que cada uno tiene sobre su propio cuerpo.
Este concepto o imagen mental, está determinado por varios factores: pensamientos, sentimientos, percepción y conducta.
Es decir, tu imagen corporal no es sólo lo que ves al mirarte al espejo, también depende de lo que piensas y te dices, lo que sientes, y cómo te comportas al respecto.
En este sentido, tu imagen corporal, refleja tu mundo interior y se muestra en tus actos.
Así, lo que piensas y sientes sobre tu cuerpo hará que estés más a gusto o a disgusto con él y que tu imagen corporal sea positiva o negativa.
Componentes claves de la imagen corporal
Como hemos señalado, la imagen corporal depende de varios factores: lo que piensas y sientes, tu capacidad de percepción y tu respuesta o conducta.
La parte cognitiva/emocional de tu imagen corporal dependerá mucho de la educación recibida, de tu cultura, de tus experiencias personales…
Por ejemplo, los cánones de belleza han ido cambiando a lo largo de los años y lo seguirán haciendo. Si tu educación ha dado prioridad a estos cánones sobre tu persona, es probable que te sientas juzgado en base a estos criterios.
Así, si crees no encajar en estos cánones (pensamiento) y esto te hace sentir mal (sentimiento), posiblemente tu imagen corporal sea negativa.
De otro lado, tu percepción (capacidad para percibir las formas, el tamaño, el peso…) influirá sobre tu imagen corporal.
Como sabes, no siempre es fácil estimar cuánto puede medir o pesar una persona con sólo mirarla. Por eso, tu capacidad de percepción también estará influyendo en qué ves en el espejo al mirarte.
En el caso de las personas con trastornos alimentarios graves, como anorexia, la percepción de su imagen corporal está dañada. Por ejemplo, pueden verse en el espejo con gran sobrepeso, cuando en realidad están por debajo de su peso saludable.
De igual modo, respecto al tercer componente de la imagen corporal, el conductual, se refiere a los actos que realizamos en consecuencia de los factores anteriores.
Aunque pueda parecerte poco importante, la respuesta que emites en relación a tu imagen corporal puede llevarte a arriesgar tu vida en quirófanos continuamente.
Así mismo, puede llevarte a aislarte y desaprovechar oportunidades por miedo a exponerte.
Cómo afecta tu imagen corporal a tu autoestima
Dado que la imagen corporal es la percepción, valoración y uso que hacemos sobre nuestro cuerpo, afecta a nuestra autoestima.
No tiene que ver con la apariencia o el aspecto físico, sino sobre tu vivencia personal de tu propio cuerpo.
Por ejemplo, puedes cumplir los cánones de belleza establecidos por la sociedad, pero tener una percepción distorsionada que te lleve a pensar que no los cumples, o que tu cuerpo es algo vergonzoso, por lo que sentirás tu imagen corporal de manera negativa.
Esto repercutirá en tu autoestima y viceversa.
Así, por ejemplo, si te avergüenzas de tu cuerpo porque lo ves demasiado grande, puede que termines escondiéndolo o camuflándolo, lo que a la larga potenciará tus miedos e inseguridades.
Ahora bien, si te gusta tu cuerpo y lo sientes como algo valioso, probablemente no te importe exhibirlo o mostrarlo. De algún modo, estás reforzando su valor y tu autoestima.
Por otro lado, si tienes una imagen corporal negativa, posiblemente te critiques por ello (“parezco una ballena”, “soy un palillo”) y que incluso seas muy duro/a contigo. Recuerdo a una cliente que se autodefinía como “puta gorda”.
Dedicarte palabras tan duras te producirá un gran sufrimiento, aumentará tu dolor e incluso tu impotencia, machacando así tu autoestima.
Para colmo, cuando no te gustas, es fácil caer en comparaciones con otros. Así, comienzas a sembrar la inseguridad.
De hecho, puedes llegar a evitar lugares (ej. ir a la piscina), personas (es que a su lado yo…) y, a largo plazo, puedes llegar a aislarte.
Pon a prueba tu imagen corporal
Para ello te propongo unos sencillos ejercicios teniendo en cuenta sus componentes.
Pensamientos, emociones e imagen corporal
Trata de describir tu cuerpo lo más objetivamente posible, a continuación, plantéate las siguientes preguntas. Tus respuestas te ayudarán a saber si flaqueas en este área:
- ¿Cuáles son las primeras palabras que te vienen a la mente al pensar en tu cuerpo?
- Si ese fuese el cuerpo de alguien a quien quieres mucho (ej, madre, hijo, tu pareja…), ¿lo describirías igual?, ¿te gusta lo que ves?, ¿qué le dirías desde el cariño a esa persona querida sobre su cuerpo siendo sincero/a?
- ¿Tiendes a comparar tu cuerpo con el de otras personas? Si es así, ¿cómo te sientes al respecto?
- ¿Crees que influye tu aspecto físico en cómo te va la vida? Si es así, ¿cómo te hace sentir?
Percepción e imagen corporal
Comprobar cómo influye tu percepción en tu imagen corporal es muy sencillo
Actualmente existen muchas aplicaciones que nos animan a crear virtualmente nuestra imagen corporal.
