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¿Sabes que son las cookies cerebrales? 

Cuida la información con la que alimentas tu cerebro.

Autora: Ana M. Hidalgo

¿Generamos cookies cerebrales? Lo cierto es que sí, te lo explico en este artículo.

No hace falta ser psicólogo para haber oído alguna vez eso de que nuestro cerebro funciona de forma similar a un ordenador.

Si te fijas, un ordenador recoge grandes cantidades de información, las almacena, clasifica, procesa y recupera, con más o menos eficiencia, igual que nuestra memoria.

De igual modo, no hay que ser un experto en informática para saber que cuando navegamos en internet, las páginas que visitamos suelen generar una serie de cookies o huellas de seguimiento, que almacenan información sobre las preferencias de navegación de cada usuario.

Aprovechando la analogía mente-ordenador, quiero explicarte cómo nuestra mente genera sus propias “cookies cerebrales” respecto a la información que recibe diariamente, y las interpretará como preferidas a la hora de elegir nuestros pensamientos.

Debido a ello, y como ahora verás, es muy importante cuidar la información con la que alimentamos nuestro cerebro.

¿Qué son las cookies cerebrales?

¿Te has fijado que cuando buscas en internet información sobre algo muy concreto, por ejemplo frigoríficos, pronto comienzas a recibir información relacionada con este tema sin tú tener que buscarla?

Este se debe a las cookies de las que hemos hablado. Con nuestra mente ocurre lo mismo.

¿Recuerdas aquella vez en que te rompiste una pierna, quedaste embarazada o compraste un coche nuevo?, ¿qué sucedió? Seguramente no tardaste en percatarte en que muchas otras personas se habían roto algo, estaban embarazadas o encontrabas coches como el tuyo en todas partes.

Aquellas cosas a las que prestas atención se convierten en cookies de forma instantánea.

Tu cerebro, a fin de ahorrar tiempo en tus búsquedas de información, la mantendrá fresca y accesible en tu memoria, y para ello buscará constantemente información similar, enfocándose casi exclusivamente en la parte de la realidad que la contiene.

Fantástico, las cookies cerebrales nos ahorran tiempo, entonces ¿cuál es el problema?

¿Por qué debo cuidar mis cookies cerebrales?

Aquí te dejo 2 importantes motivos:

1.- Las cookies cerebrales pueden restringir tu campo de visión y hacer que no veas la realidad en todos sus ángulos.

Siguiendo con el ejemplo anterior, no es que este año haya aumentado exponencialmente el número de roturas de huesos o embarazos, sólo es que tú les prestas más atención. De hecho, puede que hasta hayan descendido respecto a otros años.

¡Cuidado con tu objetividad, las cookies pueden influir en ella!

2.- Te pueden llevar a enfocarte en lo negativo.

Con frecuencia, cuando se atraviesa una mala situación se tiende a enfocarse en lo malo del momento y debido a las cookies cererbrales, esto desencadena una búsqueda de situaciones similares negativas.

Por tanto, cuando te rodeas de negatividad, tu cerebro lo toma como una cookie y buscará continuamente aspectos negativos.

¡Cuidado con la información de la que te alimentas, influirá en tu forma de ver el mundo! Si sólo oyes hablar de crisis, encontrarás crisis.

Recuerda que la realidad es muy amplia y tu mente es influenciable (te recomiendo leer el post sobre recuerdos falsos).

Ahora que sabes la importancia que tiene tu foco de atención, esto es, la información a la que atiendes, debes aprender a cuidarla.

Creo que fue Gandhi quien dijo:

“Cuida tus pensamientos porque se convertirán en tus palabras, cuida tus palabras porque se convertirán en tus actos, cuida tus actos porque se convertirán en tus hábitos, cuida tus hábitos porque se convertirán en tu destino, y tu destino será tu vida”.

Aprende a mirar el mundo con los ojos de cuando eras niño.

Hay cosas maravillosas en el día a día que te rodean que a veces ni tan siquiera eres capaz de ver.

Cuando las encuentres, obsérvalas, míralas con detenimiento y así tu mente trabajará para encontrar otras fuentes de alegría similares.

Consigue que tus cookies cerebrales trabajen para cargar tu  día a día de información positiva.

Para encontrar el positivismo, te recomiendo los post  aprender a reír , cómo encontrar la felicidad y cómo rejuvenecer desde el interior.

Para recibir mi ayuda profesional, puedes contactar conmigo a través de este enlace, estaré encantada de ayudarte.
Ana M. Hidalgo
www.terapiaconAna.com

Sobre la autora:
Soy Ana Hidalgo, psicóloga magister en ansiedad y  estrés. Ayudo a personas como tú a superar situaciones difíciles y salir fortalecido de ellas.

Mejora tu vida y aprende a disfrutar más de aquello que te sucede.  Tu salud no es ningún juego.

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