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Cuando el corazón toma la palabra: cómo liberarte del perfeccionismo y conectar de verdad

Vivimos sumidos en el perfeccionismo, intentando hacerlo todo bien. Ser buenos padres, hijos, amigos, profesionales… sin equivocarnos, sin molestar, sin fallar. Pero en el fondo, muchos cargamos con una pregunta que nos pesa: ¿Seré suficiente tal como soy?

Esta duda constante es el alimento del perfeccionismo. Esa trampa emocional que se disfraza de excelencia, pero nos mantiene en una jaula de ansiedad, culpa y soledad.

Hoy te invito a explorar otra forma de vivir. Una donde no tengas que ganarte tu valor. Donde puedas equivocarte, bajar la guardia, y hablar desde donde todo empieza: el corazón.

🎯 ¿Qué es realmente el perfeccionismo?

Probablemente tú también te has dado cuenta: el perfeccionismo va mucho más allá de querer hacer las cosas bien. Es una forma rígida de pensar, donde todo lo que no sea excelente se vive como un fracaso personal. Es la voz interior que no descansa, que nunca está satisfecha y que convierte cada error en una amenaza.

Quizás tú también hayas pronunciado estas palabras en alguna ocasión:

  • Si no lo hago perfecto, no vale la pena hacerlo.
  • No puedo permitirme fallar.
  • Nunca es suficiente, siempre podría haberlo hecho mejor.
  • No puedo mostrar debilidad, los demás pensarán que no valgo.
  • Soy un desastre, esto no es perfecto, no sé por qué siempre lo arruino.

Este patrón de pensamiento no sólo desgasta, también afecta profundamente la salud mental. De hecho, es común que este perfeccionismo te lleve a experimentar ansiedad, depresión, obsesiones, bloqueos creativos, dificultades en las relaciones…

Como dice la Dra. Marsha Linehan, el perfeccionismo no es un estándar alto, es una forma de autoabandono: “me castigo por no cumplir lo que se supone que debería ser, en vez de cuidarme por lo que realmente soy”.

Cuando el perfeccionismo se vuelve dañino, no es que quieras hacer algo concreto lo mejor posible, sino cuando se vuelve una forma de vida: te exiges hasta límites inhumanos, nada es suficiente y siempre crees que se puede hacer mejor. Como puedes imaginar, más que una ventaja competitiva puede llegar a ser una carga insoportable.

 🔍 ¿Qué esconde la autoexigencia extrema?

Si volvemos a las frases anteriores verás que detrás de ellas se esconde mucho miedo y muchos patrones de pensamiento dañino.

  • “Si no lo hago perfecto, no vale la pena hacerlo.” 
    👉 Este tipo de frases desactiva el disfrute, genera parálisis por análisis y procrastinación.

  • “No puedo permitirme fallar.”
    👉 Asocia el error con el rechazo o el fracaso personal cuando el error es la forma de aprendizaje más natural.

  • “Nunca es suficiente, siempre podría haberlo hecho mejor.”
    👉 Niega logros y alimenta una autoimagen deteriorada que afecta a la autoestima.

  • “No puedo mostrar debilidad, los demás pensarán que no valgo.”
    👉 Bloquea la vulnerabilidad, impide pedir ayuda y acaba aislando a las personas, haciendo que sufran en silencio y ocultando su auténtico yo.

  • “Soy un desastre, no sé por qué siempre lo arruino.”
    👉 Generaliza desde el error, daña la autoestima profundamente.

🧠 Cómo dejar de exigirte tanto: De la autoexigencia y el perfeccionismo al diálogo interno compasivo

Uno de los mayores aprendizajes en terapia es este: nuestra forma de hablarnos importa más que nuestras metas.

Cuando tu voz interna está llena de “tienes que”, “deberías”, “no es suficiente”, terminas viviendo al servicio de una imagen, no de tu verdad. Y eso no solo te aleja de ti. También te aleja de los demás.

Las personas que comunican desde el perfeccionismo suelen hablar desde el miedo: miedo al juicio, al rechazo, a no estar a la altura. Pero las relaciones sanas se construyen con vulnerabilidad, no con máscaras.