En ellas, escoges tu forma de cara, de ojos, de nariz, color y corte de pelo, estilo de ropa…para que construyas así tu avatar.
Curiosamente, si lo realizas en compañía, podrás comprobar con facilidad cómo cada uno tiene una percepción de tu cuerpo distinta.
Te dirán, por ejemplo: tu pelo es más claro, tus ojos más grandes y redondos, tus labios más finos…
Es por eso que, aunque tú crees que te ves como eres en realidad, no existe una única realidad. Sencillamente, depende mucho de quien mira.
Así, con este experimento tan sencillo podrás darte cuenta que tu imagen corporal depende de la percepción de cada uno.
Respuestas ante tu imagen corporal
Plantéate:
- ¿Hay alguna parte de tu cuerpo que trates de ocultar o disimular, por ejemplo, con ropa?
- ¿Alguna vez has evitado alguna situación en la que aspecto físico pudiera ser “juzgado”?
- Incluso al tener relaciones íntimas, ¿tratas de ocultar parte de tu cuerpo?
- Cuando decides arreglarte un poco más, ¿para qué lo haces?
- ¿Compruebas tu aspecto siempre antes de estar en público?, ¿qué ocurriría si no es tan bueno como esperabas?
Como ves, estas son sólo algunas cuestiones que puedes plantearte sobre tu imagen corporal.
Si sientes que tu imagen corporal está dañada o está dañando tu autoestima, ya sabes que puedes acudir a un especialista. A este respecto, te recuerdo que me tienes a tu disposición.
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Sobre la autora:
“Soy Ana Hidalgo, psicóloga de profesión y persona como tú, con grandes experiencias tanto a nivel personal como profesional. Me dedico a ayudar a personas a superar situaciones difíciles y salir fortalecidas de ellas. Si quieres recibir semanalmente artículos sobre amor, desamor y relaciones en general, suscríbete gratis a mi blog en terapiaconAna.com”
Felicitaciones por tus consejos..sabes estoy calidad ya q tengo mi cuerpo fuerre y aun atletico a mis 64…me veo super y ando feliz..todavia levanto .jjjj.gracias por todo un beso.
Gracias por comentar Orlando. Me encanta saber que tu imagen corporal también está en forma 😉
Un saludo.
¡Hola Ana!
Soy Ludy y tengo 19 años.
Muchas gracias por tus consejos y la información que nos compartes. Es realmente asombroso cuán puede llegar a afectar nuestra imagen a las decisiones que tomamos a diario.
Como muchos (y respondiendo algún cuestionante del texto que nos envías) yo me he sentido realmente insegura frente a mi imagen. Para ser más específica, respecto a mi barbilla (o cumbamba como le decimos en Colombia). Hace algunos años me percaté de que mi mandíbula (por herencia de mi madre) empezaba a salirse un poquito más de lo habitual. Me empezó a afectar realmente cuando ya pasada la adolescencia, me sentía algo triste, ya que era un rasgo que no la mayoría (por no decir que casi nadie) tenía. ¿Por qué a mi? Me interrogaba pensando en los espejos. ¿Por qué no sólo soy como los demás?
Hace tres años, después de haber ido al odontólogo, me informé del tema y me di cuenta que era posible que me hicieran una cirugía (maxilofacial), la cual oscilaba entre los 10 millones de pesos, para »corregir el problema» como decía el odontólogo. Esa frase me dejó pensativa, ¿mi rasgo era realmente un problema?
Obviamente mi madre (que me acompañó ese día), no podía permitirse ese gasto.
Hace un par de meses, en una revisión general odontólogica, me volvieron a mencionar de la cirugía, diciéndome que sería buena idea que yo hiciera el papeleo para averiguar si el hospital (público claramente) podría ejercerla. Ya que si no lo hacía, en el futuro me podía ocasionar síntomas fuertes (como dolor del cráneo, ya que el hueso, según entendí, va ligado a otro superior).
Con la ayuda de la esposa de mi papá estamos en ese proceso.
Pero me surgen todo el tiempo preguntas como,
si no tuviera síntomas y yo tuviese el dinero, ¿me hubiese sometido a esa cirugía sólo para encajar en un rasgo corriente? Creo que lo hubiera hecho, aunque no sé si hubiese sido por mí realmente, o por la aceptación de los demás. Gracias por leer.
¡Saludos!
Hola Ludy, muchas gracias por comentar y compartir tus reflexiones.
Como bien dices, la presión social nos puede llevar muchas veces a situaciones en las que se pone en riesgo nuestra vida, como son las cirugías innecesarias.
En tu caso, parece que la cirugía sí sería necesaria por cuestiones médicas, dado que podría originarte problemas en el futuro.
Sin embargo, muchas veces olvidamos que lo realmente genial en nosotros es aquello que nos hace especiales, únicos.
Recuerdo haber leído de muchas persona famosas que se negaron a operarse pese a la insistencia de sus representantes y hoy es precisamente ese rasgo «poco común» lo que les ha dado más éxitos y satisfacciones en sus carreras, son su sello de identidad.
El tener una autoestima fuerte ayuda mucho a ese respecto.
Un saludo.