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Sensación, emoción y sentimiento

3 conceptos, que marcarán la diferencia, explicados con la ayuda del cine

Autora: Ana Hidalgo

Hay tres conceptos que marcarán la diferencia de cómo experimentas tu vida. Estos son: sensación, emoción y sentimiento.

Como sabes, tu salud emocional es la que da aliño a tu día a día. Sin embargo, es muy difícil cuidar algo que desconoces o no entiendes bien.

Hoy quiero sentar las bases de 3 conceptos que marcarán la diferencia en tu educación emocional. Conocerlos te permitirá entender un poco mejor cómo funcionan tus emociones y cómo gestionarlas.

Por qué es importante diferenciar estos términos

Con frecuencia animo a mis clientes a ampliar su vocabulario emocional, a fin de que puedan expresarse con más claridad.

Les pongo el ejemplo de aquel que va de viaje a un país de habla extranjera y no conoce el vocabulario de la zona. Por ejemplo, si de comidas sólo saben decir carne, pescado y verdura, les será muy complicado explicar al camarero qué quieren comer, pues hay una gran variedad en cada tipo.

Cuando hablamos de salud emocional nos ocurre lo mismo, muchas veces no sabemos diferenciar aspectos importantes.

Es por ello que hoy te propongo de tres conceptos que, aunque tienden a confundirse, tienen matices diferentes.

No pretendo ponerme técnica ni puntillosa, ni muchísimo menos, simplemente quiero ayudarte a descubrir cómo funciona el mundo emocional.

Sensación, emoción y sentimiento

SENSACIÓN:

Ciara Molina, en su libro emociones expresadas, emociones superadas define sensación como “la impresión meramente física percibida a través de los sentidos”.

Para que lo veas de una forma muy sencilla te pongo un ejemplo bastante común: cuando en una película aparece un sonido estridente, tienes la sensación de que va a haber algún susto.

Es decir, las sensaciones las causan nuestros sentidos.

En los cines 4D, por ejemplo, introducen elementos como las imágenes en 3D, el olor a tierra mojada, o salpicaduras de agua en la cara. En estos casos, tendrás una mayor sensación de estar dentro de la película.

EMOCIÓN:

Por otro lado, Ciara señala que las emociones son “la respuesta que aparece después de la percepción de la sensación. Se manifiestan de forma abrupta y en ellas no interviene la parte racional”.

Siguiendo con el ejemplo, a pesar de que la música nos advirtió que iba a ocurrir algo, es muy probable que la escena nos asuste. Es decir, nos evoque de forma repentina la emoción de miedo. Como ves, las emociones son involuntarias y breves, y esto es bueno. En la vida real, ante un posible peligro debemos ser rápidos para actuar y ponernos a salvo.

Ahora bien, obviamente, si sabemos que estamos en un cine, a salvo, la emoción no dura mucho, no se cronifica. Esto sucedería si le añadimos otro ingrediente más, que es el que veremos después, cuando se convierte en sentimiento.

Antes de eso, señalar otra curiosidad de las emociones:  casi nunca se presentan solas. Por lo general, suelen combinarse distintas emociones.

En esto, el director Tarantino lo escenifica muy bien en sus películas. ¿Recuerdas la escena de Pulp Fiction cuando John Travolta le clava la aguja a Uma Thurman? Generalmente sus escenas más violentas suelen ir acompañadas de tensión, sorpresa e incluso asco o risa. Otros ejemplos son la última habitación de Four Rooms o la escena de la piscina de Érase una vez en … Holywood. ¿ Qué emociones te evocaron estas escenas?, probablemente más de una a la vez.

SENTIMIENTO:

El sentimiento, por su parte, es “la expresión mantenida en el tiempo de las emociones”. Es decir, es la emoción a la que nos enganchamos al añadirle el ingrediente de la interpretación. Es decir, al acompañarla de pensamientos.

Generalmente las películas, si las miráramos desde fuera no nos engancharían en sí mismas. Ahora bien, si la emoción que genera en nosotros conecta con algún recuerdo o vivencia personal y nos lleva a algún pensamiento (generalmente intrusivo), este sí puede atraparnos.

Por ejemplo, muchas personas se vieron arrastradas por la tristeza que evocó Titanic pues conectaba con los duelos personales vividos. Al ponernos en el lugar de la protagonista, permitimos que nuestra mente viaje, recuerde, piense… es decir, active nuestras emociones y las interprete con nuestros pensamientos.

De igual modo, si una película de miedo como The ring, te ha enganchado hasta el final, es posible que te asusté contestar al teléfono.

Por tanto, nuestros sentidos captan cosas que traducimos en sensaciones, yo las llamo “intuiciones externas”. Estas sensaciones producen ciertos cambios en nosotros a nivel fisiológico, generando involuntariamente emociones. Finalmente, el cómo interpretamos estas emociones a través de nuestros pensamientos, provoca los sentimientos.

Ahora bien, ¿cómo puedo utilizar estos términos a mi favor para transformar mi mundo emocional?

Muchas veces nos quejamos de sentirnos tristes, cansados, asustados… y no sabemos qué hacer al respecto. Sin embargo, los sentimientos pueden modificarse, pues dependen de nuestros pensamientos. Además, como hemos visto, proceden de emociones, y éstas pueden activarse desde el exterior, exponiéndonos a sensaciones.

Habrá situaciones en que no podamos controlar los estímulos externos que percibimos, de eso no hay duda. Sin embargo, en otras muchas ocasiones sí podremos controlarlos.

Por ejemplo, puedes controlar qué sensación te va a producir el olor de tu casa.También puedes controlar muchos de los estímulos que oyes o ves.

Tú elijes si ver o escuchar malas noticias en la televisión a todas horas o no. De igual modo, elijes qué imagen quieres ver de ti en el espejo (no es lo mismo si te has arreglado un poco que si te has abandonado).

Por tanto, controlando tus estímulos externos comenzarás a tener cierto control sobre cómo te sientes.

Emocionarse es inevitable, las emociones son innatas. Ahora bien, el cómo interpretas tus emociones, el valor o el tiempo que les dedicas, dependerá de ti, del manejo que hagas de tus pensamientos.

Como sabes, es absurdo pasarse el día enfadado/a por una minucia. Para evitar que esto te ocurra, cambia tu pensamiento y tu sentimiento cambiará.

Si aprendes a controlar lo que piensas, no quedarás enganchado/a en tus sentimientos por mucho tiempo.

Así, podrás dedicarle a cada sentimiento el tiempo que requiera según cada situación.

Como es lógico, no siempre podrás controlarlo, a veces la vida te lleva por caminos que no dependen de ti. Sin embargo, coger cierta habilidad en el control de tus pensamientos hará que manejes mejor tus sentimientos.

Por tanto, sensación, emoción y sentimiento son 3 conceptos que marcarán la diferencia a la hora de enfrentarte al mundo. Entender su significado supone entender que tú sí tienes elección a la hora engancharte a un sentimiento. No digo que sea fácil, digo que es posible, requiere de constancia y entrenamiento. ¿Te atreves a ponerlo en práctica?

 

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