Cuando la autoexigencia y el perfeccionismo se convierten en un lastre podemos caer en el agotamiento, pero también en la procrastinación.

Una frase que suelo decir mucho a mis clientes es que, en la mayoría de las ocasiones es mejor hecho que sin hacer; y que no es necesario que esté perfecto, sino digno.

Recuerda que no tienes que tocar fondo para pedir ayuda. A veces basta con no sentirte tú.

💡 Ejemplo basado en experiencias: El caso de Nico

Como sabes, me preocupo mucho por preservar la confidencialidad de mis clientes, es por eso que voy a comentarte un ejemplo totalmente inventado, pero basado en experiencias comunes.

Nico tiene 42 años. Siempre fue “el responsable”, “el fuerte”, el que nunca se queja. Le cuesta delegar, le cuesta pedir ayuda, y rara vez se permite llorar. Probablemente le pusieron estas etiquetas de niño y creció pensando que él era así, que todos esperaban que se comportase de esta forma sin importar sus auténticas necesidades.

Hace poco su pareja le dijo algo que lo descolocó: “Nico, no sé qué sientes. Nunca sé si estás bien o si sólo estás aguantando. No puedes tragarte todo o enfermarás”.

Estas palabras fueron una revelación para Nico. Él no sabía cómo expresar lo que le pasaba sin sentirse débil o incorrecto y vivía esta carga con gran resignación. Afortunadamente, decidió pedir ayuda y hacer cambios al respecto.

En terapia, empezó a practicar algo que nunca antes había hecho: decir lo que sentía en voz alta, sin ser juzgado por ello y sin que él tuviese que justificarse. Fue adquiriendo herramientas que le permitieron mirar dentro de sí mismo y conocer sus necesidades, hasta que finalmente aprendió a comunicárselas a los demás incluso fuera de terapia.

Un día, simplemente dijo a su pareja: “Hoy me siento inseguro. Me cuesta decirlo, pero necesito que me abraces.”

Esa frase cambió su relación. Por primera vez, no buscó hacerlo todo bien. Buscó conectar. Y eso fue más poderoso que cualquier perfección que hubiera ansiado antes. Romper con el perfeccionismo y comenzar a hablar desde el corazón le permitió no sólo comunicarse mejor, sino ser más libre en muchos aspectos de su vida.

🧭 Comunicar desde el corazón: un camino hacia la libertad

Comunicar desde el corazón no es hablar bonito. Es hablar auténtico. Es aprender a decir “no sé”, “me duele”, “necesito esto”… y poder hacerlo sin miedo a romper una imagen.

Este tipo de comunicación transforma relaciones, pero sobre todo transforma tu relación contigo. Porque para hablar con otros desde el corazón, primero necesitas escucharte con el mismo amor.

Como propone Steven Hayes, uno de los creadores de la Terapia de Aceptación y Compromiso, la libertad emocional no consiste en dejar de sentir cosas incómodas. Consiste en actuar desde tus valores, aunque el miedo esté presente.

Y uno de esos valores puede ser: honestidad emocional. Es por ello que desde terapiaconAna apostamos por el papel sanador de las emociones.

💬 El papel de la emancipación emocional

La emancipación emocional es liberarte de la necesidad de aprobación externa para sentirte válido. Es dejar de vivir bajo las expectativas ajenas o autoimpuestas, y empezar a vivir desde tu centro.

El perfeccionismo nos hace depender del aplauso. La emancipación emocional nos conecta con algo mucho más profundo: la confianza en que somos suficientes incluso cuando no encajamos.

Y eso lo cambia todo.

🛠️ ¿Por dónde empezar para librarme del perfeccionismo y comenzar la emancipación emocional?

Como no me gusta quedarme en la teroría, aquí van algunos pasos prácticos para que puedas comenzar a ser más libre:

  1. Detecta tu voz crítica.

Comienza un autorregistro o diario y anota qué te dices cuando algo no te sale como esperabas. Escríbelo sin juzgar tan sólo para reconocer qué te está pasando.

  • Haz algo imperfecto a propósito.

Envía un mensaje sin releerlo. Cocina sin seguir la receta. Observa lo que sientes y qué historia aparece. ¿A qué tipo de pensamientos te lleva tu mente?, ¿hay algún tipo de error en ellos como sobregeneralización o catastrofismo?

  • Habla contigo como hablarías a alguien que amas.

Sé compasivo contigo mismo. En lugar de “soy un desastre”, di: “estoy aprendiendo y lo estoy haciendo lo mejor que puedo”.

  • Atrévete a compartir algo real con alguien cercano.

No perfecto. Real. Como “me siento agotada” o “necesito apoyo”. Como ya comenté en otro artículo, todos tenemos pelos en el culo, otra cosa es que lo queramos reconocer o no, pero no por eso deja de ser real.

  • Recuerda, no necesitas que nada sea perfecto, sino digno.

Priorízate a ti antes que a cualquier otra actividad que te demanda exageradamente. Recuerda tus derechos asertivos.

❤️ Taller «Comunicar desde el corazón»: una invitación para soltar la culpa y reconectar

En mayo, junto a la psicóloga Victoria Cenalmor (experta en Mindfulness), lanzamos un taller muy especial: Comunicar desde el corazón.

Este taller no es para todo el mundo: sólo es para quienes están cansados de esconderse detrás de lo que “deberían” sentir y quieren mejorar la forma en que se comunican con ellos mismos y con otros.

Será un espacio para que puedas aprender a expresarte sin miedo, a entender tus emociones y a decir lo que sientes sin sentirte culpable por ello.

Trabajaremos con dinámicas vivenciales, recursos visuales, ejercicios psicoterapéuticos y sobre todo: con tu historia real, esa que merece ser contada con amor y sin juicio.

💭 ¿Te resuena alguna de estas frases?

  • “No puedo fallar, si no lo hago perfecto, no vale la pena hacerlo.”

  • “Siento que si muestro debilidad, perderé valor ante los demás.”

  • “Estoy cansada, pero no sé cómo parar sin sentirme culpable.”

  • “Me cuesta pedir ayuda. Siempre tengo que estar bien.”

  • “A veces me siento sola, incluso cuando estoy acompañada.”

👉 Si has pensado “esto me pasa a mí”…
Este taller puede ayudarte a empezar a hablar contigo con más compasión y con los demás desde el corazón.

🌱 No se trata de ser perfecto. Se trata de vivir más en paz.

👉 Si algo dentro de ti sabe que ya es hora de hablarte con más cariño, apúntate al taller y empieza a hablar desde donde todo empieza: tú.

Entra a nuestro grupo de WhatsApp para tener más información. Inscríbete ahora, no por perfección, sino por ti. Por lo que mereces sentir.

🙋‍♀️ Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura este taller?

Sabemos que estás muy ocupado/a, es por eso que hemos concentrado nuestras mejores herramientas comunicativas en tan sólo dos horas para que tengas un taller ameno y potente al mismo tiempo. Si después te quedas con ganas de más, podrás optar a un curso de mayor duración (tendrás preferencia en tu reserva).

¿Este taller es solo para personas que tienen ansiedad o van a terapia?
No. Está pensado para cualquier persona que quiera mejorar su relación consigo misma y/o con los demás para aprender a comunicarse desde un lugar más auténtico y emocionalmente sano.

¿Habrá ejercicios prácticos o es solo charla?
Tendremos dinámicas vivenciales, ejercicios sencillos y recursos para que puedas aplicarlo todo desde el primer día.

¿Necesito tener experiencia previa o conocimientos psicológicos?
Para nada. Solo necesitas traer tus ganas de conocerte mejor y hablarte con más cariño. El resto lo construimos juntas.

🌱 No es fácil romper con años de exigencias, pero sí es posible. No tienes que hacerlo solo. Si sientes que ha llegado el momento de hablarte con más amabilidad y soltar la culpa, te esperamos. Porque hablar desde el corazón es el primer paso para sanar.

Quiero saber más 💌

 

 

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